Un extransexual: «El Ejército de EEUU es una fuerza de lucha, no una clínica de género»

    Walt Heyer, que fue transexual, está de acuerdo en prohibir la entrada de transexuales en el Ejército. En su opinión, "permitir que los militares paguen por cirugías de cambio de sexo constituirá una burla para los militares de Estados Unidos".

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    Los transexuales no podrán ingresar en el Ejército de Estados Unidos

    Tras la decisión de Trump de prohibir la entrada de transexuales en el Ejército han sido muchas las personas que se han situado a favor de la decisión del presidente de los Estados Unidos.

    Así el estadounidense Walt Heyer ha publicado un artículo en el diario The Daily Signal ,con el título ‘Una vez fui transgénero. Por qué pienso que Trump decidió lo correcto para los militares’, en el que asegura que «pagar por cirugías relacionadas con la transición para miembros del servicio militar y sus familias está más allá de lo comprensible«.

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    Heyer insiste en que «los factores más importantes en la preparación de un ejército fuerte no son la terapia hormonal, los cambios quirúrgicos del sexo o la educación políticamente correcta».

    Reproducimos, por su interés, sus reflexiones:

    Creo que tomó la decisión correcta -y como alguien que vivió como transexual por varios años, yo debería saberlo-.

    Cuando descubrí que el Congreso votó a principios de este mes no bloquear la financiación de las terapias hormonales relacionadas con los transgéneros y las cirugías de cambio de sexo, me pregunté si consideraba lo devastador que sería para la aptitud, la preparación y la moral de nuestras tropas listas para el combate.

    En julio, la Cámara de Representantes votó en contra de la enmienda de Vicky Hartzler a la Ley de Autorización de Defensa Nacional, que habría prohibido a los militares financiar tales tratamientos.

    «Tal vez han olvidado que nuestro ejército se forjó para ser la mayor fuerza de combate del mundo, no una clínica médica»

    Pagar por cirugías relacionadas con la transición para miembros del servicio militar y sus familias está más allá de lo comprensible. Tal vez han olvidado que nuestro Ejército se forjó para ser la mayor fuerza de combate del mundo, no una clínica médica, financiada por el gobierno y políticamente correcta, para personas con disforia de género.

    La disforia de género, el diagnóstico común para alguien que se siente en desacuerdo con su género de nacimiento, se desarrolla a partir de la ansiedad prolongada y la depresión. La gente no nace así.

    La disforia de género pone en jaque la Ley Integral de Medidas contra la Violencia de Género
    La disforia de género pone en jaque la Ley Integral de Medidas contra la Violencia de Género

    La «prueba» para un diagnóstico de disforia de género es mantener unos intensos sentimientos, pero los sentimientos pueden cambiar con el tiempo.

    Se espera que los militares preparen a sus miembros en la guerra: para matar, destruir y quebrar a nuestros enemigos. Los factores más importantes en la preparación de un ejército fuerte no son la terapia hormonal, los cambios quirúrgicos del sexo o la educación políticamente correcta.

    Necesitamos tropas psicológicamente aptas, emocionalmente sólidas y altamente entrenadas para proteger a nuestra nación de sus enemigos.

    «Yo mismo estuve completamente reasignado sexualmente de varón a hembra, y finalmente llegué a aceptar mi género de nacimiento»

    Mientras que un sinnúmero de veteranos sin hogar están durmiendo en cajas de cartón, o aguardando el cuidado vital del Departamento de Asuntos de Veteranos, nos enteramos de que los reclutas militares transgénero califican ahora para recibir la cobertura preferencial de los procedimientos de cambio de sexo, que no están científicamente probados y resultan extremadamente costosos.

    Yo mismo estuve completamente reasignado sexualmente de varón a hembra, y finalmente llegué a aceptar mi género de nacimiento.

    Cuento con más de 70 años de experiencia de primera mano, ocho años de vida como mujer, 20 años investigando el tema y 12 años ayudando a otros que, como yo, encontraron que la cirugía de transición y reasignación no les constituyó un tratamiento apropiado y querían restaurar sus vidas acorde a su género de nacimiento.

    Costoso pero no efectivo

    La transición puede ser costosa, hasta 130,000 dólares por persona en los numerosos procedimientos de mutilación corporal y procedimientos estéticos de muchos meses (o años) destinados a que el cuerpo parezca como el sexo opuesto.

    Sin embargo, no importa cuán habilidoso sea el cirujano, o cuánto dinero se gasta: es biológicamente imposible transformar a un hombre en una mujer o una mujer en un hombre. El cambio es sólo estético.

    Hucha con dinero
    Hucha con dinero / Public Dominian pictures

    La comunidad médica continúa recomendando este radical «tratamiento» sin que haya una evidencia científica de que las personas estén mejor a largo plazo. Esta población intenta suicidarse en una tasa del 40 por ciento .

    Incluso después del cambio quirúrgico completo, intentan atentar contra sus vidas, o trágicamente tienen éxito.

    Un exsoldado del ejército estaba tan emocionalmente desequilibrado que robó documentos confidenciales de los militares y los envió a Wikileaks

    Más del 60 por ciento de esta diversa población sufre de trastornos mentales coexistentes.  Cabe recordar a Bradley Manning (ahora Chelsea Manning), un exsoldado del Ejército que estaba tan emocionalmente desequilibrado que robó documentos confidenciales de los militares y los envió a WikiLeaks

    Los militares no deben proveer cirugía de cambio de sexo. A través de mi sitio web, sexchangeregret.com, he escuchado de personas que lo experimentaron de primera mano cuán dañinas e innecesarias resultaron las cirugías de reasignación. Para ellos, el cambio de sexo no logró resolver los trastornos emocionales y psicológicos que les impulsaron el deseo de cambiar de género.

    Muchos escriben después de vivir durante años una vida transgénero. Escriben para pedir consejo sobre cómo revertir el cambio quirúrgico original y restaurar sus vidas al género de nacimiento original como hice yo, un proceso llamado detransición.

    Algunos miembros del servicio llegarán a lamentar haber pasado por la cirugía y querrán la detransición. ¿Dónde estarán entonces los militares? ¿También pagarán los militares por el procedimiento de cambio de sexo?

    El ejército prepara a las mujeres para ducharse con los hombres como parte del entrenamiento «transgénero».

    Las «cirugías de cambio de sexo» fallidas no son infrecuentes y aumentarán el costo de cuidar a la población transgénero militar por encima del estimado costo de 3-4 mil millones de dólares en 10 años .

    Más allá del coste financiero, está la cuestión de la disposición militar que presenta el miembro del servicio durante su transición o detransición, ya que el proceso se acompaña a menudo de mucha ansiedad e inestabilidad emocional.

    Sé de muchos que, tras la cirugía de reasignación, han luchado durante años para adaptarse a la nueva función de género.

    Permitir que los militares paguen por cirugías de cambio de sexo constituirá una burla para los militares de EEUU

    En mi opinión, como exmujer que trabaja todos los días con quienes se lamentan, permitir que los militares paguen por cirugías de cambio de sexo constituirá una burla para los militares de EE.UU.

    Los defensores son implacables buscando que otros, a través del gobierno y las compañías de seguros, cubran el costo de los procedimientos de cambio de sexo.

    Si los militares se hubieran visto obligados a pagar, los defensores habrían usado esto como apalancamiento para presionar a todas las entidades -tanto gubernamentales como comerciales- a pagar también por cirugías de cambio de sexo.

    Como persona que vivió la vida transgénero durante ocho años, puedo dar fe de que asistir, ratificar, o pagar por los tratamientos hormonales y cirugías de mutilación genital no habría fortalecido a nuestros militares. Sólo habría conllevado consecuencias adversas a largo plazo, tanto para los individuos como para nuestras Fuerzas Armadas en su conjunto.

    * Walt Heyer es autor y orador público. A través de su sitio web, SexChangeRegret.com, y su blog, WaltHeyer.com, Heyer sensibiliza al público sobre quienes lamentan haberse sometido a un cambio de género y sobre las trágicas consecuencias que sufren como resultado.

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