Eñl sanchismo está obsesionado con
Eñl sanchismo está obsesionado con "resignificar" el Valle de los Caídos.

El artículo 2 de la Ley 23/1982 que regula el Patrimonio Nacional establece de manera muy clara que el Valle de los Caídos no es un bien integrante del Patrimonio Nacional.

Sin embargo, deseando no comprometerse, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, afirma exactamente lo contrario, razón por la cual –según ella- la Comunidad que está a su cargo carece de competencia para declarar el Valle como un bien de interés cultural.

Algunas personas creen que La Sexta da información.

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Aquí vemos como Isabel Díaz Ayuso interpreta la Ley como le da la gana.

Y es que el Valle de los Caídos –por la razón que al principio dijimos- no es un bien integrante del Patrimonio Nacional; más bien es propiedad de la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, según consta en el Registro de la Propiedad número 2 de San Lorenzo del Escorial.

No obstante (y es aquí donde se encuentra el riesgo) la citada Ley de Patrimonio Nacional autoriza al gobierno para que, mediante un Real Decreto, pueda establecer el nuevo régimen jurídico de los bienes de la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos disponiendo –cuando ello proceda- su integración dentro del Patrimonio del Estado.

Ahora bien, en estos momentos, el Valle de los Caídos no forma parte del Patrimonio Nacional, razón por la cual en estos momentos la competencia le corresponde en exclusiva a la Comunidad Autónoma de Madrid.

Sin embargo (y aquí está el riesgo) en el momento en que el Gobierno –integrado por una coalición social comunista- apruebe en Real Decreto estableciendo un nuevo régimen jurídico del Valle, tal y como prevé la Ley de Memoria Democrática; en ese momento y no antes quedará extinguida la Fundación del Valle de los Caídos y por lo tanto el conjunto monumental pasará a ser titularidad del Patrimonio del Estado.

Será a partir de ese momento cuando ya Isabel Díaz Ayuso (aunque quisiera) ya nada podrá hacer.

A partir de entonces, apoyándose en sólidos argumentos jurídicos, Isabel podrá decir que carece de competencia para salvar un bien que es orgullo no solamente de los madrileños sino de todos los españoles.

Si en estos momentos –antes de que Pedro Sánchez y cómplices aprueben el Real Decreto, Isabel decidiese actuar podría salvar el destino del Valle alegando que está a punto de perderse un bien de incalculable valor cultural a nivel mundial.

Algo comparable a la Torre Eiffel de París, a la Estatua de la Libertad en Nueva York o a las ruinas de Machu Pichu en el Perú.

Quien esto escribe siempre ha afirmado que Isabel Díaz Ayuso es una de las personalidades políticas más capaces y valientes con que cuenta España hoy en día.

Tanto así que, por su arrojo y capacidad, podría algún día no solamente relevar a Alberto Núñez

Feijoo en la presidencia del Partido Popular (PP) sino llegar a convertirse en jefa del gobierno español.

Y una vez en la Moncloa, Isabel podría hacer una magnífica labor sacando a flote la hundida economía española.

Un porvenir exitoso parece presentarse en el futuro de Isabel.

Un porvenir exitoso que podría frustrarse si esta dama, en lugar de actuar con valentía en lo que se refiere al Valle, opta por la cobarde actitud del avestruz.

Dentro de cuatro meses (domingo 28 de mayo) habrán de celebrarse elecciones municipales en toda España, incluyendo también las de los diputados de la Comunidad de Madrid.

¿Qué tanto influiría en el ánimo de los madrileños –conservadores en su gran mayoría- ver como Isabel mira hacia otro lado en tanto el gobierno destroza un bien cultural de primera magnitud?

¿Lograría Isabel conservar la cómoda mayoría absoluta de la actualmente dispone? ¿Perdería dicha mayoría al ver como muchos de sus seguidores prefieren apoyar a VOX y concretamente a Rocío Monasterio?

Y si acaso perdiera la mayoría dentro de la Comunidad de Madrid…¿Supondría ello un descalabro en su afán por convertirse en jefa de la oposición?

¡Vaya dilema en el que se encuentra Isabel!

Con lo fácil que sería salir del atolladero declarando al Valle como patrimonio cultural de los madrileños.

Ni duda cabe que, si Isabel decidiera actuar con valentía, ella haría que sus bonos políticos subiesen como la espuma y que la Moncloa estuviese al alcance de la mano.

Si Isabel decide agregar otra victoria a su ya larga carrera de éxitos, deberá dejarse de titubeos, actuar con el arrojo que la caracteriza y coger al toro por los cuernos.

Pero debe hacerlo cuanto antes….el tiempo se acaba.

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Abogado, historiador y periodista. Editorialista de el Heraldo de México (1973-2003). Colaborador de varias revistas mexicanas y españolas. Corresponsal en México de la revista Iglesia-Mundo (1981-1994). Autor de 'La cruzada que forjó una patria' (1976); 'Forjadores de México' (1983); 'Los mitos del Bicentenario' (2010) e 'Isabel la Católica. Su legado para México (2013).