Bernardo es uno de esos hombres que no tiene pinta de ser maltratado por su mujer. O eso le han dicho en numerosas ocasiones. Porque un hombre con ese buen aspecto es imposible que sea víctima de palizas, golpes y humillaciones. Sin embargo, su historia es tan real como la de la veintena larga que han fallecido este año a manos de mujeres.
Su caso no ha salido en los medios de comunicación. Tampoco ha encontrado apoyo en ningún representante político. Ni tan siquiera le han atendido en el 016. El único motivo: ser hombre.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraBernardo,madrileño de 60 años, habla con Actuall para denunciar que “la ley integral contra la violencia de género excluye a los hombres” y reivindicar “la necesidad de dar soluciones a un problema que afecta todos”.
18 años de miedo, de palizas, de humillaciones
Los primeros signos de maltrato aparecieron cinco años después de casarse. “Mi mujer comenzó a tener desajustes emocionales. Un día, tras una pequeña discusión, me soltó la primera bofetada. Pensé que me pediría perdón y que jamás volvería a repetirse esa situación. Pero el perdón nunca llegó, y yo lo dejé pasar”, explica a Actuall.
“La ley integral contra la violencia de género excluye a los hombres”
Después de esta primera humillación, volvieron a repetirse las agresiones durante 18 años. “En cada pelea se le iba la mano y yo callaba porque tenía miedo y vergüenza. Además me amenazaba diciendo que sí contaba algo, me denunciaría y yo acabaría en la cárcel”, relata Bernardo. Una vez incluso le sacudió un bofetón tan fuerte que le dejó los ojos amoratados. “Para ocultarlo, ella me maquilló para que mis compañeros del trabajo no notaran nada”.
Así un día tras otro. Se alternaban fases más fáciles de llevar y otras cada vez más dolorosas. Hasta que Bernardo se llenó de valor y propuso a su esposa el divorcio. “Unos días después de pedir la separación, me secuestró en casa durante cinco días. Me quitó las llaves y el teléfono móvil. No me daba tampoco comida”, denuncia Bernardo.
«Me amenazaba diciendo que sí contaba algo, me denunciaría y yo acabaría en la cárcel»
Tras esta humillación, Bernardo decidió pedir ayuda a sus amigos. “Ninguno de ellos me creía. Me decían que era imposible que mi mujer me hiciera eso con lo buena que era. Por otro lado, hablé con el psiquiatra que estaba tratando sus problemas emocionales y lo único que me contestó es que no era su paciente”, describe el protagonista.
‘Famoso’ por ser el único hombre que denuncia a una mujer
El límite de este caso llegó cuando, tras una gran paliza, Bernardo llamó a la policía. “A ella se la llevaron a la comisaría y a mí al hospital, porque las heridas que me causó requerían que los médicos me las curaran”. En ese momento, Bernardo explica que se hizo ‘famoso’ por ser el único hombre en denunciar a su pareja por malos tratos.
En el parte médico que entregaron a la familia del protagonista, que por primera vez supo el infierno que había vivido durante 18 años, se hablaba de mordeduras, contusiones, policontusiones, hematomas múltiples en brazos, tórax, zona facial, entre otras cosas.
«Yo me pregunto: ¿qué habría pasado si en lugar de ser un hombre maltratado, hubiera sido una mujer?»
Unos meses después y tras una orden de alejamiento de 200 metros, Bernardo sigue pendiente de una sentencia de divorcio por parte de un juez que, sin tener en cuenta estos antecedentes, quiere “obligarme a que me vaya de mi propia casa antes del 31 de diciembre para dejársela a ella. Y es cuando yo me pregunto: ¿qué habría pasado si en lugar de ser un hombre maltratado, hubiera sido una mujer?”.
Para Bernardo los hombres no encuentran el mismo acomodo en la justicia que el de las mujeres que son víctimas de esta lacra. De ahí, que quiera que su caso sea considerado como violencia de género y no doméstica.
En este sentido, Bernardo, y gracias a la iniciativa que ha puesto en marcha la plataforma HazteOír.org para ayudarle, pretende que “la ley de violencia de género cambie para conseguir que todos seamos iguales”.
“La ley de violencia de género cambie para conseguir que todos seamos iguales”
El Gobierno oculta las cifras
Este periódico publicó recientemente que las cifras de hombres asesinados por mujeres se ocultan sistemáticamente. Ni el Gobierno, ni el Ministerio de Sanidad, ofrecen esos datos, a diferencia de los datos de mujeres asesinadas por varones, de los que si existen cifras oficiales.
De suerte que la única posibilidad de recopilar datos de hombres asesinados es recurrir a los medios de comunicación.
Esta misma semana, otro varón ha muerto a manos de una mujer que ha sido puesta ya en libertad por el juez
Precisamente esta misma semana, otro varón ha muerto a manos de una mujer. Se trata de un hombre de 40 años, asesinado el pasado lunes en Bilbao tras ser apuñalado en el estómago por su compañera sentimental, que fue detenida y posteriormente puesta en libertad provisional, con la obligación de presentarse todos los lunes en el juzgado.
El hombre se presentó en una comisaría de Bilbao con una puñalada en el estómago de la que culpó a su compañera. El herido fue trasladado al hospital de Basurto donde murió horas después.
«La violencia de género es sólo aquella que se dirige sobre las mujeres por el hecho mismo de serlo»
Pero ni éste ni la veintena larga de varones asesinados por mujeres en lo que llevamos de año son computados como violencia de género. Por lo tanto no constan, es decir es como si no existieran.
Está así establecido por ley, en España, la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, según la cual violencia de género es sólo “aquella que se dirige sobre las mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas, por sus agresores, carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión”.