Nicolás Maduro y Diosdado Cabello durante un acto institucional/EFE
Nicolás Maduro y Diosdado Cabello durante un acto institucional/EFE

Los dos sobrinos del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que fueron arrestados por la DEA (Administración para el Control de Drogas estadounidense) el pasado noviembre en Puerto Príncipe (Haití), han reconocido que traficaban con droga y que su administrador era el mismo que el de las FARC.

Francisco Flores de Freitas y de Efraín Antonio Campo Flores, sobrinos de Cilia Flores, mujer de Maduro, fueron detenidos y trasladados a EEUU como sospechosos de contrabando, acusación que ha sido ratificada según un documento judicial, tal y como publica ABC.

Algunas personas creen que La Sexta da información.

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La reacción tras el arresto en noviembre en Venezuela no se hizo y Diosdado Cabello, el entonces presidente de la Asamblea Nacional, acusó a la DEA de secuestrar al sobrino y al ahijado del presidente, y denunció que EEUU les acusaba de narcotráfico para influir en las elecciones que iban a tener lugar en el país y que ganó la oposición.

Los sobrinos tenían un plan para recibir cargamentos de droga por parte de uno de los administradores de la FARC

Tiempo después Cabello matizó y dijo simplemente que la operación había sido «muy rara» y que investigarían para aclarar lo sucedido. Al final, según reconocen los propios detenidos, lo que ocurría es que los sobrinos tenían un plan para recibir cargamentos de droga por parte de uno de los administradores de la FARC.

El motivo de su silencio hasta ahora se debería a que los arrestados «no entendían del todo sus derechos», pero ahora ya han reconocido su culpa y han declarado que su motivación era simplemente económica, pues esperaban tener unas ganancias con el primer cargamento de unos 5 millones de dólares, de los cuales 50.000 serían para ellos. 

Según el Departamento de Estado, más de la mitad de la cocaína producida en Colombia se trafica a través de Venezuela hacia Europa y Estados Unidos, en medio de lo que ha descrito como un «ambiente permisivo y corrupto».

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