La nueva crisis que estalló este lunes en el grupo de Podemos de la Comunidad de Madrid ha puesto de manifiesto la división que existe en la cúpula podemita. Así la dimisión del secretario de Organización en Madrid, Emilio Delgado, revela la pelea interna por el dominio del partido entre los partidarios del secretario general, Pablo Iglesias, y los de su número dos, Íñigo Errejon.

La decisión de Delgado, vinculado a Errejon, llega tras denunciar la falta del liderazgo del secretario general autonómico, Luis Alegre, que además de ser cofundador de Podemos,  es el hombre de confianza de Pablo Iglesias. Con esta renuncia, y según afirma El País, se ha abierto una brecha en la dirección regional de Podemos, que puede continuar en los próximos días.

Algunas personas creen que La Sexta da información.

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En la pelea interna entre los dos sectores de Podemos no sólo hay una discusión de poder, sino también ideológica. El debate oscila en cómo Podemos debe afrontar su llegada al Parlamento y de qué manera tiene que relacionarse con la “vieja política” y, en especial, con el Partido Socialista.

Según ha asegurado el cofundador de Podemos, Juan Carlos Monedero,  «unos quieren entrar pronto en la gestión aunque las circunstancias no sean óptimas, mientras otros querrán seguir consolidando posiciones capaces de representar el cambio y no tendrán tanta urgencia por subordinarse a políticas que no son las propias».

El otro debate se encuentra en cómo Podemos debe reconstruirse para alejarse de la política actual. En este caso, una parte defiende un partido «disciplinado», mientras que prefieren mayor participación. En este sentido, las direcciones de País Vasco, Galicia y Cantabria se han enfrentado a la cúpula nacional de Podemos por su intromisión en los cuestiones territoriales.

El portavoz de Podemos, Íñigo Errejon, ha reconocido este lunes la existencia de diferencias dentro de Podemos, sin embargo, ha evitado hablar de crisis internas y ha defendido que su partido debate sus «diferencias», sin que ello suponga enfrentamientos.

Además, el número dos de los podemitas, ha criticado que cada vez que abren un proceso interno se les acuse de desestructura. «Tenemos sólo dos años de existencia y nos han diagnosticado unas siete veces la ruptura», ha asegurado.

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