
Ada Colau sigue practicando el activismo desde su sillón como primera edil de Barcelona. Su última decisión ha sido entregar cinco inmuebles municipales a los okupas de la ciudad, pese a que algunos de ellos estaban destinados a convertirse en espacios para personas mayores.
Durante los nueve meses que lleva gobernando en la ciudad catalana, Colau ha permitido esta ocupación sin poner ningún remedio. A pesar de las reiteradas denuncias por parte del presidente del Grupo Popular en el Ayuntamiento, Alberto Fernández, la alcaldesa no ha tomado ninguna medida para frenar estas violaciones de la propiedad privada.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraMás bien todo lo contrario. Según ha informado OkDiario, Colau ha dado facilidades a los okupas de estos edificios, como la de no llevar a cabo su desalojo antes de las primeras 48 horas o, en algún caso, dándoles suministro de luz del propio Consistorio.
El último episodio se produjo este mes de marzo y se trata de un edificio municipal situado en el Pasaje Sant Bernat, en el barrio del Rava. De hecho, esta finca se encuentra calificada como equipamiento y su entrada estaba tapiada antes de que los okupas derribaran el muro para facilitar el acceso al edificio.
Para el PP de Barcelona, la alcaldesa está legalizando un delito
El representante del PP denunció su ocupación inmediatamente, ya que si se produce el desalojo antes de las primeras 48 horas, se puede frenar que ésta se convierta en algo indefinido. Sin embargo, la regidora no respondió a la demanda de Fernández.
El popular ha señalado que «Colau pretende hacer como alcaldesa lo que hacía como activista» y por ello considera que debe rechazar la ocupación ilegal de pisos públicos, «porque además de legalizar un delito, es un agravio y menosprecia a todas aquellos vecinos que tienen la necesidad para acceder a una vivienda pública, inscribiéndose al registro de solicitantes, no por ello pegan una patada o realizan un ‘palancazo’ en la puerta».
«Con este reglamento, Colau intenta regular la situación de los espacios okupados. Un reglamento que ni se ha discutido en el Consejo de Vivienda Social»
El pasado 9 de febrero desde la Concejalía de Vivienda del Ayuntamiento que dirige Ada Colau, se promovió un nuevo reglamento en el que se prevé la regulación de los pisos ocupados en función de si han estado habitados más de dos años, entre uno y dos años o menos de un año. «Con este reglamento, Colau intenta regular la situación de los espacios ocupados. Un reglamento que ni se ha discutido en el Consejo de Vivienda Social», según Fernández.
Para el presidente del Grupo Popular en el Consistorio: «Con este reglamento, la alcaldesa Colau reconoce que en Barcelona hay pisos públicos ocupados, por lo que pedimos conocer el número total de estos inmuebles y qué acciones se han realizado para poner estos pisos a disposición del consistorio, sea para los solicitantes de vivienda pública de Barcelona o para la mesa de emergencias sociales”.
Según han informado fuentes del Ayuntamiento, estas medidas pueden provocar un «efecto llamada» ya que son muchas la personas que necesitan una vivienda social y que podrían imitar la forma de actuar de los okupas «simplemente derribando un muro y apropiándose del edificio».
El inmueble del Raval es el último episodio de los edificios municipales ocupados ya que otros inmuebles emblemáticos ya lo están. Entre ellos se encuentran: el edificio Transormadors en el Barrio del Eixample, la antigua comisaría de Gràcia, las viviendas de la calle Hort de la Vila de Sarriá o las de Can Víes en Sants.
Barcelona, ciudad ‘okupa’
La ciudad catalana es uno de los lugares preferidos por los okupas, como muestra la web Asamblea d’Okupas de Barcelona, que incluso publica un listado con los Centros Sociales Ocupados.
Numerosas páginas de Internet describen con todo lujo de detalles cómo adueñarse de las propiedades privadas e informan de los mecanismos legales que existen para hacer la ocupación lo más legalmente posible. Este sería sólo un ejemplo:
Breve manual de ‘Okupación’
- Buscar una casa. Decide el barrio y una casa que se corresponda con la idea que tenéis (vivienda, centro social…). Contacta con los centros sociales ocupados del barrio y escoge los compañeros.
- Información sobre la casa. En el registro de la propiedad y en el departamento de urbanismo puedes averiguar de quién es la propiedad, cuántos años lleva abandonada o los planes urbanísticos previstos.
- Decide si prefieres una entrada silenciosa o pública (concentración ante la casa, pasacalles…) y piensa en llevar los materiales que necesitarás. Escoge el mejor momento.
- Los primeros días. Asegúrate que siempre haya alguien en la casa y barrica bien todas las entradas. Piensa que estos pueden ser los días más duros.
Además de los manuales y consejos legales que circulan por Internet, en Barcelona hay numerosas oficinas físicas para asesorar a todos que deseen ‘okupar’ las viviendas de otros.