- Fichaje estrella como ‘ministra de Justicia’ de Podemos. Pablo Iglesias incorporó a Victoria Rosell (Murcia, 1968) en las listas a Podemos como especialista en el área de Justicia. Por eso si Podemos llega al Gobierno sería la encargada de la cartera de Justicia. Hoy es diputada en el Congreso por Las Palmas.
- Marcada trayectoria como juez progresista. Era una niña bien, hija de un ingeniero de Valladolid, pero se hizo juez progre: fue portavoz de Jueces para la Democracia en Canarias desde 2002 y con los años se convirtió en una de las voces más reconocidas de la asociación en toda España. Por tanto, es una habitual en los medios de comunicación mucho antes de entrar en Podemos.
- El exministro Soria le denuncia por prevaricación. La Justicia le investiga por su actuación como responsable del juzgado de instrucción número 8 de Las Palmas durante la causa en la que mantenía imputado al empresario Miguel Ángel Ramírez -presidente de la U. D. Las Palmas- que hacía negocios con su pareja sentimental, el periodista Carlos Sosa. Los magistrados del alto tribunal han tenido en cuenta el informe en el que se denuncian retrasos “injustificables” e “irregularidades” en la causa.
- Está siendo investigada, pero repetirá en las listas del 26 de junio. Hace unos días el Tribunal Supremo aceptó investigar a Rosell por los presuntos delitos de prevaricación, cohecho y retardo malicioso en la administración de justicia durante su etapa como juez en Las Palmas. Tras conocerse la noticia Iglesias dijo que la apartará si el juez aprecia delitos cuando vaya a declarar, pero Íñigo Errejon, más rotundo, declaró que la jueza “nos acompañará en las listas”.
- “Vicky la sandinista”, pareja de Carlos Sosa. Sus enemigos en la isla la conocen como “Vicky la sandinista” por sus ideas políticas. Desde luego, no desentona su pareja Carlos Sosa, director de Canarias Ahora y colaborador del izquierdista Diario.es.
- El «No me da la gana» en el aeropuerto de Gran Canaria. El pasado mes de febrero la exjueza en excedencia protagonizó un escándalo en el aeropuerto de Gran Canaria. Acudió al mostrador de Aena en el que solicitó que se le abriese la sala de autoridades para viajar a Madrid. La negativa del trabajador de acceder a sus reclamaciones -no le correspondía hacerlo al tratarse de una diputada- propició que la exmagistrada insistiera con vehemencia. La Guardia Civil intervino en el incidente pidiéndole a Rosell su documentación. En un primer momento, la podemita se negó con un impertinente “no me da la gana”, un remedo de aquella vieja frase del franquismo: «No sabe usted con quién está hablando». Al final, no tuvo más remedio que acreditar su condición de diputada, así como el DNI.
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