
José Antonio Poveda, secretario regional de Escuelas Católicas de Madrid, entidad que agrupa al 40% de la enseñanza no universitaria de la Comunidad de Madrid y al 69% de los centros concertados, defiende que las leyes LGTBI aprobadas en los últimos meses por la Comunidad de Madrid suponen un «adoctrinamiento obligatorio» en la ideología de género al que «no pueden obligarnos».
A su juicio, «una cosa es luchar contra la discriminación o el acoso, y otra bien diferente es que el camino sea el adoctrinamiento obligatorio en los postulados de dicha ideología».
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Suscríbete ahoraPoveda subraya que «la Administración no puede utilizar el currículo escolar para cercenar los derechos de una buena parte de los ciudadanos, ni orillar el principio de neutralidad ideológica de los centros públicos que señala la jurisprudencia del Tribunal Constitucional».

Modificación de currículos escolares
Escuelas Católicas en Madrid instruye a unos 225.000 alumnos de la Comunidad y considera que «la lucha contra el acoso escolar y la discriminacion, sea por la circunstancia personal que sea, pasa necesariamente por educar en el principio elemental de respeto a la dignidad humana inserta en cualquier persona y no por adoctrinar en una opción particular«.
Sin embargo, entiende que la aplicación de la ‘Ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación’ y de la ‘Ley de Protección Integral contra la LGTBifobia y la Discriminación por razón de Orientación e Identidad Sexual’, en lo relativo a la prevención del acoso y la discriminación, «no debería suponer un problema, siempre que se fundamente en el elemental principio de respeto al prójimo».
Sin embargo, alerta de que «una parte no pequeña» de los contenidos de las leyes llevan a una modificación de los currículos escolares, «que pueden llevar contenidos antagónicos con la antropología cristiana».
Si se diera tal circunstancia, Poveda recuerda «que los centros católicos deben permanecer fieles a su carácter propio y a su ideario, y que educarán a sus alumnos en una clave antropológica cristiana».
Por otro lado, desde Escuelas Católicas se recuerda que «unos padres no pueden pretender imponer al centro que actúe de manera contraria a su ideario» como resolvió el Tribunal constitucional a favor del carácter propio del centro educativo.
Promesas de Cifuentes a la escuela concertada
Durante la campaña electoral de 2015, la entonces candidata del Partido Popular a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, mantuvo una reunión con los representantes de las escuelas concertadas, entre las que se encontraba Escuelas Católicas.
En dicha ocasión, Cifuentes se comprometió a «garantizar la libertad de elección de las familias para elegir el tipo de educación que quieren para sus hijos. Eso supone, lógicamente, apoyar a la enseñanza concertada».
Así lo explicaba en un vídeo publicado en el canal de Youtube de Cifuentes el 26 de abril de 2015.
Dos meses después, según recuerda El secretario general de Escuelas Católicas de Madrid, José Antonio Poveda en la referida carta, Cifuentes señaló durante su discurso de investidura: «Mi criterio en materia educativa se centra en la libertad: En primer lugar, libertad para que los padres puedan elegier el tipo de educación que quieran para sus hijos, manteniéndose, a estos efectos, la educación concertada».