Los padres suben a las nubes para reclamar libertad para educar frente a la LOMLOE

"El derecho de los padres en relación con la educación de sus hijos resulta indiscutible", recuerdan las familias en un manifiesto. Los padres exigen "que los padres puedan conocer, supervisar y validar los contenidos educativos que reciban sus hijos, especialmente cuando se trata de afectivo-sexual".

0

Ante la amenaza de la nueva ley educativa que prepara el Gobierno, que ha vetado la presencia de las entidades educativas del proceso de consultas en la Comisión del Congreso, la Federación Madrileña de Familias Numerosas ha presentado el Manifiesto por la libertad de los padres en la educación de sus hijos subiéndose a un globo aerostático con el lema «Familia, libres para elegir».

La lectura del manifiesto estuvo encabezada por el doctor José María Villalón, presidente de la Federación Madrileña de Familias Numerosas, desde la canasta del globo aerostático que fue elevado en vuelo cautivo en la localidad madrileña de Villanueva del Pardillo. También intervinieron, entre otros, la gerente de la federación Elena Fernandez, la presidenta de la Asociación de Familias Numerosas de Madrid, María Menéndez, o la concejal de Vox en villanueva del Pardillo Yvonne Gallego.

Algunas personas creen que La Sexta da información.

Suscríbete a Actuall y así no caerás nunca en la tentación.

Suscríbete ahora

El Manifiesto está suscrito por la Federación Madrileña de Familias Numerosas, la Asociación de Familias Numerosas de Madrid, la Federación de Enseñanza del sindicato USO, la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y padres de Alumnos (CONCAPA) y la plataforma Red de Familia.

«Sin el consentimiento expreso de los padres, los colegios se convierten en semilleros ideológicos a espaldas de los padres», denuncia el manifiesto

Estas organizaciones consideran que es necesaria una «urgente de protección de la familia» y denuncian que «los ataques a la familia para desnaturalizarla y convertirla en una suerte de realidad de convivencia diversa y relativa, hacen que sea una tarea ineludible demandar e interpelar por la defensa de la familia como célula básica de la sociedad y anterior al Estado o a cualquier otra forma de administrar y dirigir la sociedad».

A su juicio, es imprescindible en este sentido reivindicar «la defensa de la familia con hijos, para que los padres tengan garantizada la libertad de educar a sus hijos de acuerdo a sus convicciones religiosas, ideológicas y filosóficas», un derecho amparado po rel artículo 27 de la Constitución Española, la sentencia 74/2018 del Tribunal Constitucional, la Declaración Universal de los Derechos Humanos (artículo 26.3), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (artículo 18.4), el Protocolo adicional al Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales de París (artículo 2)», tal y como detalla en un comunicado María Menéndez.

El manifiesto además defiende que «el derecho de los padres en relación con la educación de sus hijos resulta indiscutible» y que el papel del Estado es garantizarlo y no «imponer una determinada educación, estableciendo ciertos contenidos que los padres no consideren adecuados para la formación y educación de sus hijos, y para los que ni siquiera hayan sido informados».

El texto también denuncia que el adoctrinamiento y la manipulación en los colegios vulnera el derecho de los padres y que «negar el consentimiento de los padres es pretender el control ideológico de la escuela, algo constitucionalmente prohibido por violentar el mayor interés del menor y la patria potestad, que es un derecho de los hijos a ser protegidos».

«Sin el consentimiento expreso de los padres, los colegios se convierten en semilleros ideológicos a espaldas de los padres y se vulnera la confianza que éstos depositaron en el centro escolar», subraya el manifiesto.

Por último, el manifiesto señala que la libertad de educación queda anulada «cuando se suprimen de las ofertas educativas los centros de educación especial y los centros concertados» antes de exigir «que los padres puedan conocer, supervisar y validar los contenidos educativos que reciban sus hijos, especialmente cuando se trata de afectivo-sexual».

Comentarios

Comentarios