
Los okupas del llamado banco expropiado de Gracià, que Ada Colau intentó comprar para dárselo a este colectivo, han ocupado este viernes 12 de agosto un nuevo edificio en el barrio barcelonés. Aunque su ubicación, de momento, es secreta.
Así lo ha asegurado el colectivo, en un comunicado en las redes sociales. “Hemos decidido asegurarnos que pasa el tiempo necesario para que la policía no tenga el argumento legal de desalojarnos en 72 horas, sino que deban abrir un proceso legal que, por la burocracia que implica, obliga a que pase todo el mes de agosto y así evitar que se produzca ningún conflicto durante estos días”, aseguran los okupas, tal y como recoge El Saqueo Catalán.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
Suscríbete a Actuall y así no caerás nunca en la tentación.
Suscríbete ahoraLos okupas quieren evitar el desalojo exprés
De esta manera, evitan el llamado desalojo exprés durante las próximas semanas, justo cuando se celebran las fiestas del barrio de Gràcia. Y es que los okupas advierten que quieren disfrutar de los días de fiesta como un vecino más. “Queremos pasarlo bien en las fiestas, que también son nuestras, compartir todo el trabajo realizado tanto de los guarnecidos como de las programaciones y disfrutar de estos días en que la calle se convierte en un gran lugar de reunión. Conocemos bien todo el esfuerzo que todas hemos invertido en la preparación de las fiestas y queremos disfrutarlas de la mejor manera posible”, detallan en el comunicado.
A pesar de que todavía se desconoce la ubicación del edificio tomado por los okupas, el colectivo ha anunciado que este miércoles dará conocer en que lugar se encuentran. No obstante, advierten que “no es un nuevo banco expropiado”.

El nuevo edificio no servirá para el proyecto de los okupas
En este sentido, los activistas han explicado que “no será el espacio donde continúe el proyecto. Y no los será por muchas razones, tanto porque físicamente el nuevo espacio no reúne las condiciones de medida mínimas que el proyecto necesita para desarrollarse, como porque nosotros todavía tenemos la viva convicción de volver al espacio donde estábamos”.
Según los okupas, “volver al local desalojado del Banco Expropiado no debe entenderse simplemente como la pugna por un espacio físico, sino que en la lucha contra la especulación en Gràcia debe ser prioritario impedir que Manuel Bravo Solano [el propietario del inmueble] se quede con este local”.