Hace tiempo que el cantante argentino Andrés Calamaro trae por la calle de la amargura a los perros guardianes de la corrección política. Su pasión por la tauromaquia y su militancia progresista es un cóctel difícil de digerir por las mentes más estrechas del animalismo.
No es ninguna sorpresa, sin embargo, que a Calamaro todo esto se la trae al fresco. Asegura que la tauromaquia es de las pocas cosas auténticas que quedan en el mundo y que a él no le importaría perder público por seguir fiel a esta afición. De personalidad anda sobrado.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraAdmirador de Morante de la Puebla, acaba de ser galardonado por el diario ABC con el X Premio taurino Manuel Ramírez por la encendida defensa de la Fiesta que plasmó en tinta en una inolvidable tercera titulada «El Reich animalista». Una faena de dos orejas y puerta grande.
Mientras el ruido de la vanguardia subvencionada es ensordecedor, Andrés se va con su música a otro lado, por ejemplo a la Feria de Abril de Sevilla o la de San Isidro en Madrid, en donde es habitual verle disfrutando de sus ídolos vestidos de luces.
¿Cree que es políticamente correcto que un cantante sea galardonado con un premio taurino?
Ahora mismo nadie diría que sí. Pero la corrección política está muy devaluada mientras que la tauromaquia se está convirtiendo en una razón cultural alternativa.
¿Cree que otros compañeros de profesión no quieren admitir su pasión por la tauromaquia por miedo a ser rechazados?
Es muy posible.
«Los toros son pueblo y campo, un buen militante de izquierda no debería plegarse a la élite animalista, debería centrarse en defender el trabajo del pueblo»
¿Qué supone para usted el movimiento animalista? ¿Realmente persiguen la defensa de los animales o devalúan la dignidad humana?
La pregunta está muy bien planteada. Hay demasiado eslogan repetido hasta el cansancio y algunas contradicciones interesantes. Va camino de convertirse en un colectivo puritano y moralista de formas radicales.
Usted siempre se ha considerado de izquierda. ¿Por qué hay más complejo en la izquierda a declararse taurinos?
Es una idea ligera de la izquierda. Quizás tenga origen en una izquierda posible en Estados Unidos, más alejada del ideario socialista y más cerca de la lucha (ingenua) por los que menos tienen. Los toros son pueblo y campo, un buen militante de la izquierda no debería plegarse a la élite animalista, debería centrarse en defender el trabajo del pueblo y también la libertad de elegir qué hacer con el ocio.
¿Qué es la tauromaquia en el siglo XXI? ¿Es quizá de las últimas cosas auténticas que nos quedan en este mundo políticamente correcto?
Sin duda es una de las pocas cosas auténticas que quedan en el mundo. Con cada toro se renueva la ilusión. Es una emoción y una liturgia que hay que aprender a ver y sentir. Sin embargo los detractores no tienen idea de qué se trata.
¿Cuál es su torero fetiche? ¿Alguna plaza en especial?
Me gusta un buen toro para Morante en cualquier plaza. Aunque reconozco cierta supremacía en el inconformista José Tomas y el gran momento de Alejandro Talavante. Respeto mucho a todos los maestros en su heroica pero profunda y sutil profesión.
¿Qué canción le dedicaría a la tauromaquia?
Sinceramente no sé. Asocio a los toros con el flamenco… y con los pasodobles, lógicamente.
¿Tiene miedo a perder fans por profesar su fe taurina?
Sinceramente no. No me importaría perder público. No me hago ningún problema con eso.
Entrevista realizada a: Andrés Calamaro