Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro/ Wikimedia
Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro/ Wikimedia

«Los generales lo controlan todo. Intentan de una manera ineficaz abastecer los mercados que son controlados por militares y se quedan con los productos, para comercializarlos o para hacer uso de ellos en favor de sus intereses», reconoce para Actuall William Cárdenas, presidente de la Plataforma Democrática de Venezolanos en España.

«Ahora se quedan con la situación de los mercados, pero ya antes solicitaban dólares para importar comida y se quedaban con los dólares y no importaban los alimentos y productos para los que supuestamente los adquirían», añade este opositor.

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Y es que desde el desplome del precio del petróleo la economía venezolana no levanta cabeza. «La caída del precio del petróleo impide que se tengan divisas para importar lo que antes se producía en el país. Ahora ni se produce ni se puede importar. El año pasado ya comenzaron a verse colas interminables para obtener productos de primera necesidad. El desabastecimiento ha sido galopante y se ha extendido por toda la República», relata Cárdenas.

«A esto se suma una crisis energética por la falta de mantenimiento de las plantas hidroeléctricas que surtían con capacidad suficiente para dotar de electricidad a todo el país. Eso se redujo de manera drástica,  la inoperancia de esas plantas ha llevado a una situación de racionamiento eléctrico. Hay sitios en los que existe racionamiento de 4/ 8 horas de luz eléctrica.»

Maduro quiere salvar su cuello

Ante el galopante desabastecimiento el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha jugado una de sus últimas cartas y ha decretado el Estado de Excepción durante los próximos 60 días.

«Maduro está intentando agarrarse a un clavo ardiendo para salvar su cuello»

Cárdenas advierte que «el Estado de Excepción es un instrumento más de la política represiva de un régimen que se niega a salir del poder.  Y se niegan porque han estado inmersos en corruptelas, crímenes, delitos de narcotráfico, vínculos con el terrorismo, blanqueo de capitales… Hoy en día está apareciendo todo esto y se está reflejando en informes que aparecen en algunos paraísos fiscales».

Escasez de los mercados en Venezuela. /Wikimedia
Escasez de los mercados en Venezuela./Fuente:Wikimedia

De este modo, este venezolano ve un síntoma de que «Maduro está intentando agarrarse a un clavo ardiendo para salvar su cuello». Pero por este mismo motivo «el presidente venezolano hace una demostración de fuerza y dicta este decreto de Estado de Excepción como medida preventiva en una especie de marco donde él pueda ejercer, limitando los derechos constitucionales, su capacidad para contrarrestar cualquier intento que pueda desplazarle del poder», advierte el presidente de la Plataforma Democrática de Venezolanos en España.

Caos absoluto

La suma de todos estos factores ha dado como resultado un «caos absoluto», apostilla Cárdenas. Además, añade que «lo que está ocurriendo en Venezuela es consecuencia de un Gobierno fallido, de una dictadura con un señor en el poder apuntalado por los militares y que controla, a excepción de la Asamblea Nacional, todos los poderes públicos».

«Es una política dirigida a atacar a los medios de producción, a la propiedad privada, a expropiar empresas…simultáneamente ha habido ataque político a las instituciones. No existe el Estado porque no existen las instituciones», insiste este venezolano que todavía confía en que la situación tenga solución.

«En Venezuela puede llegar un momento en el que nos veamos inmersos en una confrontación de hermanos contra hermanos»

Para Cárdenas «la oposición, al haber ganado las dos tercias partes de la Asamblea Nacional ha demostrado que goza del respaldo mayoritario de la sociedad. La gente quiere la salida del régimen. Sin embargo, se encuentran en una situación de desventaja porque el Ejecutivo controla los otros poderes públicos y bloquea todas las iniciativas que tratan de ponerse en marcha a través de la Asamblea».

Guerra Civil

El cambio no será fácil, y lo que más se teme es que el hambre de la poblacion y el miedo de Maduro a perder su sillón desemboquen en un conflicto armado, parecido a la Guerra Civil española.

«En Venezuela puede llegar un momento en el cual todo esto se vaya de las manos y nos veamos inmersos en una confrontación de hermanos contra hermanos. El trabajo de Chávez de dividir al país con ese discurso de odio y de antagonismo, de diferencias sociales, de ricos contra pobres, de negros contra blancos, blancos contra negros….Este es el daño que hacen estos populismos anclados en ideas del s. XIX para aplicarlas a la sociedad del s. XXI», constata Cárdenas.

Del mismo modo, el opositor denuncia que «estos ‘salvadores de la patria’ lo único que hacen es llevarnos a situaciones lamentablemente trágicas». Pero también matiza que a pesar de ser muy duro «todavía no hemos llegado a los niveles de antagonismo y confrontación que vivieron en España hace muchos años. Hay una experiencia y los venezolanos podrían ayudar a construir ese puente a través del cual las partes pudieran transitar para dar con soluciones al problema que está viviendo la poblacion venezolana».

Visita de Zapatero

Y para rizar el rizo, Maduro ha invitado a los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero, Leonel Fernández de la República Dominicana y Martín Torrijos de Panamá como mediadores de la crisis en Venezuela.

«Zapatero es amigo de la Venezuela chavista. Dentro de su socialdemocracia y del desarrollo de esos esquemas siempre se ha mostrado próximo a estas aventuras social-comunistas del chavismo», reconoce a Actuall William Cárdenas.

«Difícilmente puede cumplir dicha función mediadora. El mediador tiene que ser absolutamente imparcial. Y en este caso Zapatero no cumple con esa condición. Está integrado en una Comisión de la Verdad que ha sido creada por el oficialismo para contraponer la Ley de Amnistía», concluye.

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