
Los simios deben ser tratados como personas. Esto es lo que ha dictaminado una juez de Buenos Aires tras dictaminar que una orangután a la que han llamado Sandra reciba el título de “persona no humana”. Tras esto El País recoge la nueva ofensiva de los grupos animalistas que a través de los tribunales están consiguiendo equiparar los simios a los humanos, teniendo en algunos casos incluso más derechos.
De hecho, esta resolución judicial ha vuelto a impulsar el polémico proyecto del Gran Simio, que a punto estuvo de ser aprobado durante la etapa de Rodríguez Zapatero en el Gobierno. Y por ello quiere importar a España lo mismo que ha ocurrido en Argentina.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraY es que la juez asegura que este orangután “es un sujeto no humano titular de derechos fundamentales” y que “como un sujeto, su cautiverio y exhibición viola los derechos que ella titulariza”.
El abogado Steve M. Wise afirma que los simios «tienen que conseguir ser considerados personas» pues el «ser una persona no humana representa que tiene derechos»
Además, el abogado especialista en procesos judiciales como este, Steven M. Wise, agrega que “ser una persona no humana representa que tienes derechos. Existe una división jurídica fundamental entre cosas y personas: nuestro objetivo es derribar el muro que deja a los animales del lado de las cosas, tienen que conseguir ser considerados personas”.
Como este caso, existen varios procesos judiciales en marcha en Estados Unidos y en países como México y Chile pero los animalistas pretenden multiplicar las demandas que consideren a estos animales como personas.
El feto y el “ser vivo no humano” de Aído
De hecho, esta consideración de “persona no humana” de los orangutanes y chimpancés les otorga una mayor protección que a los fetos. De hecho, en España la ministra socialista de Sanidad, Bibiana Aído, que aprobó la ley del aborto que se mantiene prácticamente intacta en estos momentos dijo que un feto “es un ser vivo pero no un ser humano”.
De este modo, los animalistas han conseguido obtener de la justicia que la “exhibición” de un mono en un zoo viola sus derechos fundamentales mientras de manera legal y aceptada se procede a la eliminación sistemática de seres humanos en los vientres de sus madres.

Incluso en la Comunidad de Madrid se está yendo por este camino y su presidenta, Cristina Cifuentes, está legislando a favor del sacrificio 0 de los animales mientras se muestra favorable al aborto, otorgando igualmente más derecho a los animales que a los ninos.