
El cambio del vuelo de una mariposa que cambió el curso de la historia es un recurso estilístico, una exageración que nos sirve para ver que de algún modo todo está conectado, y cada desgracia provoca, en cadena, otras que no habríamos podido prever.
La Primavera Árabe. El Nobel acaba de premiar al Cuarteto para el Diálogo Nacional de Túnez, único país en el que la oleada de revueltas que se iniciaron con la segunda década de este siglo llagado tuvo efectos positivos.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraEn otros lugares las exigencias, que nosotros entendemos, de mayor democracia y prosperidad, condujeron a situaciones, que no entendemos, de desestabilización y guerra. Si no entendemos la realidad, la culpa es nuestra no de lo que acaece.
A Obama le concedieron un Nobel de la Paz preventivo e ideológico
Y hay un cierto equilibrio en el mantenimiento del poder, incluso en el despótico, que si se quiebra puede tener efectos muy lamentables. En Siria, la ungida Primavera Árabe ha conducido a una sangrienta Guerra Civil.
Otro vuelo de la mariposa. En 2008 gana las elecciones presidenciales en los Estados Unidos un abogado seductor, sin manchas del pasado. Llegó a la Casa Blanca como un producto de Apple, prometiendo que lo único que cambia es todo. Adán, aprendiz. Le concedieron un Nobel de la Paz preventivo, ideal, ideológico, perfecto, pues él iba a instaurar la paz retirando los instrumentos de la guerra.
Obama retiró las tropas de Irak, y su vacío no lo cubrió el Ejército del trémulo régimen del país, sino una secta islamista con vocación de Estado, que ha extendido su dominio también sobre Siria, y ha adoptado el papel de verdadera oposición a Al Asad.
Y así, Obama, que pretendía librar una guerra, otra, contra el dictador sirio, ha acabado pactando con él para poder bombardear, en Siria, las posiciones ocupadas por Estado Islámico.
La muerte que acecha desde las sombras del hambre y las de la guerra ha aconsejado a centenares de miles de personas, millones ya, a abandonar la zona y refugiarse en Europa. Las fronteras son de papel cuando quien las quiere cruzar se cuenta en ese orden de magnitud.
El torrente de emigrantes es muy complejo
Y los refugiados sirios hicieron añicos la promesa, y el sueño, de una Europa con límites seguros. Siria tenía una poblacion, antes de la guerra, de 22 millones de personas. De ellas, en septiembre siete millones se encontraban desplazados y cuatro buscaban refugio fuera de su país. Era cuestión de tiempo que muchos de ellos mirasen a la rica y generosa Europa.
Y aquí los tenemos. Mientras Europa decide si es pacifista permitiendo que continúe la guerra civil en Siria o intentando detenerla, mientras decide si es solidaria abriendo las fronteras a los refugiados o cerrándolas para evitar que presionen sobre el Estado de Bienestar, la realidad se filtra por sus poros y nos alcanza hasta el tuétano, en las calles primero, en las casas y empleos después, en los colegios y demás servicios en última instancia.
El torrente de inmigrantes es muy complejo. Sólo una parte huye de las guerras de Siria y Libia, otro éxito de la Primavera Árabe. Por la puerta derribada por los primeros refugiados están entrando ciudadanos de lugares tan alejados como Nigeria.
En 2010 ya había cerca de 21 millones de musulmanes en Europa
Ya los primeros datos recabados por Eurostat mostraban que sólo uno de cada cinco de quienes llegaban a nuestro Continente procedían de Siria, y que junto con los refugiados venían inmigrantes de toda laya.
De acuerdo con los últimos datos ofrecidos por la Organización Internacional de la Migración, desde comienzos de año han llegado a Europa en esta crisis 613.179 personas, de las cuales 472.754 han arribado a la UE en Grecia y 137.313 en Italia.
Según un cálculo algo anterior, el 39 por ciento procedía de Siria, los afganos que huyen de los talibán el 11 por ciento, el 7 por ciento dejaba atrás los campos de trabajos forzados de Eritrea.
Irak, Nigeria, Sudán, Somalia, Pakistán… Los conflictos que importa Europa son numerosos. Frontex eleva la cifra en los nueve primeros meses del año a 710.000 inmigrantes.
Esa complejidad nos hace ver que este asunto suscita multitud de problemas. Uno de ellos es el de los efectos que pueda tener en la convivencia en Europa el poso permanente de esta oleada migratoria. Y, en particular, el hecho de que muchos de quienes lleguen y se asienten en Europa son musulmanes.
Los musulmanes tienen ya una notable presencia en el Viejo Continente. Según Pew Research, han ido ampliando su presencia a un ritmo de un punto porcentual por década desde 1990, y en 2010 eran el 6 por ciento de la poblacion europea, poco menos de 21 millones de almas. A este ritmo, en 2030 serán el 8 por ciento de la poblacion europea, pero esta crisis migratoria podría acelerar este proceso.
Esta amplia presencia de la comunidad musulmana supone, en ocasiones, un reto para la convivencia. Europa no ha resuelto el modo de superarlo. Gran Bretaña, Holanda y Bélgica han optado por el multiculturalismo: permitir reproducir, en suelo europeo, sus comunidades al margen del resto de la sociedad, con sus costumbres y valores.
Francia es el ejemplo de lo contrario, del republicanismo que asienta en pie de igualdad a todos los ciudadanos, y que exige de ellos una participación activa en la defensa de los valores de convivencia en común. Pero sólo sobre el papel, pues lo que impera es un multiculturalismo tolerado en la práctica.
Conceptos distintos de convivencia
¿Suponen los musulmanes una amenaza para esa convivencia? ¿La llegada incontrolada de musulmanes puede alimentar los problemas? Una parte de Europa cree que sí, y otra se aferra a que la igualdad ante la ley de los credos es, también, una igualdad en la actitud hacia la vida en común. Pero el concepto que prevalece en Europa y en el mundo musulmán de lo que es la convivencia no es el mismo.
Un estudio realizado, de nuevo, por Pew Research en 2013 sobre las ideas de los musulmanes en el mundo nos puede ayudar a entender la situación.
Entre los iraquíes, cuyas ideas no son muy distintas a las que pueden tener los sirios que llegan a nuestro Continente, prevalecen unas concepciones morales que chocan con las de la mayoría de los europeos: Sólo un 38 por ciento cree que las mujeres pueden decidir si llevan velo o no, y sólo un 33 por ciento cree que es injustificable matar la mujer si ha sido infiel. Mientras, para el 46 por ciento la poligamia es asumible.
En una sociedad abierta pueden convivir personas con concepciones morales distintas. Pero hay otras creencias que resultan más conflictivas, como la predisposición a asumir las leyes del país, o la voluntad de imponer las propias.
El 58 por ciento de los iraquíes cree que se debe lapidar a las adúlteras
El 69 por ciento de los iraquíes cree que la Sharía (ley islámica) es palabra de Alá, y el 91 por ciento quiere que sea la ley en su país. De éstos, uno de cada cuatro cree que ha de imponerse a los no musulmanes, y la misma proporción ve justificable matar a un musulmán apóstata. El 58 por ciento cree que se debe lapidar a las adúlteras.
Hay manifestaciones anecdóticas, no ya demográficas, que son tan válidas como las quiera considerar cada uno. La periodista ucraniana Aida Bolivar, que habla árabe, ha acompañado a algunos de los inmigrantes y les ha oído hablar con libertad sobre los robos y las violaciones a los que pensaban someter a la poblacion local, «ya que somos infieles», señala la periodista.
Bolivar señalaba, en su crónica, que en torno al 90 por ciento de los inmigrantes son varones de entre 18 y 45 años. No es la poblacion típica desplazada por la guerra, ya que los varones jovenes están, en gran parte, comprometidos con el esfuerzo bélico, mientras que son las mujeres, los ninos y los mayores quienes abandonan su lugar.
Por último, y más allá del encaje de las comunidades musulmanas en Europa, hay problemas más particulares, como es el caso del terrorismo.
Los salafistas radicales están volcados sobre la poblacion inmigrante para ganarlos a su causa
Es imposible descartar que en ese torrente de inmigrantes no haya terroristas entrenados para atentar en suelo europeo, y emular a quienes atentaron contra Charlie Hebdo.
Y no son sólo los que lleguen adoctrinados y entrenados, sino los que se puedan formar aquí. Según un portavoz del servicio de seguridad del Land de Baviera, citado por TheLocal.de, los salafistas radicales están volcados sobre la poblacion inmigrante para ganarlos a su causa.
La llegada de cientos de miles de inmigrantes es una oportunidad para la envejecida Europa. Y, si la sociedad es lo suficientemente fuerte, también para su cultura, de la que podrían impregnarse una parte importante de los recién llegados.
Pero asimismo puede ser un riesgo si esa fibra moral está debilitada. Muy probablemente sea las dos cosas a la vez.