Ramón Pi: “El islamismo radical se combate con cristianismo radical”

    El veterano periodista habla, en entrevista a Actuall, de su familia, de sus profesiones, de valores, de política...

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    El periodista Ramón Pi /Actuall
    El periodista Ramón Pi /Actuall

    El veterano periodista Ramón Pi opina que recogemos lo que hemos sembrado durante decenios y así, la cosecha consiste en que una parte muy importante de la sociedad está moralmente desarmada.

    A ello suma que no parece haber líderes sociales ni políticos que sepan promover la excelencia, la ejemplaridad, el sacrificio, la generosidad y la constancia. Y nos da una receta para combatir el islamismo radical: llevar una conducta ejemplar, personal y socialmente.

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    Desde que se jubiló tiene más tiempo para dedicarle a su familia, a su mujer, sus hijos y sus 18 nietos y para una de sus aficiones: cantar y actuar cara al público de vez en cuando. De casta le viene al galgo.

    ¿Quién es Ramón Pi? ¿Dónde nació? ¿Cómo era su familia?

    Nací en Barcelona en 1941. Soy el tercero de seis hermanos, todos varones. Nuestros padres nos educaron de acuerdo con dos ejes principales: la fe católica y el buen gusto artístico. Lo primero lo impregna todo. Lo segundo deriva de que mis padres fueron músicos los dos: él tocaba el violín y ella el piano; además, él pintaba como aficionado y ella estudió dibujo en Bellas Artes. Se conservan algunos carboncillos bastante notables.

    ¿Qué educación recibió de sus padres? ¿En qué colegio estudió?

    Hasta donde alcanza mi memoria, tengo el recuerdo de haber sido educado en los valores de verdad, de bondad y de belleza.

    La impronta familiar ha sido en mi vida mucho más profunda que la escolar. Estuve en un parvulario de monjas; entre los siete y los trece años fui alumno de un colegio que dos activos jesuitas habían puesto en marcha en el barrio de Gracia, en Barcelona; después acabé el Bachillerato en un instituto público y los dos Preuniversitarios, de ciencias y letras, los cursé como alumno libre en una academia particular.

    ¿Por qué decide dedicarse al Periodismo?

    Desde mi niñez decía que quería ser médico, seguramente porque lo eran una hermana de mi madre y su marido. Cuando resolví que no quería ser médico, me sometí a unos test de orientación profesional y entre las distintas profesiones para las que tenía dotes naturales escogí el periodismo, sin saber muy bien en qué consistía este trabajo. Estudié periodismo en el Estudio General de Navarra, antecedente de lo que luego fue la Universidad de Navarra.

    ¿Periodista o profesor?

    Periodista. Mi dedicación a la docencia durante nueve años obedeció a la petición de un amigo catedrático, director del Departamento de Periodismo en la Facultad de Humanidades de la Universidad San Pablo-CEU en 2001, a quien le pareció que yo podría transmitir a los alumnos algo del amor al oficio y a la práctica de la profesión. Así que fui contratado como profesor asociado por un módico estipendio.

    Expliqué durante un par de cursos Periodismo Político; durante varios años después impartí un curso confeccionado por mí mismo que podría llamarse «Constitución para Periodistas» o algo parecido. Eso duró hasta que alguna autoridad política educativa decretó que, dada la naturaleza de la materia, ésta debería darse en la Facultad de Derecho. Finalmente, los últimos años enseñé, hasta mi jubilación en 2011, la Comunicación Social en España: historia, empresas, medios, nombres relevantes…

    Ha hecho casi de todo: papel, tv, radio….

    Empecé a ejercer en la Prensa escrita diaria, concretamente en ABC de Sevilla como redactor.  Luego fui corresponsal en Sevilla y más tarde, ya en Madrid, redactor de El Alcázar, de PESA, y de Nuevo Diario; luego corresponsal político de Tele/eXprés y La Vanguardia, de Barcelona entre 1970 y 1986 y finalmente, dirigí el diario Ya, de Madrid hasta junio de 1989. Después envié durante unos años crónicas y comentarios diarios a varios periódicos regionales como freelance.  Al mismo tiempo que trabajaba para diarios fui redactor jefe del semanario La Actualidad Española y colaboré en otras publicaciones periódicas no diarias. Y dirigí también una agencia de noticias y colaboraciones, la agencia Multipress, de la que también era dueño con algunos socios en lo que, con el tiempo, fue el Grupo Recoletos.

    En cuanto a la radio, el golpe de Estado fallido de febrero de 1981 abrió las puertas de la radio a los comentaristas políticos reclutados en la Prensa escrita. Primero con comentarios y más tarde, hasta hoy mismo, con las tertulias, he recorrido las grandes cadenas nacionales (la SER, Onda Cero, Radio Nacional, la COPE).

    Y desde 1997 hasta mi jubilación he hecho en el Grupo Intereconomía Prensa escrita con La Gaceta, radio en Radio Intereconomía y Radio Inter, y televisión en Intereconomía TV, aunque en televisión empecé en 2000 haciendo un programa llamado «Argumentos», primero en una emisora del Arzobispado de Madrid llamada TMT, y luego en Popular TV. El programa que dirigí y presenté en Intereconomía se llamaba «Alguien tenía que decirlo».

    Mi maestro universitario, Antonio Fontán, me dijo cuando me disponía a empezar mi vida profesional: «Si en este oficio quieres ser famoso, haz televisión; si quieres ser popular, haz radio; pero si quieres ser importante, escribe en los periódicos».

     

    ¿Con qué tipo de medio se queda?

    Mi maestro universitario, Antonio Fontán, me dijo cuando me disponía a empezar mi vida profesional: «Si en este oficio quieres ser famoso, haz televisión; si quieres ser popular, haz radio; pero si quieres ser importante, escribe en los periódicos». La experiencia de mis cincuenta y tres años de vida activa me ha demostrado que su visión era muy realista.

    ¿Cree que es una profesión valorada? ¿Y remunerada?

    En 1962, los de mi promoción salimos al mundo con el propósito consciente de contribuir a dignificar la profesión de periodista. España era una dictadura y había que resistir a la tentación del servilismo cómodo. Creo que entre 1970 y el fin de siglo la profesión pasó por un cuarto de siglo en que hubo bastante decoro profesional, en general, en prensa y radio (con las excepciones de las revistas chocarreras de todos conocidas). Sin embargo, la experiencia de las televisiones privadas ha sido manifiestamente mejorable y la concentración de los medios ha producido una raza de empresarios de comunicación decididamente penosa, con muy pocas, aunque brillantes, excepciones.

    La remuneración de los periodistas ha caído en picado desde la crisis económica y me temo que tardará mucho tiempo en que esta situación se regenere, hoy rayana en la putrefacción.

    ¿Cree que Internet ha sido la gran revolución para el periodismo?

    Desde el punto de vista meramente instrumental, la aparición de Internet ha producido un gran cambio en la percepción que se tiene del periodismo: ha hecho creer que cualquiera puede ser periodista porque en su móvil dispone de una cámara de fotos y vídeo y tiene acceso a mucha documentación. La consecuencia ha sido la degradación de la profesión.

    ¿Pensó alguna vez en la desaparición definitiva del papel?

    No creo que el papel vaya a desaparecer. Al menos, no creo que yo vaya a verlo.

    ¿En qué han cambiado las cosas en el Periodismo desde que usted comenzó su andadura?

    El periodismo sigue siendo el de siempre. Pero el periodismo refleja a la sociedad y las cosas han cambiado mucho en la sociedad, sobre todo moralmente. El periodismo refleja todo eso y es también víctima de esos cambios.

    ¿Estamos hartos de tanta información política?

    No creo que haya tanta información política como para producir un hartazgo general.

    Ramón Pi, en la presentación del cuarto CD de "invertigators", la formación vocal de barbeshop harmony en la que es bajo. /Facebook
    Ramón Pi, en la presentación del cuarto CD de «invertigators», la formación vocal de barbeshop harmony en la que es bajo. /Facebook

    Y, además, canta…

    Sí, sigo cantando en el coro de cámara «Cantiga» y también en el cuarteto de barbershop harmony «Investigators», y actuando cara al público de vez en cuando. Ya he dicho que la afición a la música me viene desde la infancia: interpretar y también escuchar, en directo y en grabaciones.

    ¿Otras aficiones?

    También me gusta salir con mi mujer en el coche a ver piedras ilustres que tanto abundan en España, y aderezar esas excursiones con nuestra extraordinaria gastronomía. España es uno de los países del mundo en los que mejor se come y se bebe.

    ¿Cuál es su plato y su bebida favorita?

    No tengo plato favorito; depende de la temporada, del sitio y de mi estado de ánimo. En cuanto a bebida, el buen vino.

    ¿Dónde le gustaría viajar próximamente?

    Me gustaría volver a Florencia o a Roma.

    ¿Casado con cuatro hijos? ¿Tiene tiempo para su familia?

    Mi mujer y yo tenemos cuatro hijos y 18 nietos. Desde que me jubilé tengo más tiempo para la familia, evidentemente.

    ¿Qué opina su mujer de su profesión?

    Mi mujer opinaba que el periodismo es un oficio de solteros, porque la principal ocupación del cónyuge de un periodista es esperar. Ahora ya no sé lo que opinará, dada mi condición de pensionista.

    ¿Cómo cree que se puede combatir al islamismo radical?

    Con el cristianismo radical.

    “El cristianismo radical, en resumen, es llevar una conducta ejemplar, personal y socialmente, que induzca a todos a la misma reacción de los paganos antiguos hacia los primeros cristianos: mirad cómo se quieren”

    ¿Qué es para usted cristianismo radical?

    La aspiración personal a la santidad: el seguimiento de Jesús y el amor al prójimo. El cumplimiento de los deberes hacia Dios y hacia los demás. El respeto a la propia dignidad y a la libertad de los demás. El decir siempre la verdad, no calumniar, no murmurar, no injuriar, no fornicar, no robar, no matar. Respetar a los padres, cumplir los deberes cívicos, pagar las facturas y los impuestos, no estafar. No mentir. No mentir. No mentir.

    En resumen, llevar una conducta ejemplar, personal y socialmente, que induzca a todos a la misma reacción de los paganos antiguos hacia los primeros cristianos: mirad cómo se quieren. Y yo añadiría: mirad cómo sonríen.

    ¿Está tomando conciencia la sociedad española de la realidad de los cristianos perseguidos en el mundo?

    No lo creo. En los medios parece existir una especie de conspiración de silencio sobre las persecuciones contra los cristianos, mucho más numerosas y cruentas que en los primeros siglos del cristianismo.

    ¿Qué opina del ataque laicista que sufre España?

    Que es la cosecha de lo que hemos venido sembrando entre todos desde el Vaticano II hasta ahora. Los laicistas han percibido que los católicos están debilitados y arrecian sus presiones.

    ¿Cree que los católicos deberían hacer mayor demostración pública de su creencia? ¿Otro gallo cantaría?
    Me conformaría con que los católicos hiciéramos mayor demostración privada de nuestra fe.

    Asesor de la CEE en Familia y Vida. ¿Por qué y cómo llega allí? ¿Qué años? ¿En qué consistía su asesoramiento?

    En 1990, el cardenal Suquía me ofreció incorporarme al recién creado Comité Episcopal para la Defensa de la Vida, que estaba presidido por el cardenal Jubany. En ese Comité (compuesto por una veintena de especialistas en Teología, Genética, Medicina, Enfermería, Derecho y Familia) mi labor consistió en escribir en un lenguaje asequible para profanos, pero sin perder por eso la precisión y la solvencia requerida en un documento de la Conferencia Episcopal, los textos que el Comité discutía y preparaba. El Comité realizó y publicó dos documentos en forma de preguntas y respuestas, uno sobre el aborto y otro sobre la eutanasia, y preparó un tercero sobre el sida que editó un organismo del Arzobispado de Valencia.

    A mediados de la década de los 90 se constituyó en la Conferencia Episcopal la Subcomisión de Familia y Vida, dependiente de la Comisión de Apostolado Seglar. Con este motivo se disolvió el Comité  y sus miembros fuimos incorporados a un muy numeroso Consejo Asesor que se creaba en la Subcomisión. Que yo sepa, este Consejo Asesor no se ha reunido nunca, o por lo menos yo no he sido convocado. Tampoco sé si sigue existiendo, pues en la web de la Conferencia Episcopal no aparece.

    ¿Cree que llegará el aborto cero?

    No. Como nunca llegará el homicidio cero o la estafa cero. El problema no es ése, sino que mientras el homicidio y la estafa están castigados por la ley en todo el mundo, el aborto provocado está consentido y en algunos lugares alentado y protegido.

    ¿Qué opina de la ideología de género?

    Creo que es una ideología disolvente de la sociedad, que va contra la razón y, en consecuencia, va también contra los fundamentos de la civilización. En Occidente, que es donde con mayor virulencia trata de implantarse, va además contra los pilares de nuestra cultura, que son la filosofía griega, la religión cristiana y el derecho romano. Es imposible extenderse en una pregunta como la presente. Así que, como en el chiste del vasco y el sermón sobre el pecado, no soy partidario.

    ¿Cree que la familia natural se está destruyendo?

    Creo que hay fuerzas poderosas que tratan de destruirla, pero dudo que logren su propósito. La institución familiar puede quedar dañada en la legislación de algunos países, pero la familia natural perdurará mientras perdure el paso del hombre por la Tierra.

    “PP y PSOE han convertido el saludable bipartidismo imperfecto en un corrupto duopolio casi perfecto”

    ¿Qué balance hace de la realidad política española?

    Me parece que la realidad política refleja bastante bien la realidad social, aunque con una importante anomalía que consiste en que un sector significativo de la sociedad, de gentes honradas de clases medias y populares, carece de expresión política en forma de un partido que represente sus intereses. Hay bastante gente que aún piensa que el Partido Popular y el Partido Socialista son esa expresión, pero creo que ya no es así. Esos partidos han convertido el saludable bipartidismo imperfecto en un corrupto duopolio casi perfecto. Han recibido un castigo importante, pero este tipo de fenómenos requiere su tiempo y ahora estamos viviendo precisamente el proceso de sustitución de esos partidos por otros que aún no sabemos ni cuáles ni cómo serán.

    ¿Por qué cree que hemos llegado a este desolador panorama?

    Porque una parte muy importante de la sociedad española está moralmente desarmada, no sabe (y no le importa) distinguir lo que está bien de lo que está mal, se mueve por espasmos sentimentales, consume pornografía a manos llenas y ha perdido toda noción de excelencia, ejemplaridad, sacrificio, generosidad, constancia y demás valores que considera antiguos o en desuso. Y porque no parece haber líderes sociales ni políticos que sepan promoverlos. Recogemos lo que hemos estado sembrando durante decenios.

    Haga porra sobre lo que va a pasar o saque su bola de cristal… ¿Cree que va a gobernar PSOE-Podemos?

    No lo sé. Es posible.

    ¿Necesita una regeneración el PP?

    Creo que ya es demasiado tarde para hablar de regeneración. Me temo que hay que hablar de sustitución.

    ¿Qué cree que va a pasar con el órdago independentista? ¿Y qué consecuencias tendrá?

    Creo que a corto plazo España no se va a romper. Las tensiones continuarán y el clima de la convivencia se resentirá todavía más, pero España seguirá territorialmente íntegra. Lo que pase a medio y largo plazo no lo sabe nadie.

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    Cuenta con más de 20 años de experiencia profesional en redacción de noticias, gestión de contenidos informativos, gestión de medios de comunicación, relación con periodistas y comunicación corporativa. La mayor parte de su carrera profesional la ha desarrollado en Europa Press, donde concluyó su etapa profesional como subdirectora de Sociedad. Ha sido profesora colaboradora de la Universidad San Pablo CEU y de la Villanueva. Ha sido directora adjunta de este diario y ahora es columnista de opinión. Colabora, además, con varios medios de comunicación y desarrolla Comunicación Corporativa para varias empresas y asociaciones. Es licenciada en Periodismo y doctora en Ciencias de la Información por la Universidad San Pablo CEU.