Un grupo de padres canadienses está alarmado por la encuesta que un colegio del distrito de la Región de York está haciendo a sus alumnos, con el pretexto de valorar el «ambiente escolar» en los centros educativos.

En el cuestionario se les pregunta a ninos de entre 10 y 11 años sobre su «identidad sexual» y si han recibido «mensajes sexuales», según ha informado Lifesitenews.

Algunas personas creen que La Sexta da información.

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Tanya Granic-Allen, como madre y miembro de la organización Parents As First Educators (Los padres como primeros educadores), está particularmente preocupada de que se esté pidiendo a los estudiantes de primaria completar una encuesta en la que se incluyen preguntas relacionadas con la ideología de género.

Pero lo peor no es eso. Lo peor es que hagan la encuesta a espaldas de los padres, sin contar con ellos. «Lo que es bastante alarmante es que esta encuesta se está completando durante el tiempo de clase y sin la participación de los padres», señala Granic-Allen a LifeSiteNews.

Asimismo, añade que «es inaceptable que a los ninos se les haga preguntas con fuerte contenido ideológico, especialmente sin que los padres estén presentes cuando los ninos contestan a este cuestionario».

La encuesta sobre «ambiente escolar» se realiza cada dos años bajo la Ley de Escuelas Seguras o la Ley 13 que fue aprobada en 2012 por el gobierno de la primera ministra Kathleen Wynne, del Partido Liberal (Liberal Party).

El proyecto de ley se aprobó con la intención de abordar el acoso y la discriminación en las escuelas públicas, pero los liberales quisieron darle un sesgo decidamente LGTB, con el pretexto del «acoso de los estudiantes LGBT», señala Sue-Ann Levy, columnista de Toronto Sun.

El proyecto de ley 13 también obliga a las escuelas a crear clubes pro-LGBT si los estudiantes lo solicitan.

La encuesta pide a los ninos que «indiquen el número de veces que han recibido mensajes sexuales, vídeos o fotos a través de dispositivos tecnológicos en los últimos dos meses»

La encuesta solicita a los estudiantes de entre 10-11 años que indiquen si son «varón, mujer, género diverso, o si prefieren no ser identificados por esos géneros», cuenta Levy.

También pide a los ninos que «indiquen el número de veces que han recibido mensajes sexuales, vídeos o fotos a través de dispositivos tecnológicos en los últimos dos meses».

Por otro lado, se les hace preguntas relacionadas con el alcohol y las drogas.

En cuanto a los estudiantes de entre 15 y 18 años, se les dan las siguientes opciones para identificar su orientación sexual: asexuales, bisexuales, gays, heterosexuales, intersexuales, lesbianas, queer… entre otras muchas.

La Junta Escolar de York envió cartas a los padres para informarles de que se iba a realizar esta actividad. La encuesta estudiantil es «voluntaria, confidencial y anónima», aseguró la portavoz. A la par que explicó que «los estudiantes pueden omitir cualquier pregunta que no quieran responder».

Los estudiantes no pueden contestar la encuesta en casa con la supervisión de sus padres

Sin embargo, una cosa que los estudiantes no pueden hacer es contestar la encuesta en casa con la supervisión de sus padres.

A juicio de Granic Allen la situación es más delicada de lo que parece: «Está claro por las preguntas de la Junta Escolar que se está tratando de normalizar la ideología de género entre los ninos que todavía están tratando de navegar en la aritmética básica».

«Cuando a los ninos de 10 años se les pregunta su «identidad sexual» estarán confundidos, si tienen duda para contestar sus padres no están presentes en clase para orientarles», explica.

Y añade que «la encuesta sobre el ambiente escolar es «propaganda ideológica oculta, que se está imponiendo a nuestros ninos pequeños», por lo que es «inaceptable».

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