Omar Mateen, islamismo en Florida

    Es muy posible que sea un “lobo solitario”, una persona que ha decidido matar por su cuenta en nombre de Alá.

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    Imagen de Omar Mateen colgada por él mismo en una red social.

    Hace dos meses, Omar Mateen, de 29 años, vio a dos hombres besarse en Miami y encolerizó. Eso cuenta el padre del hombre que ha matado a 50 personas y herido a medio centenar largo de personas en Orlando, Florida, en una discoteca de ambiente gay. Es de lo poco que, a la entrega de este artículo, se conoce de él. Sabemos también que acudía a la mezquita (el Centro Islámico Husseini), como todo musulmán, y que el pasado 29 de marzo tuvieron como invitado a Farrokh Sekaleshfar para que renovase el mensaje del Islam al respecto de los homosexuales. Sekaleshfar explicó que el castigo por la homosexualidad es la muerte, y que hay que exterminarlos sin compasión.

    Nadie le acusará a Sekaleshfar de rigorista, pues la tradición pone en boca de su profeta las siguientes palabras: “Mata a quien sodomice y a quien se deje sodomizar” o “que la maldición de Alá caiga sobre quien haga lo que hacía el pueblo de Lot”, en referencia a Sodoma.

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    Está claro que hay una coherencia entre el crimen masivo que ha cometido en Orlando y la mortal condena del Islam a la homosexualidad, que se había renovado recientemente en su centro religioso, puede que ante sus propios ojos. Quizás esa misma coherencia le llevase a pegar a su mujer por no hacer la colada, otro de los escasos datos que tenemos de Omar Mateen.

    El FBI lo tenía como “persona de interés”, el eufemismo que utiliza para referirse a los sospechosos de colaborar con el terrorismo

    Pero también sabemos otras cosas. El FBI lo tenía como “persona de interés”, el eufemismo que utiliza para referirse a los sospechosos de colaborar con el terrorismo. Las dudas se despejaron justo antes de la masacre, cuando Mateen llamó a la Policía y le informó de que pertenecía al ISIS, y que en su nombre iba a cumplir con los preceptos de Alá. Su padre quizá le conociese poco, o quizá quiso proteger su propia fe del crimen cometido por Omar, al decir que éste no tenía nada que ver con la religión. Pero su padre se hace pasar por el presidente de Afganistan, de modo que mucha credibilidad no tiene, en principio. Al final, el propio autor del asesinato masivo ha hecho ver que hay una relación.

    Si Mateen era un asesino en potencia, si tenía lazos con el islamismo y seguía un comportamiento extraño (tranquilo en apariencia pero sin mayor relación con otras personas), ¿por qué no se hizo nada? Adquirió las armas con las que cometió el múltiple crimen de forma legal cuando ya estaba en el punto de mira del FBI. ¿Por qué no se hizo nada? Quizás para evitar caer bajo la acusación de islamofobia. Desde luego, Omar Mateen no hubo islamofobia.

    Allí ha perpetrado el mayor ataque terrorista en suelo estadounidense desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, y la mayor matanza masiva de la historia del país, por encima de los tiroteos de Sandy Hook (27 muertos), en Connecticut en 2012, y de la Universidad Virginia Tech (32 muertos) en 2007. Entró en el recinto y se puso a disparar contra la muchedumbre. Se parapetó para no recibir él ningún balazo, aunque muy probablemente sabía que no tenía oposición: Estaba en una zona declarada libre de armas, por lo que presumiblemente sólo él podía matar en ese momento. Y así fue. También cogió algunos rehenes, lo cual hace pensar que estaría pensando en negociar una salida. Los SWAP le abatieron antes de que pudiese negociar nada.

    Los compañeros de trabajo de Omar señalan su carácter huraño y solitario. Claramente no era el chico risueño de 19 años que recuerda su amigo, Samuel King. King, una drag queen que entonces era abiertamente homosexual y se dejaba ver una larga melena para acentuar su feminidad, cuenta cómo entonces los dos eran amigos. La primera reacción de King al conocer la noticia fue de incredulidad. “Él era un bromista, y entonces no tenía ningún problema con la comunidad LTGB”, ha dejado escrito en su muro de Facebook.

    Sus compañeros dicen que él últimamente hablaba de “matar” todo el tiempo, de modo que parece que maduraba sus ideas

    ¿Qué ha pasado en estos diez años por la vida de Omar Mateen? No lo sabemos, pero sí se apunta a que se había hecho un musulmán más consciente de su misión como tal en este mundo. Sus compañeros dicen que él últimamente hablaba de “matar” todo el tiempo, de modo que parece que maduraba sus ideas. Al final, Omar desarrolló un odio venal contra los homosexuales, que forman parte de una sociedad abierta como la nuestra, y sintió una llamada personal al atentado contra ellos, sancionada nada menos que por la religión y por las palabras de Alá y su profeta.

    La matanza ha entrado en campaña electoral. Desde el bando demócrata se borra en lo posible el carácter islamista del atentado, lo cual es imposible. Aunque él dijo actuar en nombre de ISIS y la organización terrorista ha reivindicado el atentado, es posible que ellos se enteraran por la prensa de todo el asunto. Eso no desmiente el motor islamista de su múltiple crimen.

    Por otro lado, también se ha querido desviar el asunto hacia la libertad de armas. Acudió a la discoteca con un rifle de asalto y una pistola. Los críticos con la libertad señalan que las adquirió legalmente. Esto es porque los expertos en criminología señalan que la inmensa mayoría de los crímenes se cometen con armas adquiridas ilegalmente. El motivo es que no quieren que se haga un rastreo desde ésta al criminal. En el caso de los terroristas islamistas es distinto.

    Si su última contribución al mensaje de Mahoma les va a catapultar al cielo, por lo que las pesquisas de la Policía no son ya tan importantes. Desde el otro lado, se señala que el club Pulse, donde ha tenido lugar la masacre, era una zona libre de armas, que es donde los asesinos en masa eligen actuar.

    Es muy posible que Omar Mateen sea un “lobo solitario”, una persona que ha decidido matar por su cuenta, en nombre de Alá. Este caso nos hace ver que la tolerancia con la intolerancia islámica va a ser fuente de problemas constantemente.

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    José Carlos Rodríguez es periodista. Forma parte del equipo de ProducciONE, pero en otra vida ha sido redactor jefe de Internacional de La Gaceta, y ha trabajado en la prensa digital en medios como Factual.es, elimparcial.es y libertaddigital.com. También ha colaborado con el semanario Alba, Expresión Económica, La Ilustración Liberal, La Gaceta de los Negocios o la agencia APIE, entre otros.