Iglesias considera ‘ataques’ las palabras de Losantos, pero no los puñetazos de Bódalo

    Elentir analiza en su blog 'Contando estrellas' la doble vara de medir de Podemos, la formación liderada por Pablo Iglesias. Por su interés reproducimos el artículo.

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    El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en la constitución de las Cortes en el Congreso/Fuente:EFE.

    Este viernes Carolina Bescansa presentó una demanda contra Federico Jiménez Losantos porque éste se preguntó, en antena, si la diputada de Podemos había llevado a su nino “dopado” al Congreso.

    ¿Insultar no, pero asaltar y amenazar sí?

    Con motivo de la presentación de su demanda, Bescansa declaró: “la libertad no significa poder salir en antena a insultar y calumniar a todo el mundo”. Me llama la atención ver que de repente, de un día para otro -nunca mejor dicho-, en Podemos han descubierto, por fin, que ofender gratuitamente a los demás es un abuso de la libertad de expresión. Sólo así se explica lo que Bescansa escribió sobre su compañera de partido Rita Maestre sólo hace un par de semanas:

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    Esto lo dijo la diputada tras conocerse que Maestre fue condenada por el asalto a una capilla católica, asalto en el que se corearon lemas como “vamos a quemar la Conferencia Episcopal”, tal y como recoge la sentencia. A pesar de la gravedad de los hechos y de las amenazas lanzadas, Pablo Iglesias también salió en apoyo de Maestre tras conocerse la sentencia:

    Pablo Iglesias y los puñetazos como ‘derecho de protesta’

    El pasado sábado Iglesias también defendió a Andrés Bódalo, concejal podemita condenado por agredir a puñetazos a un edil del PSOE. Según Iglesias esa agresión, que recoge una sentencia firme, entraba en el saco de “las libertades” y era un ejercicio del “derecho de protesta”:

    Lo que era ‘humor negro’ en noviembre, ahora es un ‘ataque’

    Sin embargo, este viernes Pablo Iglesias apoyó la demanda de Bescansa calificando de “ataques” las palabras de Jiménez Losantos:

    Recordemos que en noviembre Iglesias defendió a su amigo Monedero tras las insinuaciones de éste de que Albert Rivera se drogaba: “Tenemos que acostumbrarnos a convivir con el humor negro”, dijo entonces el mandamás de Podemos. Pero la cosa cambia si el que sufre el infundio es alguien del partido morado. Ya he hablado en otras ocasiones de que en Podemos no aceptan más ley que la ley del embudo, pero ahora la están llevando tan lejos y con tal desvergüenza que sólo cabe concluir que en Podemos toman a todos los españoles por unos imbéciles.

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