Las andanzas del líder de la CUP, esa reala política de anarquistas asamblearios surgida como un absceso en las posaderas del independentismo catalán, me han recordado a una saga de personajes que reptaron renegando de su esencia y su historia en la España invadida por los musulmanes.
El ejemplar alfa del muestrario de esta raza de traidores muladíes dispuestos a la metamorfosis más evidente quizá sea la de aquél Conde Casio que, por mantener sus dominios a medio camino entre Ejea de los Caballeros, Tudela y Tarazona, patria chica del gran Paco Martínez Soria, trasmutó sus orígenes y sus lealtades. Su descendencia respondió desde entonces al antropónimo de los Banu Qasi (hijos de Casio).
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraDavid Fernández, ahora ‘Fernàndez’, vino a este mundo en Barcelona allá por 1974, donde sus padres, zamoranos, impulsaban con su sudor la apuesta emprendedora de la burguesía catalana. Es de suponer que sus progenitores le hablaran con frecuencia y añoranza de su ciudad de origen, de su castillo y de la plaza de Viriato; de las Aceñas de Olivares o de la casa del Cid.
El ‘nen de la sandalia’
Sin embargo, el ‘nen de la sandalia’, con la que amenazó en un acto de exquisitez parlamentaria a Rodrigo Rato durante una comisión de investigación sobre Bankia en 2013, abandonó la carrera de Ciencias Políticas, trabajó de chapista y posteriormente se echó en brazos de las revistas clausuradas por su vinculación con ETA “Ardi Beltza” y “Kale Gorria”. También colabora con Gara.
No crean que el Banu Qasi del barrio de Gracia sólo causa temor. También, en ocasiones, lástima. Imagínenselo a lo «Full Monty» ante 850 personas. Sucedió.
Y comenzaron las insensateces
Tras el 27-S, la CUP, cuya candidatura encabeza, empezó a decir insensateces como la de la presidencia rotatoria, hasta que la libertad y el asamblearismo se tronaron en autocensura. Al parecer, el jueves de esta semana revelarán si apoyan finalmente a Mas al frente de la Generalidad Catalana, o aúpan a Mr. Proper Romeva.
Quien fuera europarlamentario de IC-V, desde luego, tiene algo que les debe encantar a los de la CUP: llamó “criminal” a Benedicto XVI y, lo que es mejor, pidió una sanción ante la Comisión Europea contra el central portugués del Real Madrid, Pepe, por haber pisado a Messi, tótem del pancatalanismo futbolístico. Como todo el mundo sabe, la ciudad de Rosario forma parte de las plazas de Cataluña en ultramar.
Pero volvamos a Fernández. Él, junto a sus nueve compañeros de escaño, tiene ahora la oportunidad de apuntalar a la lista independentista del candidato escondido en cuarta fila. Aquél al que durante la campaña le negaba el pan y la sal. Aquél con el que, pocos meses atrás, se fundía en un emocionado abrazo durante el butifarrendum del 9-N.
«Pidió una sanción ante la Comisión Europea contra Pepe, el central portugués del Real Madrid»
Los Banu Qasi, por mor del abrazo a la media luna prácticamente al principio de la invasión musulmana, lograron mantener sus dominios y prebendas hasta mediados del siglo IX. En aquellos años no les fue nada mal. Llegaron incluso a gobernar en Zaragoza, y hasta en Pamplona. Su década de mayor esplendor fue el preludio de la disolución de su huella en la historia. Poco después perdieron el apoyo de los omeyas y se apagaron sus días de dominio.
¿Serán los días de gloria de David Fernández también preludio de su evaporación del escenario político español?