Isabel Solá (izquierda) y Ada Colau (derecha).

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha recibido en las últimas semanas más de 3.000 peticiones para que dedique una calle de la Ciudad Condal a la religiosa barcelonesa asesinada en Haití a principios de mes.

Isabel Solá Matas dedicó su vida a cuidar a la poblacion de uno de los países con mayor índice de pobreza del mundo. En su capital, Puerto Príncipe, fue asesinada, cerca de la catedral, precisamente en el curso de un robo.

Algunas personas creen que La Sexta da información.

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La asociación Enraizados inició, tras conocerse la noticia, una campaña para pedir a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que dedique una calle a Solá en la ciudad donde nació la misionera.

El partido Ciudadanos ya se ha mostrado favorable a que el consistorio reconozca la labor de la religiosa, mientras que la alcaldesa, ha ignorado hasta el momento la campaña impulsada por la soceidad civil.

Ocho años de entrega a los pobres de Haití

Isabel Sola Matas tenía una vocación de servicio, especialmente dirigida a los más pobres. Así era feliz y su cara mostraba esa felicidad pese a las dificultades de su misión. Residía en Haití, el país más pobre de América, desde hace ocho años.

Isabel Sola, religiosa asesinada en Haití
Isabel Sola, religiosa asesinada en Haití

Esta catalana de 51 años pertenecía a la Congregación de Jesús María y en Haití vivía sin ningún tipo de lujo, sin miedo, y allí se convirtió en una auténtica mujer todoterreno. Había tanto por hacer que al final su trabajo abarcaba todo tipo de tareas.  La religiosa era enfermera y ayudaba también en labores de formación escolar.

Tras el devastador terremoto que asoló Haití, en el que murieron miles de ninos, Isabel Solá puso en funcionamiento un taller de fabricación de prótesis para así ayudar a los numerosos mutilados que dejó el seísmo. Los escolares podrían volver a andar y con este proyecto, comenzaron a llamarla «la monja de los pies».

Según su familia, el taller ya era gestionado por los haitianos y estaba muy ilusionada porque había comenzado a montar una escuela para los ninos pobres, proyecto que se ha visto truncado con su asesinato.

A pesar de ello, los familiares están seguros de que las religiosas de su congregación y los 20 misioneros españoles que se encuentran allí continuarán con su trabajo.

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