María del Rosario Guerra: «El amparo a familias vulnerables debe estar encima del interés político»

    María Rosario Guerra, senadora Colombiana, es anfitriona de la III Cumbre Transatlántica de la Political Network for Values impulsada por Jaime Mayor Oreja. Guerra explica los riesgos que afronta la región y su principal desafío amparar a las famílias más vulnerables.

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    María del Rosario Guerra, senadora de Colombia
    María del María del Rosario Guerra, senadora de Colombia ActuallRosario Guerra, senadora de Colombia / Actuall

    Comienza hoy jueves, 4 de abril, la III Cumbre Transatlántica de la Political Network for Values (Red Política por los Valores) en Bogotá. Más de doscientos políticos de tres continentes se reúnen en el Capitólio de la Nación colombiana para dialogar sobre cómo enfrentar la actual crisis civilizacional que atravesamos.

    La senadora María del Rosario Guerra, una de las anfitrionas del evento explica las razones por las que se realiza la Cumbre por primera vez en Latinoamérica y expone su visión sobre lo que considera que son los riesgos más graves que hoy afronta la región.

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    Durante el diálogo, realizado para Actuall y la revista D’Vox, pone el dedo en la llaga sobre las consecuencias de migración forzada de millones de venezolanos para aquellos que quedan más expuestos y vulnerables: las mujeres y niños. Esta es la conversación:

    ¿Qué és la Cumbre Transatlántica de la Political Network for Values?

    Es ante todo un espacio de diálogo y colaboración política. La Cumbre Transatlántica es una valiosa experiencia que hemos construido a lo largo de varios años, en la que parlamentarios de diferentes países de Europa, América y África pueden compartir experiencias que contribuyan a la promoción y defensa de los principios sobre los que su funda toda sociedad, la civilización misma.

    ¿Cuáles son esos principios?

    El respeto a la dignidad humana, el cuidado de la vida, especialmente de los más vulnerables, como los bebés concebidos y aún no nacidos o los ancianos; el cuidado de la familia, y la custodia de las libertades, comenzando por la libertad de religiosa y de conciencia.

    Son los valores cristianos sobre los cuales se construyó la civilización occidental.

    «Nuestra finalidad es que en nuestros Parlamentos, y hoy también en nuestros gobiernos, se fortalezca eficazmente la protección a la vida, a la familia, a las libertades fundamentales»

    ¿Participan de la Cumbre solo parlamentarios?

    No. También ministros y funcionarios de algunos gobiernos, líderes políticos y de la sociedad civil que trabajan por esos valores.

    Hábleme de la red política que organiza la Cumbre.

    La Political Network for Values, o Red Política por los Valores, es una plataforma global de políticos. Se constituyó inicialmente, en 2014, con un grupo de parlamentarios de América Latina y Europa. Nuestra finalidad es que en nuestros Parlamentos, y hoy también en nuestros gobiernos, se fortalezca eficazmente la protección a la vida, a la familia, a las libertades fundamentales. Tenemos un decálogo de compromisos con la dignidad humana y el bien común.

    El evento ya re realizó en dos centros de poder global: Nueva York y Bruselas. ¿Por qué ahora en Bogotá?

    En 2014 la Cumbre se realizó en Nueva York, en la Organización de las Naciones Unidas (ONU); y en 2017 en Bruselas, en el Parlamento Europeo. Esta es la primera vez que se realiza en América Latina y se escogió Bogotá por varias razones.

    Una es que hay en Colombia un grupo de congresistas que desde hace algunos años participamos de las cumbres anteriores y de la Red. Este grupo percibe con claridad que en nuestro país y en toda la región se amenaza a la vida y la familia de forma sistemática y agresiva. Ni su servidora ni mis compañeros parlamentarios queremos que se vulnere la esencia de la sociedad colombiana. Creo que también piensan así un número cada vez mayor de parlamentares latinoamericanos.

    ¿Hay otras razones?

    Está la dramática situación de Venezuela que ha reclamado la atención internacional, y también importa el hecho de que nos encontramos en la víspera de la celebración del Bicentenario de la Independencia de Colombia y de muchos otros pueblos latinoamericanos.

    Son 200 años de ser república en la América Hispana. Los colombianos no queremos que se destruya aquello que nos ha permitido salir adelante unidos en los momentos más difíciles y que aún hoy nos permite superar las adversidades: precisamente los valores que nos dieron origen.

    Eso se traduce hoy en reconocer el valioso capital social de la familia, en fortalecer las redes familiares, evitar la violencia contra la mujer y contra los niños, ponderar la igualdad de oportunidades, respetar y amparar a los más vulnerables, independientemente de su color de piel, condición social, si son hombres o mujeres, e incluso, de su inclinación sexual, nadie pueden ser sometidos a maltrato o violencia.

    Aquí lo importante es consolidar estos principios fundamentales que deben estar siempre por encima de cualquier interés politico.

    Desde diversas instancias de poder, se pretende cercenar a los ciudadanos su conciencia, se les quiere negar el derecho de expresarse, de disentir y de objetar en función de sus principios. Esto es muy grave

    Usted mencionó a Venezuela

    La migración de venezolanos ha desintegrado miles de familias; más de un millón y medio de ciudadanos del país vecino han venido a Colombia; aquí se les ha atendido, pero la ruptura forzada de los lazos familiares termina afectando a los más vulnerables: los niños, las mujeres y los ancianos.

    Eso no puede continuar así.

    En esta III Cumbre, Venezuela tendrá un destaque especial. Julio Borges, expresidente del Congreso Nacional y actual representante de ese país ante el Grupo de Lima estará en la mesa de apertura.

    ¿Qué otros riesgos afronta la región?

    Dos, desde mi punto de vista. El primero es que, desde diversas instancias de poder, se pretende cercenar a los ciudadanos su conciencia, se les quiere negar el derecho de expresarse, de disentir y de objetar en función de sus principios. Esto es muy grave.

    El segundo es la situación de las familias, hay maltrato, descuido, abandono, adicciones, pobreza y soledad.

    Las agresiones que durante décadas han lanzado contra la familia resultaron en una mayor predisposición de los niños y adolescentes a adicciones, comportamientos criminales e incremento de la violencia doméstica; se multiplicaron las familias abandonadas, solas, y todo eso termina afectando a la sociedad, porque esas familias son la sociedad.

    Todos los ciudadanos, y, de manera subsidiaria, los gobiernos deben apoyar a las familias más vulnerables. Falta una perspectiva de familia en las políticas públicas. Hay gobiernos que comienzan a ver esto.

    ¿El presidente Duque lo ve?

    El gobierno de Colombia, que encabeza el presidente Ivan Duque, integró a su plan de gobierno la defensa de la familia, de la vida y de la niñez, el combate al maltrato y abuso de menores y de mujeres, de atención a los más vulnerables; y creo sinceramente que es un compromiso serio.

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