Cruda realidad/ ¿Por qué las víctimas cristianas nunca son trending topic?

    Se ha resistido, pero al final la Administración Obama, tras años de evadir la cuestión, ha reconocido que lo que hace el ISIS con los cristianos es 'genocidio'. Lo curioso es que las víctimas cristianas nunca copan portadas ni son trending topìc

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    Barack Obama Discurso del estado de la Unión 2016
    Barack Obama al concluir su último discurso del estado de la Unión. Detrás, el vicepresidente Joe Biden y el portavoz del Congreso, Paul Ryan. (Fotografía: Evan Vucci / EFE - POOL)

    ¿Cuándo es ‘genocidio’ un genocidio? Es decir, ¿cuándo el intento sistemático de exterminio de un grupo puede calificarse como tal en la opinión publicada? No es, precisamente, un término que esté cayendo en desuso, al contrario: apenas hay agresión que no se considere genocidio, y ni siquiera es necesario que muera nadie, porque tenemos ya genocidio financiero, genocidio cultural, genocidio lingüístico…

    Dada esta sensibilidad, uno pensaría que la pavorosa y sistemática aniquilación de comunidades cristianas que resisten desde el principio y han sobrevivido a más de un milenio de presión/persecución musulmana sería considerada genocidio de primera plana.

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    Pero no, al decir del hombre más poderoso de la tierra, Barak Obama. Hasta ayer mismo, cuando el secretario de Estado, John Kerry, aceptó al fin la denominación, aunque colocándola hábilmente entre los yazidíes y los musulmanes chiíes.

    «El uso de la palabra implica una definición legal muy específica que no se ha alcanzado aún»

    Ha sido un largo camino. «Por lo que entiendo, el uso de la palabra implica una definición legal muy específica que no se ha alcanzado aún». Así respondía el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, a la pregunta directa: «¿Está el Estado Islámico llevando a cabo una campaña de genocidio contra los cristianos en Siria?». Lo curioso es que en la misma rueda de prensa, el vocablo se había empleado inequivocamente para definir la situación de los yazidíes.

    De repente, uno de los términos que con más ligereza usa la modernidad en los medios se vuelve inaplicable al caso más obvio e idóneo. La única explicación plausible, confirmada por casos demasiado numerosos para citarlos todos, es que los cristianos, por definición, no pueden ser objeto de genocidio ni allí donde los exterminen hasta el último hombre. De hecho, ni siquiera se les permite ser víctimas en un mundo en el que todos los demás lo son, especialmente bajo la Administración Obama, empeñada en acoger a cuantos refugiados sirios puede al tiempo que rechaza a quienes entre ellos sean cristianos.

    Pero veamos los datos, para comprobar si se ajustan a la definición tradicional.
    Los relatos de torturas, violaciones, mutilaciones, crucifixiones y masacres de cristianos no copan portadas e incluso se ningunean en la prensa convencional, a pesar de estar documentados, constituir testimonios constantes de quienes los han presenciado y aparecer en numerosos medios online. Pero incluso en la prensa al uso se cuelan casos especialmente llamativos, como las ejecuciones masivas y grabadas en vídeo de los 21 coptos en las playas de Libia o 30 cristianos etíopes.

    Más insidioso aunque menos dramático es el sometimiento a condiciones intolerables para forzar el éxodo o la apostasías, las infames ‘Condiciones de Omar’ en la doctrina islámica, que van desde el pago de la ‘yizia’ o impuesto de capitación para infieles a la prohibición de toda forma de culto externo.

    El ISIS, por lo demás, nunca ha disimulado su deseo de erradicar el cristianismo de Oriente Medio

    El ISIS, por lo demás, nunca ha disimulado -como parece pretender la prensa occidental- su deseo de erradicar el cristianismo de Oriente Medio, y en numerosos documentos accesibles a cualquiera han dejado claro que esta opresión y estas matanzas no se deben a otra cosa que a la fe de sus víctimas.

    Solo en el territorio sirio controlado por Daesh se han destruido al menos 400 iglesias, así como incontables monumentos y crucifijos. El ISIS ha profanado cementerios cristianos, exigido a la Universidad de Mosul que queme todos los libros escritos por cristianos y obligado a cambiar el nombre de escuelas de Mosul y la Llanura de Ninive que lleven nombres cristianos.

    En 2003 había en Irak 1,4 millones de cristianos. Hoy quedan 300.000. En Siria había 1,25 millones, de los que sobreviven hoy medio millón. No sé, cualquiera diría que se trata de un genocidio particularmente eficaz pero, al parecer, estamos equivocados, según Obama.

    En Europa, al menos, grupos de activistas por los derechos humanos han presionado con éxito y logrado que el Europarlamento concluya lo obvio en una resolución adoptada en abril de 2015: que los cristianos son «el grupo religioso más perseguido». Según los datos que maneja el Parlamento europeo, «el número de cristianos masacrados cada año supera los 150.000».

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