Moncloa. Domingo 24 de noviembre. Pedro Sánchez departe con Begoña Gómez. Han pasado tres días desde que Víctor de Aldama cantó la gallina y les dejó desnudos. La conversación pudo ser algo así:
- Begoña, voy a convocar una declaración institucional para anunciar la sustitución de Ribera.
- ¿De verdad?, ¿con la que está cayendo? No hay lo que hay que tener
- Agárrame el cubata
Voilá. Pedro Sánchez despierta expectativas para ‘vender’ lo que todos sabíamos: la sustitución de Teresa Ribera y mucho bla, bla, bla. Rigor, experiencia, profesionalidad, paridad,…
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraNi una palabra sobre las revelaciones de Víctor de Aldama. ¡Nada! Eso sí, transmitió nerviosismo con los papeles y excesiva dependencia de la lectura.
Para compensar, sus asesores de Moncloa programaron unos ‘píos’ de pajaritos mientras hablaba el presidente. ¡Ni Goebbels! Saben que produce relajación física y claridad mental. El mensaje es claro: Moncloa está tranquila y se dedica a trabajar. Con profesionalidad, rigor y compromiso con la paridad y el cambio climático. Y si cuela, cuela.
Quizás el mensaje vaya dirigido a los suyos a 4 días de que comience su Congreso Federal y los barones se muestran inquietos.
La respuesta es ‘dos tazas’. El ‘cambiacolchones’ blinda a Santos Cerdán en Organización. Si Aldama lo pone en el foco, él lo defiende. Aguantar. Resistir. Ese es el slogan. ¿Hasta cuándo?