
Un periodista y un sacerdote, los hermanos Blasco, fueron detenidos el pasado domingo en la ciudad fronteriza con Melilla de Beni-Enzar, acusados de realizar un reportaje sin permiso y de hacer proselitismo en esta localidad marroquí.
El periodista Jesús Blasco ha lamentado que es la séptima vez que le ocurre algo así en Marruecos. Y eso que en esta ocasión iban sin cámara de fotos ni ningún otro material como periodista. Lo que sí cambió fue el trato de las autoridades marroquíes, que llegaron a la agresión, según cuenta el informador.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraBlasco lamenta el no poder acercarse a la valla fronteriza, pues ha sido detenido tres veces en Melilla por la Guardia Civil y siete por las fuerzas marroquíes. La última fue el pasado domingo, cuando se disponía junto a su hermano a tomar algo en Beni-Enzar. «Es la séptima vez que paso por unos calabozos en Marruecos, pero nunca me había pasado algo así».
El periodista narra lo sucedido: «Iba paseando con mi hermano, que es sacerdote, que el pobre sólo quería pasar la frontera y ver un poco el otro lado…, y nos han abordado más de 30 agentes».
El papel del Consulado español
Jesús Blasco, premiado varias veces por sus trabajos sobre inmigración y refugiados, ha narrado su experiencia: «Nos han agarrado, arrastrado y metido a la fuerza en una camioneta- calabozo de esas que tienen las Fuerzas Auxiliares con barrotes y donde transportan a los inmigrantes que capturan en las redadas».
Más adelante los hermanos fueron llevados a comisaría, lugar en el que -asegura Jesús- fueron encerrados y les quitaron la documentación, los móviles y las mochilas. Todo ello seguido de insultos, forcejeos y empujones.
«Primero decían que éramos los dos periodistas y que estábamos haciendo ilegalmente un reportaje; pero es que al aclararse que mi hermano era sacerdote ha sido peor: lo querían dejar detenido porque dicen que no puede ir un sacerdote por Marruecos», a pesar de que su hermano iba con ropa de calle y sin hacer ninguna ostentación como cristiano.
Aquello duró cinco horas en las que ambos fueron interrogados hasta en cuatro ocasiones. Tampoco se ha librado de las críticas el Consulado Español. «El consulado sabía desde el principio de nuestra situación y no ha hecho nada por nosotros».