Isabel Celaá, ministra de Educación /EFE
Isabel Celaá, ministra de Educación /EFE

En estos días las redes sociales, que todavía son un medio de comunicación relativamente libre, están que arden con el proyecto de ley de reforma educativa. Esta reforma educativa se llama LOMLOE, y su responsable es la ministra Celaá. Las anteriores reformas, desde los tiempos de Felipe González, son la LOGSE del PSOE (1990), la LOCE del PP (2002), la LOE del PSOE con la incorporación de Educación para la Ciudadanía (2006), la LOMCE del PP (2013). Y ahora toca la LOMLOE del PSOE (2020).

Ha sido una alternancia de leyes, una del PSOE otra del PP. Según llegaban al poder la reforma educativa no podía faltar. ¡Cómo juegan con las familias! Porque los alumnos, los que van al colegio a formarse, a aprender y a cultivar la inteligencia son nuestros hijos. Los alumnos tienen padres, tienen familias, con sus convicciones filosóficas, morales y religiosas.

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Sin los alumnos, los colegios no tienen sentido, no valen. Son para ellos. Toda la educación, los profesores, la manera de enseñar, gira en torno de los alumnos y de sus familias. ¡Aunque no lo parezca!

Los padres somos los primeros y principales educadores de nuestros hijos. Este derecho y este deber de educar está amparado, respaldado y suscrito por organismos nacionales e internacionales como la Constitución Española de 1978, el Tribunal Constitucional, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Protocolo adicional al Convenio para la protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales de París.

El Estado debe garantizar la libertad de educación que tienen los padres, las familias, para elegir cómo y dónde quieren educar a sus hijos. El Estado debe garantizar que los padres puedan educar y elegir como hacerlo. El Estado no puede imponer una determinada educación. En el caso de la LOMLOE, la ministra Celaá lo que pretende es imponer el derecho a la educación pública y que ésta sea la única. Este derecho vulnera el derecho de los padres a elegir.

Así, siendo la educación pública la única, y siendo el dueño el gobierno, se corre el peligro de que se pretenda un control ideológico de la educación, control ideológico en la escuela. No es extraño considerar esto, pues ya hemos visto como desde 1990 la alternancia en el poder en el Gobierno, nos ha traído también la alternancia ideológica en las diferentes reformas educativas. 

La libertad educativa de los padres con sus hijos queda anulada, eliminando también del escenario educativo las ofertas de educación especial, de educación concertada y de educación diferenciada

Así los colegios se vuelven semilleros ideológicos y no se tienen en consideración las convicciones filosóficas, morales, religiosas e incluso las pedagógicas de cada familia, de los padres.

Por tanto, la libertad educativa de los padres con sus hijos queda anulada, eliminando también del escenario educativo las ofertas de educación especial, de educación concertada y de educación diferenciada.

Desde la Federación Madrileña de Familias Numerosas nos hemos adherido a la campaña contra el proyecto de ley de reforma educativa, la LOMLOE o Ley Celaá, porque vulnera y coarta la libertad de los padres en la educación de sus hijos, de la que son responsables y principales actores.

El Estado sólo debe garantizar esta libertad y en caso de que las familias no pudieran ejercerla, ayudar para poder hacer uso de esa libertad.

Esta adhesión no obliga a que todas las familias tengan que pensar igual. Cada una tendrá su opinión. Unas preferirán la educación pública, otras la concertada, otras prefieren la privada y otras necesitan la educación especial.

El Estado y la Administración deben velar y garantizar esta libertad, no imponer un determinado tipo de colegio, ni un determinado modelo educativo

Sin embargo, esta LOMLOE vulnera el derecho a elegir un centro escolar, tanto si es privado, publico o concertado. Nos quita la libertad de preferir, de elegir.

A este respecto, hace varios días elaboramos una encuesta para las familias sobre qué tipo de colegio habían escogido para sus hijos. El resultado es que la mayoría opta o ha optado por escoger lo que han necesitado en cada momento y para cada hijo. O por lo menos lo que han podido.

Las familias tenemos diferentes circunstancias, que cambian a lo largo del tiempo y también tenemos diferentes realidades por tener hijos con diferentes necesidades que también cambian a lo largo del tiempo.

Por lo cual, elegimos un centro privado o público y para otra etapa escolar u otro hijo necesitamos o elegimos otro colegio. Por ello, en la gráfica, la mayoría de las familias nos dicen que han optado por escoger variedad de tipos de colegio.

Encuesta sobre libertad educativa elaborada por las familias numerosas de Madrid. Privado son familias que han escogido esa opción en todas las etapas educativas. Público lo mismo, pero en centros públicos y Concertado igual.
El mix que es mayoría, son familias que han optado por variedad educativa.

Eso significa que necesitamos que haya libertad para escoger y que el Estado y la Administración deben velar y garantizar esta libertad, no imponer un determinado tipo de colegio, ni un determinado modelo educativo.

En 2006, con la LOE, se intentó atravesar esta línea roja para los padres que es la educación de sus hijos intentando adoctrinar y manipular ideológicamente con la Educación para la Ciudadanía. Los padres dieron la batalla y no dieron un paso atrás. Parece que ahora, otra vez con el PSOE, las trincheras nos vuelven a llamar. Los padres estamos preparados para combatir de nuevo. La familia, libres para educar.

Para los que quieran apoyar esta campaña este es el manifiesto. Y esta es la recogida de firmas.

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