Lo del alcalde de Torrecaballeros (Segovia) no parece un caso aislado. No se trata de un bien intencionado gay que cree que puede comulgar. Más bien parece un pulso del PSOE a la Iglesia.
El párroco ha actuado como debía. Ante la evidencia de que vive en pecado, es obvio que no puede comulgar. Hacer lo contrario sería un escándalo público. El obispado le ha respaldado. Así que el gobierno -la ministra de Igualdad, Ana Redondo- ha decidido elevar el asunto a la Conferencia Epioscopal.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraArgumentan que negar la comunión supone discriminación y por tanto violación del art. 14 de la Constitución que consagra el principio de igualdad. Pero es que va más allá y argumenta que negar la comunión por razón de ser homosexual y vivir con su pareja violaría también el art. 16 que consagra la libertad religiosa en tanto que la libertad religiosa del señor alcalde de Torrecaballeros habría quedado dañada por la acción del señor cura párroco. ¿Estamos locos?
Lo que viene a decir la ministra es que el alcalde de Torrecaballeros tiene derecho a decidir los criterios de la Santa Madre Iglesia a su antojo y que negarle ese derecho es discriminatorio y liberticida. ¿Y por qué no tiene también derecho a decidir sobre el Código de Circulación?, ¿y por qué no es libre para casarse con dos hombres?
La confusión parte del desconocimiento o falta de respeto. El principio de igualdad apela a la igualdad de todos ante la Ley. No ante la empresa ni ante la Iglesia. Un trabajador cobra más que otro y no atenta a la igualdad. Uno es más alto que otro y puede acceder a determinadas oposiciones y no atenta a la cacareada igualdad.
Lo que sí afecta a la libertad religiosa es negar a la Iglesia su normal funcionamiento. La comunión no es un gesto, es una realidad en la que el creyente ‘come’ el cuerpo de Cristo, entrando en comunión con el Altísimo. Es decir, Dios mismo entra en lo más profundo de nuestro ser.
Obviamente, esto que es tan fuerte exige preparación. Antes se exigía un ayuno de 12 horas; ahora de una. Pero en todo caso, se exige preparación del alma. Porque un alma sucia no debe recibir a Cristo. No es digno. Por eso no se debe comulgar si se está en pecado mortal. Y por eso en cada eucaristía se hace una pequeña confesión de los pecados para limpiar el alma y prepararla para el Encuentro con el Creador.
Si no se cree esto, el acto de comulgar es un sacrilegio. Y si se cree se respeta que si uno vive en pecado no debe comulgar. Si el pecado es público, el sacerdote debe negar la comunión.
Y esto no supone juzgar a nadie. Sólo Dios conoce nuestras conciencias. Pero el hecho es objetivo. Y el pecado también. ¿O es que la ministra también quiere decir sobre la moral católica? Ya le gustaría…
En definitiva, que esto de constitucionalizar el derecho a la comunión tiene su gracia si no estuviéramos hablando de cosas serias…

Mons.Munilla, obispo de Orihuela-Alicante lo explica muy claramente en twitter:
- No creen en la libertad de la que hacían bandera antes de alcanzar el poder. Ahora se creen con la potestad de imponer por ley una “antropología de estado”, vulnerando el principio de libertad religiosa (pero, eso sí, nunca los hemos oído decir nada con respecto al islam).
- Es obvio que sus acusaciones no tienen ningún recorrido legal (a pesar de sus continuos intentos de manipular el poder judicial). Su objetivo es doble: por una parte, meter miedo e intentar silenciar a la Iglesia, y, en segundo lugar, distraer la atención de la opinión pública de los escándalos de corrupción por los que están siendo investigados.
- Es absolutamente falso que la Iglesia haga terapias de ningún tipo… La Iglesia acompaña espiritualmente a quienes experimentan heridas afectivas, al tiempo que nos llama a todos a la conversión.
- Y lo increíble es que esa acusación la realizan quienes han aprobado una ley por la que se permite hormonar y realizar operaciones quirúrgicas para cambiar de sexo, incluso a menores de edad sin el consentimiento de sus padres. Es decir, pretender colar un mosquito (que ni siquiera existe) y se tragan un camello…
- La pretensión de la ministra de que sea el Tribunal Constitucional el que dirima las condiciones para recibir la Sagrada Comunión, está a medio camino entre el sainete y la tragicomedia…
Por si fuera poco, como sabes, el gobierno pretende eliminar el delito de atentado contra los sentimientos religiosos. ¿Cómo se defiende la libertad religiosa si cuando se viola no hay sanción?
Y más: también están emprendiendo acciones contra siete diócesis por las supuestas terapias de conversión. Incluso sugieren que podrían ser constitutivas de delito. ¿Acoger y acompañar es delito?
Este gobierno tiene tintes cada día más liberticidas.