La capacidad destructiva del Ejecutivo Sánchez sólo es equiparable a las siete plagas...
La capacidad destructiva del Ejecutivo Sánchez sólo es equiparable a las siete plagas...

A finales del siglo I a.C., el geógrafo griego Estrabón definió al país sobre el que vamos a hablar como “una piel de toro extendida”, muy apropiado, tanto por la forma como por la afición que este lugar tendría a un festejo relacionado con dicho animal.

Dieciséis siglos después, concretamente en el año 1568 el rey que gobernaba el mismo país, al que dieron el sobrenombre de “Rey Prudente”, tuvo que sufrir un serie de sucesos dramáticos y luctuosos en lo personal y en lo relativo a la gobernanza de su territorio. En el mismo año murió su hijo el infante don Carlos. Murió también, a causa de un parto prematuro, su esposa la reina Isabel de Valois que estaba embarazada de una niña que también falleció. Se produjo una violenta rebelión en Las Alpujarras y otra en Flandes de igual magnitud. A lo largo de la historia de este antiguo país se ha conocido este año fatídico como “annus horribilis”.

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Pues bien, si nos situamos en el mismo país cinco siglos después, observamos ciertos acontecimientos que nos hacen dudar de si, los de aquel año que pasó el “Rey Prudente”, hoy podrían ser superados en fatalidad. Vamos a intentar hacer un repaso rápido por los hitos que han marcado el último año y que han sido protagonizados por el Presidente actual llamado Pedro.

Nos atrevemos a llamarle Pedro por su carácter cordial y campechano, su aspecto de buena persona y su humildad al referirse a sus súbditos, perdón, ciudadanos y compatriotas. Pedro, o Pedrito, se ha dedicado en el último año a enemistarse con países como Italia, Alemania, Israel, Marruecos y hace muy pocos días con Argentina también. No sabemos si es que tiene querencia a despreciar al mundo Occidental, ya que ha cambiado en muy poco tiempo de tener amigos en Europa a echarse unos nuevos, de dudosos hábitos democráticos y que han creado un grupo de amiguetes para los fines de semana conocido como “Grupo de Puebla”. A algunos nos recuerda de forma un tanto tétrica a una organización de principios del siglo XX que se llamó “Komitern” creada por un tal Lenin, bueno puede que esté exagerando, no me hagan mucho caso…

Además de cambiar de amigos, durante los últimos meses, Pedro, se ha obsesionado con una palabra, que yo personalmente creo que no conocía, pero que le ha hecho mucha gracia: Amnistía. Y como consecuencia de haberla conocido, dice que unos señores que intentaron desmembrar su país, no tienen culpa de nada porque, los pobres no hacían más que potenciar su libertad de expresión y su forma de dialogar. Lo mejor de todo es que los jurisconsultos que les habían acusado de querer romper la unidad nacional, ahora son perseguidos por los supuestos amnistiados, por haberles acusado de algo falso. Me parece que esto es muy complicado como para que en otros países del entorno civilizado lo puedan comprender, luego mejor cambiamos de tema.

Otra de las habilidades que ha potenciado Pedrito es la de generar problemas, ya no solo internos como hemos comprobado en el párrafo anterior, sino también en el exterior. Se ha empeñado en decir que hay que nombrar país a un territorio que nunca lo ha sido, y que nunca ha querido serlo. Dice que se llama Palestina y que no se puede tolerar que no esté considerado como Nación a estas alturas de la era en la que vivimos. Pedro no sabe que en el año 1948 la ONU les dio la oportunidad de ser un país y no quisieron, y que lo mismo pasó en el año 2000 en una conocida reunión que hubo en Estados Unidos junto con el Presidente Bill Clinton, donde el responsable de los palestinos, un señor que se llamaba Arafat, se negó a reconocer su territorio como país autónomo. Y entonces me pregunto yo: ¿qué pinta Pedro en ese negociado si los protagonistas están por otras labores?, ¿acaso creé que porque el lo diga accederán?. ¡Jo pedro!, no creía que fueses tan ingenuo, probablemente tu desmedida intención de crear concordia y fraternidad te lleve a serlo.

Una cosa que está haciendo Pedro en los últimos meses, y que lo ha intentado hacer de forma disimulada, y eso no voy a mentir, no nos ha gustado a muchos que éramos incondicionales de él, es que como no le salían las cosas bien, se ha empeñado en inmiscuirse en el Poder Judicial, en el Tribunal de Cuentas y en la Fiscalía. Pedro, ten cuidado esas instituciones deberían ser intocables, a ver si es que tanta partida de mus con tus amigos del Grupo de Puebla, te están nublando la vista. ¡No Pedro no, tu no eres así!. Deja de hablar con ellos una temporada y verás como la claridad te vuelve a la mente privilegiada que solías tener.

Ahora Pedro, me voy a poner serio y te voy a contar una cosa de la que seguramente no te has enterado, yo que te conozco, sé que tu limpieza de alma casi mística, te impediría hacer consentir algo así. En los colegios están enseñando a los niños muy pequeñitos con seis años, o menos, que los niños no son niños y que las niñas no son niñas. Imagina lo que pensarán unas mentes tan inocentes cuando les digan que ellos pueden ser niño o niña según decidan elegir, porque eso de tener una cosita colgando o un agujerito no tiene nada que ver. Es más, les dicen que esas ideas son muy antiguas y que ya no se llevan, que sus papás vivieron una época rancia donde no se hablaba de estos temas y por eso no se lo han contado. Pedrito, mejor no te cuento las ilustraciones que les enseñan en los coles con imágenes explícitas de sexo entre homosexuales, personas trans, y mejor no sigo. En esto, si que tienes que hablar con tu ministra de Igualdad y pedirle responsabilidades; Pedro sé que cuando leas esto el corazón se te va a inundar de lágrimas, pero sé valiente, que la ministra sepa quien es el que manda y defiende sus principios. Te doy las gracias por adelantado porque doy fe de que lo vas a hacer.

Se me van a quedar muchas cosas que te quería decir, pero prefiero que las hablemos cuando nos veamos, porque de lo contrario me podría quedar escribiendo toda la noche y mañana tengo que trabajar Pedro, sé que me entiendes y no me lo vas echar en cara. Pero aun así, no me puedo despedir sin decirte que estás haciendo otra cosa que no está muy bien. Tanto tú como yo creemos en la Democracia, ¿a que si?, entonces Pedro ¿porque en los últimos días estás insinuando cosas muy feas sobre los medios de comunicación que no te hacen la pelota?, bueno voy ser un poquito menos llano, con los que no son afines a lo que tu piensas siempre. ¿No te acuerdas de cuando leíamos un libro que se titulaba 1948, escrito por un señor que estuvo en la Guerra Civil española, y veíamos las barbaridades que contaba sobre el pensamiento único y la intención de crear una neo lengua que no le molestase a los mandatarios?

Tú, particularmente te disgustabas, tu caridad sobresalía cuando te dabas cuenta de la injusticia que se estaba haciendo sobre esos pobres personajes de ficción. Entonces Pedrito, deja a los periodistas de tu país que opinen sobre ti, no estoy diciendo que te dejes calumniar, pero sí que permitas que den noticias, que para eso están. Ese tal Lenin del que hablamos unos párrafos más arriba, antes de crear la Komitern prohibió en su país la prensa libre, creando el partido único y la comunicación única dirigida por el régimen. ¡Pedro, no me asustes, tu siempre has huido de eso!. Dinos que nos has cambiado y ya verás como todo se arregla.

Ten en cuenta, que el “annus horribilis” del Rey Prudente sucedió por un cúmulo de sucesos y circunstancias que él no provocó, al menos en gran parte. Pedro, en tu caso es al revés, tu has provocado todas las que te he contado hasta ahora más todas las que no he nombrado, y lo mismo pasas a la historia por ser el Presidente que se empeñó en tener el “annus horribilis” peor de la historia de su longevo país. Y lo malo no es el sambenito que se te va a quedar, es el daño que vas a hacer a los pobres ciudadanos de tu país. Con todos estos errores, aunque no sean malintencionados por tu parte, solo generas pobreza y desconfianza, la próxima vez que pases por Bolivia o Venezuela te fijas en las calles y los comercios y verás como me das la razón. Muchas gracias Pedro.

José Carlos Sacristán, Colaborador de Enraizados

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