Begoña Gómez, la mujer del presidente del gobierno, Pedro Sánchez
Begoña Gómez, la mujer del presidente del gobierno, Pedro Sánchez

Tienen la piel muy fina y un embudo inaceptable. Resulta que Oscar Puente se permite decir que el presidente argentino, Javier Milei, “toma sustancias” antes de decir determinadas cosas. O sea, le acusa de drogadicto. Luego se disculpa de aquella manera porque -dice- no sabía la repercusión que iban a tener sus palabras. ¿Inútil o hipócrita?

Ahora, el mismo gobierno al que pertenece Puente sobrerreacciona porque Milei acusa de “corrupta” a Begoña Gómez -mujer del presidente Pedro Sánchez- que está siendo investigada judicialmente por presunto caso de corrupción.

Algunas personas creen que La Sexta da información.

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Es verdad que Mieli no fue muy fino con la presunción de inocencia. Pero teniendo en cuenta el feo de Puente que se suma al feo de que nadie del gobierno salude o reciba al presidente de Argentina de visita en España, ponerse estupendo parece exagerado. Por otra parte, reclamar formas versallescas a quien presume de motosierra es quizás demasiado.

El caso es que el gobierno retira a su embajadora en Buenas Aires, llama a consultas al embajador de Argentina en Madrid y el ministro Albares se pasa toda la mañana de lunes de ‘road show’ por los medios para lamentarse del problema diplomático creado por Milei, el amigo de Vox y que el PP no condene.

El PP responde con ambivalencia. Por una parte, apunta al embudo y recuerda que Begoña no es asunto der Estado ni la reina de España. Además, Tellado recuerda que el gobierno no ha consultado ni consensuado por el PP ni Gaza, ni Gibraltar ni Ucrania. Pero Pons recula y apunta que lo de Milei fue una “intromisión” en la política nacional. Ambos discursos son compatibles aunque pelín contradictorios. De nuevo las dos almas del PP. Por una parte, los que han entendido que con Sánchez la convivencia no es posible desde el momento que ha levantado un muro y ha establecido cordones sasnitarios. Por otra, los pactistas que ahora ofrecen a Sánchez negociar la renovación de la cúpulla del Banco de España. ¿Posibilistas frente a maximalistas o alternativos frente alternacias?

Mientras Vox encantado de que el gobierno le tome como enemigo. La encuesta de El País pronostica que suplicará su presencia en el Parlamento Europeo. PSOE y Vox son enemigos. Pero ambos se retroalimentan. Sánchez vive del “¡que vienen los fachas!” mientras que Vox se alimenta del “Sánchez nos quiere cancelar”.

Que por ver qé alma ganará en el PP. Milei -por cierto- lo tiene claro: no conviene equivocarse de enemigo, que no es otro que el socialismo. El mismo convive en su gobierno con el equivalente al PP; juntos frente al kichnerismo. Quizás terminemos aprendiendo la lección.

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