En casi toda España -16 de las 17 comunidades autónomas-, las mujeres son ya mayoría en la carrera judicial. Dicho de otro modo: hay más ‘juezas’ (no me lo volverán a leer a menudo) que jueces. Un brindis por la ‘justicia heteropatriarcal’.
¿Recuerdan la Manada? Bueno, me refiero, claro, a la que se quedó con el copyright del nombre, porque después hemos sabido de siete u ocho ‘manadas’ más, brutales violaciones en grupo, en ocasiones sobre menores de edad, de las que no hemos sabido gran cosa por los grandes medios ni han despertado la cólera feminista ni lanzado a la calle a millones de indignadas vociferantes, por la sencilla razón de que los perpetradores de estas violaciones grupales sucesivas pertenecían a ‘colectivos’ protegidos de la progresía, y el feminismo es solo conveniente como arma para la izquierda y absolutamente nada más.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
Suscríbete a Actuall y así no caerás nunca en la tentación.
Suscríbete ahora¿Recuerdan, repito, la Manada? Lo que encendió supuestamente la mecha de una indignación tan espontánea como un ballet en el Real no fue que no les detuviera la policía o que les dejara marchar, ni siquiera que fueran hallados culpables, sino que la condena no fue tan brutal como esperaban quienes, por lo demás, defienden invariablemente un suavizamiento de las penas.
La teoría venía a ser que los reos no tuvieron la pena que merecían porque los jueces son hombres, y barren para casa y protegen el machismo institucional o cultural o yo no sé ya cuál sea hoy el término de moda.
Bueno, pues ya hay más mujeres que hombres entre los jueces, y esta disparidad a favor de la magistrada no va a hacer más que aumentar en el futuro próximo, por la sencilla razón de que hay más opositoras que opositores, más licenciadas que licenciados y más universitarias -también en las facultades de Derecho- que universitarios.
El dato nos lo cuenta el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en una nota en la que asegura que el número de mujeres “es igual o mayor al de los hombres entre los jueces y magistrados de quince Comunidades Autónomas. Este dato confirma la tendencia al alza del número de mujeres en la Carrera Judicial, pues hace cinco años, el 1 enero de 2014, la cifra de juezas y magistradas no llegaba al cincuenta por ciento en un total de ocho territorios. Este y otros datos figuran en el ‘Informe sobre la estructura de la carrera judicial a 1 de enero de 2019’, elaborado por el Servicio de Estadística del Consejo General del Poder Judicial”.
Ya se ha alcanzando la dichosa paridad, e incluso se ha superado por el otro lado y, siendo la tendencia la que es, en pocos años las mujeres superarán con creces, e una proporción significativa, a los varones en la magistratura
A principios de este año, sólo en la Comunidad de Aragón, con un 48,7 por ciento, y en la Región de Murcia, con un 45,5 por ciento, el número de mujeres entre los jueces y magistrados no ha alcanzado el cincuenta por ciento del total, aunque también en esos territorios, muy próximos a ese porcentaje, la tendencia se mantiene al alza.
Las Comunidad Autónoma en la que más juezas y magistradas hay vuelve a ser el País Vasco (61,6 por ciento), donde el porcentaje de mujeres se mantiene de forma ininterrumpida por encima del 60 por ciento desde el año 2013.
El segundo territorio con más mujeres en la Carrera Judicial es este año la Comunidad de Madrid, con un 58 por ciento; seguida por Galicia (57,9 por ciento), Comunidad Valenciana (57,1 por ciento) y Cataluña (56,7 por ciento).
Ya se ha alcanzando la dichosa paridad, e incluso se ha superado por el otro lado y, siendo la tendencia la que es, en pocos años las mujeres superarán con creces, e una proporción significativa, a los varones en la magistratura. Y en ese momento, pensarán ustedes, quienes llevan tanto tiempo sermoneándonos sobre la importancia de la igualdad y la paridad y todo eso, insistirán en que se promueva la entrada de varones en la carrera judicial, ¿verdad?
Ya, era una broma. Por supuesto, se celebrará el cambio y se procurará olvidar rápidamente el asunto pasando a otro sector en el que todavía dominen los varones, porque las feministas nunca han querido igualdad, sino venganza. En su imaginario, el hombre lleva al menos desde que existen las civilizaciones conocidas oprimiendo y sojuzgando a las mujeres, y ahora nos toca a nosotras. Nadie cree de verdad que pueda darse un perfecto equilibrio al cincuenta por ciento en nada realmente serio, mucho menos una situación que fuerce a las feministas a reconocer que ya son iguales al hombre y se disuelven. Nunca se trató de eso. Se trató, para esa exigua minoría que controla el discurso, de que ahora mandamos nosotras.