Italia: el fantasma euroescéptico

    Lo que ha ocurrido en Italia es que la derecha ha ganado en el norte, y el M5S en el sur. Vivimos en un país muy cohesionado, si exceptuamos los deseos inmoderados de latrocinio de una parte de la clase política catalana. Y el nuestro es un país con pocas diferencias entre regiones, si lo comparamos con los otros grandes países de Europa.

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    Matteo Salvini, candidato de la Liga Norte (LN) / EFE (Daniel Dal Zennaro)
    Matteo Salvini, candidato de la Liga Norte (LN) / EFE (Daniel Dal Zennaro)

    Renzi y Salvini, los dos Matteos, son las estrellas de la política italiana post Berlusconi. El primero, líder del Partido Demócrata, que agrupa a la izquierda no comunista del país, ha presentado su dimisión por los pobres resultados en las últimas elecciones legislativas. El segundo, líder de la Liga Norte, se disputa con el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) la presidencia del gobierno.

    ¿Cómo se ha llegado a esa situación? Renzi ha dilapidado todo su capital político de forma casi hiriente. Fue Macron antes de Macron, y supo traicionar alguno de los lugares comunes de la izquierda en una piadosa y humilde transigencia con la realidad. Sobre el suelo el corsé socialdemócrata, ha podido buscar votos en nuevos caladeros, antes vetados para la izquierda, como el distanciamiento con el europeísmo. Pero sin llegar al desparpajo del M5S. Ha tirado por la borda su reformismo económico, y con él su credibilidad, para acomodarse en el pan hoy y hambre mañana del déficit público, pero de nuevo sin la cara dura, aunque amable y bien articulada, del líder del M5S, Luigi di Maio. Su castigo en las urnas no se debe sólo a la ley de hierro del declive socialdemócrata que he comentado en Actuall. También se debe a su fallido liderazgo.

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    Algo parecido cabe decir de Silvio Berlusconi. Él también pertenece a la era post-Berlusconi; y creo que no hay mucho más que añadir. Il Cavaliere ha perdido la capacidad de ganar en el norte y en el sur del país. Y su discurso fue atractivo en 1994, cuando aún no sabíamos que lo iba a traicionar desde el poder. Pero es que han pasado 24 años.

    La coalición de derechas ha superado al M5S, con un 37 por ciento del sufragio, frente al 32 de los populistas

    Lo que ha ocurrido en Italia es que la derecha ha ganado en el norte, y el M5S en el sur. Vivimos en un país muy cohesionado, si exceptuamos los deseos inmoderados de latrocinio de una parte de la clase política catalana. Y el nuestro es un país con pocas diferencias entre regiones, si lo comparamos con los otros grandes países de Europa. Por eso nos cuesta hacernos a la idea de hasta qué punto Italia está rota en dos. Pero lo está.

    Salvini ha cambiado la cara a la Liga Norte. Para empezar le ha borrado el apellido cardinal para apelar también al voto del sur. Incluso se ha superpuesto al partido, con el lema Noi con Salvini. Y, sobre todo, ha dado un giro a su propuesta política. Ya no es un partido basado en llamar “ladrona” a la capital ¿les suena?, o en denunciar las subvenciones a los vagos del sur, ¿les suena? Ahora su discurso apela a toda Italia y habla de la invasión de los inmigrantes, del crimen que es el euro, y de la crítica a Bruselas. Se ha aliado en Europa con el Frente Nacional reformado de Marine Le Pen y con los liberales críticos del fundamentalismo religioso de Geert Wilders. Admira a Donald Trump, y comparte con él su nacionalismo económico.

    La coalición de derechas ha superado al M5S, con un 37 por ciento del sufragio, frente al 32 de los populistas. Pero en esa coalición derechista no ha sido Berlusconi el vencedor, sino Salvini. Y, cómo tienen un Parlamento colgado, necesitará llegar a acuerdos. No puede ser con la izquierda, pues traicionaría a sus votantes. Tiene más afinidad con el M5S, euroescéptico, anti inmigración. Pero éstos tienen que decidir si son ya mayores en esto de la política y pueden gobernar, o siguen siendo un campo yermo para la protesta anti establishment.

    Porque ese es el gran perdedor; el stablishment europeísta. El fantasma que recorre ahora el continente es el euroescepticismo.

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    José Carlos Rodríguez es periodista. Forma parte del equipo de ProducciONE, pero en otra vida ha sido redactor jefe de Internacional de La Gaceta, y ha trabajado en la prensa digital en medios como Factual.es, elimparcial.es y libertaddigital.com. También ha colaborado con el semanario Alba, Expresión Económica, La Ilustración Liberal, La Gaceta de los Negocios o la agencia APIE, entre otros.