Alberto Rodríguez se ha convertido en uno de los diputados más seguidos por las cámaras debido a sus rastas y su vestimenta. El representante de Podemos en Santa Cruz de Tenerife se ha estrenado en el Congreso para luchar contra lo que denomina la casta. Pero todo ha cambiado cuando él mismo ha tenido que presentar en la Cámara Baja su Declaración de Bienes y Rentas. Un papel que demuestra que nada es lo que parece.

Rodríguez se presentaba en campaña entre sus votantes como un “obrero industrial” y “ecologista”. Pero los datos muestran que ha estado en nómina de uno de los sectores que su partido más ha criticado, una petrolera. Su sueldo en 2014 provino de la Compañía Española de Petróleos (Cepsa). Y su sueldo igualmente está muy por encima de la media, al percibir 52.877 euros.

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Además, el diputado de Podemos presume de haber sido detenido en varias ocasiones. Algo de lo que no se arrepiente: “No me avergüenzo de haber luchado, de haber defendido los derechos de todos y todas y de haber acabado detenido por ello, fruto de sus políticas de reprimir la disidencia. No solo no me avergüenzo sino que lo volvería a repetir. Voy al Congreso, entre otras muchas cosas, para intentar evitar que nadie en este país tenga que pasar por eso. A la ley mordaza no le vamos a dejar ni una coma”.

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