Desmontando la #HuelgaFeminista8M

    Muchos sabíamos lo que iba a pasar. Y pasó. La huelga ‘feminista’ del pasado 8 de marzo no fue ni huelga, ni feminista. Fue una demostración (la enésima) de la extrema izquierda y de su odio al hombre y a España, a todo lo que huela a estabilidad y a unidad social.

    0
    Una mujer, en actitud agresiva puño en alto, durante una manifestación feminista en Madrid /EFE
    Una mujer, en actitud agresiva puño en alto, durante una manifestación feminista en Madrid /EFE

    Sé cómo funcionan estas cosas, así que para curarme en salud proclamo a los cuatro vientos que entiendo a cualquier colectivo que quiera luchar por sus derechos, pero entre la lucha digna y la manipulación voluntaria hay un gran trecho. Seguramente muchas mujeres hayan ido a apoyar a sus camaradas de sexo porque a priori lo que representa pueda ser real pero, como voy a explicar, detrás de los abrazos y las sonrisas se esconde un odio irracional destilado para confrontar a la sociedad por enésima vez.

    Dicho esto, vayamos al grano.

    Algunas personas creen que La Sexta da información.

    Suscríbete a Actuall y así no caerás nunca en la tentación.

    Suscríbete ahora

    Reconozcámoslo. Todos deseábamos que tuviera lugar de una vez por todas esta autodenominada ‘huelga feminista’ del 8 de marzo. Después de semanas de intensa propaganda y de tópicos desmontados mil y una veces, los ánimos de unos –los participantes- y otros –los espectadores de tal circo- estaban ya cargaditos.

    “Sin nosotras el mundo se para”, era el lema. Y no solo no se paró (¡oh, sorpresa!), sino que siguió funcionando. Y esto es lo que más me extraña. Todas los telediarios abrieron con este acontecimiento histórico, con el punto de inflexión que cambiaría el mundo para siempre (risas de fondo). Los presentadores alardeaban de cómo las redacciones estaban vacías y de que estaban haciendo el noticiario “bajo mínimos”. Y ahí pensamos muchos otros periodistas: “Si todas las periodistas de estas redacciones están en la huelga y el telediario sigue adelante como si no hubiera pasado nada, ¿qué pintan entonces en las redacciones las huelguistas?”.

    Elucubraciones mentales aparte, lo que fue evidente es que ni la huelga fue huelga –más bien un paro patronal como me comentó un usuario por Twitter-, ni fue feminista –odiar al hombre, pedir su muerte y su silencio e intentar equiparar a la mujer en el espejo del hombre en vez de en su feminidad tiene poco de igualitario-.

    Uno de los mitos es el de la brecha salarial. Las empresas pagan lo mismo a hombres y mujeres, aunque solo sea porque están obligadas por ley. Según el artículo 28 del Estatuto de Trabajadores, “el empresario está obligado a pagar por la prestación de un trabajo de igual valor la misma retribución, satisfecha directa o indirectamente, y cualquiera que sea la naturaleza de la misma, salarial o extrasalarial, sin que pueda producirse discriminación alguna por razón de sexo en ninguno de los elementos o condiciones de aquella”. Maldita ley que proclama la igualdad de sexos en las empresas, ¿verdad? Si las ‘feministas’ se refieren al plus de peligrosidad, en lo cual es cierto que hay más hombres que lo cobran que mujeres, habría que pedir a las mujeres que exigiesen cuotas no solo en los puestos directivos de las empresas y en los puestos mejor remunerados, sino también en la construcción, en el mantenimiento de carreteras, en desactivadores de explosivos, en limpieza de alcantarillas, en basureros, etc., etc. Tontas no son, pero hipócritas sí. ¿Cómo yo, mujer, voy a trabajar de eso? Eso es para hombres… ¿No querían igualdad? Tomen dos tazas…

    Lo de ayer fue una broma de mal gusto. Miles de mujeres manipuladas con el único interés de enfrentar más a la sociedad, donde los únicos que van a sacar tajada son los políticos

    La brecha salarial, si existiera, quizás también tendría que ver con que hombres y mujeres eligen trabajos distintos ya que los intereses de unos y otros son diferentes. El Estado se preocupa de gastar cantidades ingentes de dinero en igualar a la mujer en todos los ámbitos pero las propias mujeres (libres, por cierto) siguen eligiendo trabajos diferentes a los hombres, en especial aquellos en los que se refiere habilidades sociales. ¡Malditas mujeres libres que escogen libremente su futuro laboral! Lo que llaman “el techo de cristal” ni es techo ni es nada. Las mujeres ya representan la mayoría de los licenciados de España (66%) en comparación con los hombres (52,7%). Uno de los niveles más altos de la OCDE. ¡Maldito heteropatriarcado opresor!

    Siguiendo con la brecha salarial, las mujeres trabajan menos horas que los hombres, ergo la remuneración será menor ya que se paga por horas trabajadas, no en función de los genitales. Más de dos millones de mujeres trabajan a tiempo parcial, mientras que solo hay 776.000 hombres con este tipo de contrato, lo que significa de media unos 10.000 euros menos al año. Si nos basamos en datos de Inspección de Trabajo, tan solo el 0,1% de las multas por inspecciones laborales es por trato desigual. ¡Maldita hemeroteca!

    Prosigamos. Otro de los mitos es que las condiciones laborales de las mujeres son peores que las del hombre. Ya hemos hablado de los trabajos donde las ‘feministas’ no piden cuotas pero hablemos de accidentes y víctimas laborales. En el año 2016 los hombres tuvieron 339.599 accidentes laborales y murieron 461; mujeres, 149.666 y 35 víctimas. Los datos son del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. ¿También van a pedir cuotas para que mueran igual?

    También aseguran que hay más mujeres pobres que hombres. ¿Seguro? En la última encuesta sobre personas sin hogar de 2012 del Instituto Nacional de Estadística se recogía un total de 22.938 personas sin techo, de las cuales 18.426 son hombres y 4.513 mujeres. Estamos hablando de una proporción de 4 a 1. Lo que se callan, no vaya a ser que se les acabe el momio, es que cada vez hay más hombres en la calle y suicidándose por la maldita ley de violencia de género (entre otras causas), que favorece siempre a la mujer y viola la presunción de inocencia del hombre. Esto significa que en muchas ocasiones, además de perder la patria potestad de los hijos, pierde la vivienda en favor de la mujer. Según la Organización Mundial de la Salud, en el año 2012 se registraron 804.000 suicidios en todo el mundo. La tasa de suicidios entre las mujeres de ocho por cada 100.000 mientras que las de hombres es de 15 por cada 100.000. ¡Maldito heteropatriarcado opresor!

    Otro dato de vital importancia es que España es el quinto mejor país del mundo para nacer mujer, según el Instituto Georgetown y recogido por el World Economic Forum. Es decir, de 194 países soberanos reconocidos por la ONU, España ocupa el quinto lugar… ¡Maldita España heteropatriarcal, fascista y opresora!

    No pasemos por alto el apoyo de las élites empresariales, financieras y mediáticas, de casi todos los partidos… ¡hasta de la Reina y parte del clero! ¿Revolución de verdad o de color ‘Soros style’? Cuando un revolucionario tiene detrás a todo el establishment es que, o no es revolucionario, o las intenciones son diferentes a las que se predican (léase ingeniería social).

    Lo de ayer fue una broma de mal gusto. Miles de mujeres manipuladas con el único interés de enfrentar más a la sociedad (por si no lo estábamos suficiente), donde los únicos que van a sacar tajada son los políticos (en especial Podemos) y las asociaciones regadas de millones de euros de dinero público. Todo el manifiesto presentado es una sarta de mentiras que se desmontan con las estadísticas públicas que acabo de mostrar. ¿O quizás el mismo Estado que financia esta falsa revolución habrá mentido en las estadísticas? Ninguna asociación ‘feminista’ ha investigado lo más mínimo estos datos porque saben que su castillo tiene una base de naipes y no aguanta el más mínimo análisis crítico. Tampoco he visto estas estadísticas en un medio generalista.

    La manifestación no fue a favor de la mujer, no, fue en contra de España:


    Fue en contra de la educación y de las mismas mujeres:

    Fue en contra de los disidentes de esta nueva religión de Estado (otra más si contamos la ideología de género):

    Fue en contra de las madres y abuelas que tanto han hecho por la familia, núcleo fundamental de la sociedad -y en especial de la española- durante generaciones (lo de este periodista de CTXT es una vergüenza):

    Fue en contra de la civilización misma, de la educación, del buen gusto y del sentido común:

    Y fue en contra del hombre, del trabajador que no se deja engañar y se parte el lomo para levantar el país que otros tantos pretenden destrozar. Para estos no hay subvenciones millonarias, pero sí desprecio:

    Cuando veo a estas mujeres malcriadas entre algodones que no saben lo que de verdad es ser inferior por ser mujer (Occidente es un paraíso comparado con otros lugares), me acuerdo de mis abuelas, mujeres de la Guerra Civil que trabajaron y lucharon para construir un país desde cero, que formaron familias con la ayuda de mis abuelos, que me educaron en la justicia, en la igualdad, en el honor… que me enseñaron lo que es luchar por uno mismo, que me mostraron la dulzura y la energía de la mujer –incombustible, por cierto-, que nunca dieron nada por vencido y lucharon por sí mismas, por sus maridos y su familia… Cuando me acuerdo de ellas (que en paz descansen) y las comparo con la mujer de hoy en día, solo puedo entristecerme y preguntarme qué diablos ha ocurrido para llegar a esto.

    Podría seguir escribiendo hojas y hojas sobre este tema, pero tengo la esperanza de que muchas personas abran los ojos ante el horror de un movimiento que está destruyendo a la mujer y, por extensión, a la sociedad entera.

    Para despedirme os dejo aquí el ‘Manifiesto contra el feminismo actual’ del grupo Femidisidencia.

    Larga vida a la cordura, o lo que queda de ella.

    Comentarios

    Comentarios