El Rey ha asistido este miércoles, 9 de marzo, en Oporto a la toma de posesión del presidente electo de Portugal, el conservador y popular extertuliano Marcelo Rebelo de Sousa. El Monarca ha estado acompañado por el ministro de Exteriores y de Cooperación en funciones, José Manuel García-Margallo.
La presencia del Felipe VI afianza la estrecha relación entre España y nuestro país vecino. De hecho, tras el almuerzo oficial con el resto de autoridades que han asistido al evento, el Rey y el nuevo presidente luso han mantenido un encuentro privado que no había sido anunciado.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraSocios en la UE y en Iberoamérica, España y Portugal suelen ir parejos en los foros internacionales, prestándose apoyo mutuo y recíproco en las iniciativas que cada uno presenta, atendiendo a la multitud de intereses compartidos.
El nuevo inquilino del Palacio de Belém para los próximos cinco años, sustituto en el cargo a Anibal Cavaco Silva, deberá coexistir con el Gobierno de izquierdas liderado por el Partido Socialista (PS) y respaldado por comunistas y Bloque de Izquierda, surgido en noviembre.
Una cuestión nada baladí, contando con que entre las capacidades del presidente de la República figura la de disolver el Parlamento, opción que ya descartó aplicar en las actuales circunstancias y con la necesidad de una convivencia pacífica que precisa un Gobierno obligado ya a mantener un difícil equilibrio entre las exigencias de Bruselas y el acuerdo antiausteridad que mantiene con sus socios.
Una oración ecuménica, entre los actos planeados
El ‘profesor Marcelo’ -como se le conoce popularmente en el país-, tras manifestar en reiteradas ocasiones su afán por desempeñar un papel dialogante y activo en la vida política y social del país, ha querido convertir su toma de posesión en la primera muestra de ello, planeando personal y cuidadosamente el programa.
En total, doce horas consecutivas de actos, con su parte más solemne en la ceremonia celebrada en el Parlamento, donde ha salido oficialmente nombrado jefe del Estado, tras jurar la Constitución de 1976. El protocolo ha tenido que ser modificado ligeramente debido a la inexistencia, por primera vez en democracia, de la figura de la primera dama.
Católico confeso, el programa se completa, tras el almuerzo con las autoridades, con un acto inédito en la Mezquita de Lisboa: una oración ecuménica en la que estarán representadas además de cristianos y musulmanes, una veintena de confesiones diferentes, con el objetivo de fomentar el diálogo interreligioso y cultural. Como colofón, un concierto abierto al público y orientado a los más jovenes al que asistirá el ya nuevo jefe de Estado y que tendrá lugar en el mismo lugar donde fuera proclamada la República portuguesa en 1910.
En el capítulo de la presencia de autoridades extranjeras, Rebelo de Sousa se ha encargado de invitar personalmente a tres mandatarios: además de al Rey de España –que regresará a España tras el almuerzo oficial-, al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y a Filipe Nyusi, presidente de Mozambique, donde el nuevo presidente luso vivió algunos años.
El Rey, con las víctimas del terrorismo en su próximo acto oficial
El Jefe del Estado español viajaba a Portugal tras comunicar su decisión de no convocar «por el momento» una nueva ronda de consultas con los partidos en busca de un candidato a la investidura como presidente del Gobierno y dejar la iniciativa en manos de las formaciones políticas.
La agenda confirmada por la Casa Real añade la asistencia de Felipe VI a otro acto público el próximo jueves, XII aniversario de los atentados del 11-M: el Monarca asistirá junto a la Reina Letizia al tradicional concierto en homenaje a las víctimas del terrorismo, que en esta ocasión tendrá lugar a las 19:30 horas.