Dos preguntas: ¿seguirá Maduro?, y ¿vendrá la democracia o continuará el chavismo?

    Maduro debe estar pensando ya en hacer las maletas. Aunque no lo diga. La primera pregunta es saber si se va a ir, y la segunda si, lo que vendrá será una democracia o un chavismo sin Maduro.

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    Valla publicitaria para unas elecciones en Venezuela con Chávez y Maduro de protagonistas
    Valla publicitaria para unas elecciones en Venezuela con Chávez y Maduro de protagonistas

    Nicolás Maduro está en la cuerda floja. El sucesor del Gorila Rojo ha sido noqueado políticamente por la exitosa consulta popular convocada por la Asamblea Nacional.

    Nadie podía creerlo. Resulta que un plebiscito organizado por la oposición, en contra del Gobierno, en durísimas condiciones, bajo la amenaza de las milicias paramilitares chavistas, y votan más de 7 millones y dicen “No” al dictador Maduro.

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    Es toda una proeza política que obliga a Maduro a mover ficha. Ahora es él quien tiene que demostrar que realmente tiene al pueblo de su lado.

    ¿Existe riesgo de guerra civil?, ¿seguirá Maduro?, ¿seguirá el chavismo con el “número dos” Diosdado?…

    ¿Qué puede pasar?, ¿existe riesgo de guerra civil?, ¿seguirá Maduro?, ¿seguirá el chavismo con el “número dos” Diosdado?…

    Por lo pronto, el Gobierno debe responder ante el ultimátum de Unidad Democrática. O retira la Constituyente, con la que trata de perpetuarse en el poder, o se enfrenta primero con una huelga general y segundo con un Gobierno paralelo montado por la oposición.

    Puede que Maduro acepte esos términos –de boquilla- para ganar tiempo, pero se queda sin margen para continuar haciendo el paripé.

    Estos son los tres escenarios posible que se abren en esta encrucijada.

    1. División del país y guerra civil.

    Aunque el cardenal Urosa cree que no, el país se dividiría dramáticamente en dos si Maduro hace la Constituyente y obtiene una amplia participación (entre 5 y 10 millones de ciudadanos), porque automáticamente se intensificaría la protesta civil y se recrudecería la represión.

    Parece un tanto improbable, ya que no parece que Maduro cuente con mucho respaldo.

    Maduro sabe que si deja el poder va directamente a la cárcel

    2. Transición concertada.

    Si la Constituyente registra baja participación (entre 3 y 4 millones), se intensificará la protesta civil, habrá huelga general y un gobierno paralelo, y Maduro perderá aliados “chavistas”. La presión interna combinada con la internacional puede ser efectiva y dar paso a una transición concertada entre oposición y Gobierno.

    Quizá sería el primer paso para el regreso de una democracia real. Sobre el papel, el escenario es probable, pero el desenlace imprevisible, ya que Maduro sabe que si deja el poder va a parar directamente a la cárcel.

    3. Se va Maduro pero sigue el chavismo.

    Otra variante de Constituyente con participación exigua y presión popular, es que un sector de chavistas posibilistas pacte un Gobierno de transición, que Maduro se vaya o sea derrocado, pero que los chavistas siguen controlando los resortes de poder, bajo su apariencia de pacto con la oposición.

    No es improbable. No se puede olvidar que Maduro no es más que la punta del iceberg y que puede haber un chavismo sin él. Quien manda realmente en Venezuela es el coctel de militares, políticos y empresarios del narcotráfico: la oligarquía chavista, conectada con el régimen cubano.

    Y desmontar ese mecano es muy difícil.

    Estos escenarios, evidentemente son limitados. Habrá que observar los próximos días: la capacidad del “Movimiento Libertador” de materializar los resultados de la consulta en acciones realistas, viables y eficaces; la reacción de Maduro y de sus aliados, así como los movimientos de los actores internacionales.

    Y no perder de vista a un elemento absolutamente clave: el papel del Ejército. De momento está con la cúpula chavista porque los generales se han enriquecido. Pero el desgaste político y la presión social pueden abrir grietas.

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