Desde el momento de la concepción, el feto es ya un ser humano único e irrepetible.

Durante la semana por la vida de 2016 celebrada en Bruselas la filósofa Anne Marie Libert criticó en su ponencia a la globalización o lo que para ella es el»terrorismo humano».

La filósofa asegura que la globalización que experimentamos en el siglo XXI proviene de la imposición de ideas de autores de hace dos siglos quienes defendían la diferencia entre clases sociales, la opresión a los pobres y el control de la natalidad y que actualmente se están imponiendo de nuevo estas practicas.

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Para Libert, la globalización ha tenido un coste humanitario muy elevado. «La palabra globalización, debería mencionar palabras como democracia o dignidad». Sin embargo, según la filósofa se ha creado un paradigma no tan bueno, una nueva estructura de pensamiento basada en que «la globalización es sinónimo de dominación».

Anne Marie Libert filósofa y ponente en la Semana por la Vida 2016
Anne Marie Libert filósofa y ponente en la Semana por la Vida 2016/Twitter

El primer ejemplo de donde parte Libert es de la idea de que «la sociedad está creciendo a un ritmo vertiginoso y debe asustarnos». Este pensamiento lo introdujo el malthusanismo, que defiende que «no se debe ayudar a los pobres porque si prosperan vivirán más tiempo y tendrán hijos». La solución para esto sería dejar que la sociedad pobre muriera, termino llamado en la actualidad como selección artificial.

«Las razas que no son la  Caucásica, Anglosajona o Norteamericana deben disminuir porque el mundo no puede ser oprimido por razas inferiores»

Otro de los llamados «psicólogos de movimiento natural», Francis Galton apoyaba la idea de la selección artificial y el control reproductivo. Cómo el psicólogo, Margaret Sanger fue otra de los principales líderes en hablar sobre el control de la natalidad. La fundadora de Planned Parenthood defendía que las razas que no fueran la Caucásica, Anglosajona o Norteamericana, destinadas a conquistar el mundo, deberían disminuir porque el mundo «no puede ser oprimido por razas inferiores».

Esta opinión se asemeja a las ideas de la Alemania de los años 40 cuando se decretó que «se debían eliminar las vidas de aquellos que no fueran valiosas para el sistema».

Margaret Sanger tenía el mismo discurso divisorio de que los «incapacitados mental o físicamente, criminales, pobres o débiles no pueden convivir con las personas «superiores». Para llevar a cabo estas ideas, Sanger introdujo ya a principios del siglo XX nuevos conceptos de control de la natalidad. Como enfermera sedujo a las mujeres de baja clase social de la época con anticonceptivos especiales para «que pudieran disfrutar de su sexualidad plena sin miedo a los embarazos».  

El control de la natalidad se debe de imponer a los pobres para impedir que se reproduzcan

Sanger aseguraba que sólo el control de la natalidad se debe de imponer a los pobres para impedir que se reproduzcan y al contrario a las razas superiores hay que promover la fertilidad y los embarazos para mejorar la raza y la influencia que tienen en el mundo no se reduzca.

La defensora del control de la natalidad organizó muchas conferencias durante su carrera profesional para «advertir que si la poblacion pobre crecía podría dañar terriblemente a los limitados recursos naturales que dispone la tierra».

En los años 40 sustituyó el «control de natalidad» por otro termino más aceptado por la sociedad, «plan para la familia» que se basada en dos programas, los anticonceptivos y la fertilidad. En 1950 conoció a Katherine McCornick una rica viuda que le ayudó económicamente a desarrollar los programas de natalidad.

Debemos expandir la esterilización en masa de las clases más degradadas y dejar de alentarles a tener hijos

Las dos mujeres se carteaban constantemente y de esas cartas se ha extraído el pensamiento de Sanger. Una de las cartas a McCornick expresaba: «Creo que nuestra civilización debe depender en los próximos 25 años de un anticonceptivo que sea simple y barato para utilizarlo en los barrios más pobres, entre la gente más ignorante. Pero esto solo no basta, debemos expandir la esterilización en masa de las clases más degradadas y dejar de alentarles a tener hijos porque el Gobierno no va a poner de su parte para alimentarles».

Propaganda del control de la natalidad de Margaret Sanger
Propaganda de control de la natalidad de Margaret Sanger/Wikimedia

Margaret Sanger investigó en animales, pero también en humanos para desarrollar un programa específico de anticonceptivos que frenara la natalidad de los pobres. Como resultado creó la píldora, que bloquea al óvulo para no ser fecundado. Pero había casos en los que la píldora no funcionaba por lo que creó programas de aborto que rápidamente se extendieron.

El segundo estudio de Sanger, paradójicamente fue de fertilidad, pero una fertilidad controlada. “Si alguien desea un hijo y no puede, nuestra labor es darle la oportunidad de tenerlo”. El pretexto de desear un hijo, le dio a Sanger vía libre para estudiar a los embriones en los laboratorios y observar cuándo y cómo se desarrollaban mejor. Libert asegura que la selección de los “mejores” embriones se ha extendido a nuestros días y «ahora no se ve como algo maligno sino como algo natural».

La ONU lleva un siglo atacando a la familia

La filósofa Libert acusa a la Organización de Naciones Unidas (ONU) de ser uno de los organismos que ha extendido las prácticas de las ideas totalitarias actualmente. «La ONU junto a la Organización Mundial de la Salud (OMS) se encargan de mantener la selección artificial de la raza humana a través de enfermedades a escala mundial, esterilizaciones y abortos». 

“La ONU lleva un siglo atacando a la familia. Ha desarrollado todas las técnicas posibles para separar al matrimonio natural, ha implantado nuevos modelos de familia y ha suplantado la autoridad de los padres para criar a sus hijos. Está consiguiendo destruir los valores familiares”, ha sentenciado Libert.

«La OMS es una pieza de propaganda clave que manipula a los pobres para que no tengan hijos»

Del mismo modo critica a la OMS; para Libert «la OMS ha sido una pieza clave para imponer el control de la natalidad a escala mundial y el aborto». La filósofa defiende la idea de que la OMS “es una pieza de propaganda clave que manipula a los pobres para que no tengan hijos”.

Anne Marie Libert asegura que la globalización “está destruyendo nuestros valores”. “La familia está separada, la tecnología nos impide tener relaciones físicas con nuestros seres queridos, decidimos cuando un bebé nace o no nace y hasta le ponemos fin a la vida humana sin pensarlo. Nos han mentido, la globalización es solo una fantasía, no existe ni la libertad, ni la dignidad humana”, sentencia.

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