Era fin de semana. El oficial español descansaba en una tumbona después de comer cuando escuchó los primeros disparos. Se encontraba en el hotel Le Campement Kangaba, situado a 20 km de Bamako, la capital de Mali.
El comandante se encontraba en bañador y en chanclas cuando los atacantes, pertenecientes al grupo Al-Qaeda, asaltaron el complejo al grito de «Allah Akbar», «Alá es grande».
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraEl oficial español fue el primero que detectó la presencia de los terroristas y comenzó a gritar para alertar a los allí presentes.
Cuando se percató de que el resort podía ser el escenario elegido por los terroristas, se acercó a la toalla y recuperó su móvil.
Este acto fue clave porque, en cuanto logró tener un segundo de tiempo, alertó a sus compañeros para que pudieran enviar fuerzas de choque ante lo que se presentaba como un inminente atentado terrorista.
Descalzo y con ropa de baño, el oficial -del que no se pueden revelar datos por motivos de seguridad- dirigió a un grupo de doce personas por una ruta entre la maleza que había identificado como posible evacuación.
Durante la huida, el comandante tuvo que ayudar a una niña de 12 años y a una mujer que estaba con un bebé
En su huida, el comandante tuvo que ayudar a una niña de 12 años y a una mujer que estaba con un bebé.
El grupo consiguió esconderse pero los terroristas cada vez estaban más cerca. El militar pidió a un colega húngaro la pistola y 14 cartuchos que cargaba con él para poder defender a los que le acompañaban.
El español abrió fuego hasta obligar a los terroristas a replegarse hacia lo alto de una colina cuando se encontraban a escasos 20 metros. Sin embargo, tanto él como las personas con las que se encontraba continuaban expuestos a ser atacados.
El comandante estableció contacto por teléfono con los miembros del Equipo de Inteligencia en la embajada española para acordar un punto de encuentro.
Con tan sólo cuatro balas, el español ordenó a sus acompañantes que se escondiesen mientras él apuntaba a los terroristas.
En ese momento aparecieron refuerzos: un oficial y tres brigadas. Los disparos se acercaban, pero finalmente lograron ponerse a salvo.
Ya a cubierto, el comandante contactó con el centro de operaciones de la misión EUTM Mali –Misión de Entrenamiento de la Unión Europea en Mali- e informó de la situación, manteniendo en todo momento al grupo a salvo de los atacantes hasta que las Fuerzas Armadas malienses y la Fuerza de Reacción Rápida de la Misión, pudieron hacerse cargo de la situación y reducir a los terroristas.
El militar español tuvo que ser trasladado a un hospital por las heridas y cortes que sufrió en los pies tras su enfrentamiento, descalzo
Tras el asalto, el militar español tuvo que ser trasladado a un hospital por las heridas y cortes que sufrió en los pies tras su incursión y enfrentamiento, descalzo.
“La rápida y decidida reacción del comandante permitió que mucha gente corriese a ponerse a cubierto y evitar una matanza mayor”, explicó Defensa en un comunicado. Gracias a su valentía y rápida actuación los terroristas perdieron el factor sorpresa en su ataque.
“Salvó muchas vidas”, afirmó el secretario de Estado de Exteriores, que considera “heroico” el comportamiento de este militar.
El ataque se saldó con la muerte de un soldado maliense y cinco extranjeros, entre ellos una mujer de nacionalidad franco-gabonesa y un militar portugués.
Sin embargo, el balance de víctimas mortales podía haber sido peor si no hubiese sido por la valentía del comandante del Ejército de Tierra español que se encontraba en el resort y que logró evacuar a un grupo de personas entre las que se encontraba un bebé y una niña.