Una de las banderas que siempre presentan determinados partidos, especialmente de la izquierda, son la educación pública. Una educación pública que generalmente quieren que sea para todos, indicando con ello que todos deban educarse a través de ella. Para ello no dudan en afirmar, erróneamente, que la educación concertada supone un gasto que debería dedicarse para la educación pública.
Son numerosos los estudios que muestran con datos y estadísticas la falsedad de esa afirmación y recientemente la Conferencia Episcopal Española ha presentado un estudios de impacto socioeconómico realizado por PricewaterhouseCoopers (PwC) que muestra la actividad en el ámbito educativo de la Iglesia Católica, así como los beneficios para el país a raíz de esta educación.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraY un elemento que hay que tener en cuenta, al menos como punto de partida, es que la educación concertada permite el cumplimiento de uno de los derechos que recoge la constitución como es el derecho a la educación y el derecho a una educación acorde a los valores de los padres.
Según el estudio de PwC por cada euro invertido en la educación en colegios de inspiración católica, se generan 4,1 euros de beneficio para la sociedad
Por eso, casi el 20% de los alumnos no universitarios españoles acuden a colegios de orientación católica, lo que son 1,5 millones de niños, en 2.600 centros. De estos datos, y comparando con otros colegios de educación pública, concertada o privada pero sin ser de inspiración católica, se sabe que la tasa de repetición es un 38% inferior de media y supone un coste 11% menor en Primaria y ESO; en el Bachillerato la tasa de fracaso es un 49% menor y el coste promedio un 13% inferior; y en la universidad el fracaso es un 36% menor.
Esto, que son sólo cifras y estadísticas, llevado a la economía, según el estudio de PwC supone que por cada euro invertido en la educación en colegios de inspiración católica, se generan 4,1 euros de beneficio, lo que suponen 19.375 millones de euros de beneficios para el el país -con los datos de 2016-.
Las cifras que presenta PwC lo que vienen a mostrar es que la educación en colegios de inspiración católica, además de ser un beneficio económico para la sociedad, lo que ya podría ser una razón suficiente para protegerlos en vez de destruirlos, son también el refugio para muchos padres que quieren poder educar a sus hijos de acuerdo a sus principios y valores y que tratar de eliminar la educación concertada no es una cuestión económica -que ‘roben’ fondos para la educación pública-, sino una cuestión de tipo ideológica.
Conocer las cifras de lo que aportan los colegios de educación católica al menos sirve para poner todas las cartas sobre la mesa, y no sólo los naipes marcados.