Nikki Haley es la embajadora de EEUU ante Naciones Unidas que propusó Donald Trump. Es una mujer cristiana, provida y valiente, sin miedo a decir la verdad. Y no sólo porque en su última intervención en la ONU lo hiciese con un crucifijo bien visible, sino porque no temió contar el sesgo de esta organización.
Su discurso lo ofreció después de la reunión mensual sobre Oriente Medio, comisión presidida por el saudí Faisal Trad, en la que solo se habló hablado de Israel. Ni de Irán, ni de Siria, ni de Arabia Saudí,… solo y exclusivamente de Israel.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraHaley critica que este organismo no condene un atentado terrorista ocurrido en suelo israelí, mientras que no tiene ningún problema en hacerlo cuando ocurre en cualquier otro país.
En 2015, de las 23 resoluciones de la ONU, 20 fueron contra Israel
También critica que la única democracia real de esta zona sea sometida a tal examen -de las 23 resoluciones de la ONU en 2015, 20 fueron contra Israel- mientras que para el resto se hace el silencio a pesar de su falta de derechos humanos.
Una critica dura, basada en hechos y con ánimo de que las cosas cambien a partir de ahora. Por eso su discurso se ha hecho viral.