Carlos Rodríguez Braun
Enemigos de la familia
Es en la familia donde comenzamos a acumular el capital más importante, cuyo rendimiento nos beneficiará en el futuro: el capital humano. Los “dulces lazos” de la familia, de los que se burlaban Marx y Engels son reales y efectivos y preservan la dignidad y los derechos de las personas.
Paganismo moderno
El paganismo no solo es compensado con fantasías como la divinización del medio ambiente sino con la pérdida de otros valores. La sobrevaloración de la gratificación inmediata desactiva nuestra prudencia, desincentiva el ahorro y nos prepara para un sometimiento al poder político.
Adam Smith y los talentos
Los socialistas que apelan a la Biblia tendrán muchas dificultades con la Parábola de los talentos. Incluso para establecer una alegoría espiritual, Jesús recurrió a ejemplos de ingresos económicos y financieros, y a una distribución que no encaja con los cánones políticamente correctos.
Dios, la libertad y los nuevos presidentes americanos
Siempre es un alivio encontrar, como una luz en la oscuridad, referencias a Dios en los simbólicos compromisos iniciales. Allí también podemos descubrir otros motivos para la alegría: las numerosas referencias a la libertad.
Capitalismo y moral
La norma, tanto a derechas como a izquierdas, es que las reprobaciones éticas del capitalismo no ponderen la moral del anticapitalismo. La derecha que simpatiza con el catolicismo centra sus críticas al capitalismo en el consumismo, porque nos desvía de nuestras obligaciones morales y religiosas.
Fratelli Tutti y el liberalismo
Si somos todos hermanos, no les será fácil a los antiliberales de todos los partidos convencernos de que la Iglesia rechaza la opción liberal de respetarnos a todos. La Iglesia tiene una larga tradición de subordinar la propiedad de las personas al “destino común de los bienes creados”.
Cristianos capitalistas
Si el mercado libre es irreconciliable con la moral cristiana, entonces, no puede haber tal cosa como cristianos capitalistas. El análisis de la riqueza lleva concluir que la clave del capitalismo no es la codicia, ni siquiera la competencia; la clave es que permite la creación de riqueza.
El cuento del Papa socialista
El Papa no es liberal, ni antiliberal, porque la Iglesia no es para liberales ni para antiliberales, no es para capitalistas ni para socialistas, sino para todos. Todos. Universal. Los papas suelen ser católicos. Francisco también, incluso cuando habla del tema que es más cercano a su corazón: los pobres.
Socialismo y moral
El socialismo no solo no ostenta ventaja moral alguna, sino que en realidad es moralmente inferior a sus alternativas. Los socialistas de cualquier condición no tienen razón cuando se presentan como paradigmas del progreso moral, cuando lo son del atraso.