Los progres son totalitarios y a veces, hasta violentos.
Los progres son totalitarios y a veces, hasta violentos.

No sé si el lector está de acuerdo en que un progre es un artista de la manipulación del lenguaje en lugar de alguien que busca el progreso de la sociedad. Veamos dos ejemplos para aclarar un poco esto.

Primer ejemplo: es evidente que, antes, a las personas capaces de luchar contra una dictadura o contra unas ideas impuestas se les llamaba héroes, clase oprimida, valientes, luchadores por la libertad… ahora con la cultura woke, si los que mandan son progres, a los que les llevan la contraria les llaman “negacionistas” y ya no serán héroes, oprimidos… aunque hayan luchado tanto o más que los primeros. Ciertamente, esta manipulación de los progres es genial.

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Segundo ejemplo: manipulación tan genial o más que la anterior. Durante los últimos días de diciembre de 2022 se ha visto un ataque verbal muy duro, incluso con insultos, por parte del Gobierno y de los partidos que le apoyan en el Poder Legislativo, contra el Poder Judicial. Esto es típico de gobiernos dictatoriales, que no quieren tener ningún contrapeso y hacer lo que deseen. Pero, no quería incidir en esta cuestión sino en la inteligente forma de defender esta postura: la mismísima Presidenta del Congreso, Meritxell Batet, expresó esa actitud dictatorial con el término autonomía parlamentaria. Y yo me pregunto ¿se puede encontrar un término más genial y demagógico que éste?

Lo de Meritxell es análogo al de un presidente de una empresa que usara el término autonomía presidencial para indicar que puede hacer lo que le dé la gana: como, por ejemplo, imponer a los empleados dos horas más de trabajo diario sin aumentarles el salario correspondiente. Es evidente que, ante un poder dictatorial como éste, hay que establecer un contrapoder: en este caso, los sindicatos. De la misma forma, el poder del Parlamento no puede ser absoluto, salvo que se quiera llegar a una dictadura; es necesario un contrapoder que es, en los países democráticos, el Poder Judicial.

¿No suena esta manipulación de los progres a un tal Goebbels? De todas formas, el tema del progre es inagotable del que espero hablar más en otra ocasión con el permiso de los progres.

Fernando Silvit

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