
Hace unos días saltó a los medios de comunicación el caso de una brutal agresión de un hombre, Joan Bautista Gispert, a Lidia, una mujer de origen ruso que se había sumado a las ‘brigadas de limpieza’ que cada día en Cataluña retiran los lazos amarillos que colocan los independentistas para reivindicar la puesta en libertad de los políticos encarcelados a la espera de jucio por participar en los hechos golpistas del pasado 1 de octubre de 2017.
«Extranjera de mierda», «vete a tu país» y «no vengas a joder la marrana aquí», le espetaba Bautista a Lidia al tiempo que le golpeaba de forma salvaje en la cara delante de sus dos hijos de cinco y siete años.
Actuall depende del apoyo de lectores como tú para seguir defendiendo la cultura de la vida, la familia y las libertades.
Haz un donativo ahoraA consecuencia de la paliza, Lidia padece desviación del tabique nasal, contusiones en la mandíbula y varias magulladuras. Sus hijos están asustados. Su anciana madre, quien también presenció los hechos y está en silla de ruedas, también tiene miedo.
A través de HazteOir.org, más de 10.000 personas han reclamado en menos de 24 horas que la alcaldesa de la Ciudad Condal, Ada Colau, expulse del Ayuntamiento a Bautista, que desde hace 20 años trabaja a sueldo del municipio impartiendo talleres de pintura en distintos centros municipales.
Tal y como recuerdan en la petición, «este hombre no solo es un violento agresor de mujeres. Es un racista y un xenófobo que golpeaba a Lidia, de origen ruso, al grito de ‘extranjera de mierda’. De hecho, está imputado por sendos delitos de odio y lesiones y le han impuesto una orden de alejamiento de su víctima».
Los ciudadanos reclaman a Colau, que tantas veces se ha presentado como una defensora de las mujeres, que actúe de forma coherente y no siga manteniéndo en nómina a un hombre agresor de mujeres y racista.