Gabriela con síndrome de Down y Fabio con retraso mental han tenido a una niña que no ha heredado ninguna discapacidad
Gabriela con síndrome de Down y Fabio con retraso mental han tenido a una niña que no ha heredado ninguna discapacidad

Valentina nació sana, no sería algo extraño de no ser por la discapacidad de sus padres. Su madre María Gabriela Andrade tiene síndrome de Down y su padre Fabio Marchetti de Moraes, retraso mental. Solo hay 50 casos así en el mundo. En Brasil donde viven son los primeros.

Este año, Valentina ha cumplido ocho años, pero la historia de esta familia atípica se remonta a la infancia de Gabriela y Fabio cuando se conocieron. Juntos han tenido que superar prejuicios, dudas y miedos. Con la llegada de su hija, han demostrado que la discapacidad no es una barrera sino una lección de vida.

Algunas personas creen que La Sexta da información.

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En el municipio brasileño de Socorro, en el Estado de Sao Paulo, Brasil nacieron estos protagonistas.

Gabriela fue la primera Down en su pueblo y Fabio desarrolló una discapacidad mental por un accidente horas después de nacer

Gabriela proviene de una familia humilde y se crió acostumbrada a las miradas de sus vecinos. Fue la primera síndrome de Down en el pueblo, pero a ella poco le importaban las críticas, Laurinda su madre, ha contado para El Mundo.es que Gabriela siempre ha tenido un carácter muy positivo, “nunca le han importado lo que opinen de ella, es muy segura, odia la palabra ‘imposible’ y que le digan que ‘no’”.

Por su parte, Fabio sufrió un accidente cerebrovascular horas después de nacer. Tiene un retraso mental considerable, además de problemas en el habla, le cuesta expresarse.

Los padres de ambos decidieron que lo mejor para sus hijos era que estudiaran en la escuela de la Asociación de Padres y Amigos de Niños Excepcionales (APAE), un colectivo que lleva 50 años formando a ninos discapacitados y mejorando su calidad de vida.

Allí fue donde Gabriela y Fabio se conocieron. Compartían aula de clases y poco a poco se volvieron inseparables. Sin embargo, Fabio tuvo que cambiar de centro de estudios, a uno más específico para su discapacidad y durante unos años estuvieron separados.

Cuando Fabio regresó al centro APAE, su amor de la infancia salía con otro de sus compañeros, Erik también Down y Fabio que todavía estaba enamorado de Gabriela tuvo que lidiar esta nueva situación.

Fabio y Gabriela se reencontraron con los años y desde entonces se volvieron inseparables

Pero Fabio se tomo al pie de la letra el refrán “en el amor y en la guerra todo vale” y todos los días le llevaba una caja de caramelos a Gabriela, y espero.

Finalmente, Gabriela se decantó por Fabio y desde entonces se han vuelto inseparables.  Acostumbraban a dormir en casa de los padres de Gabriela, porque según ellos “no podían dormir separados”.

Laurinda se despreocupó porque el médico le había asegurado que su hija no podría quedarse embarazada. Pero estaban equivocados.

Un día le dijo que el vientre le había dado un golpe. Fueron de inmediato al ginecólogo y descubrieron que estaba en el sexto mes de embarazo

Un día Gabriela empezó a engordar, su madre creía que era porque comía demasiado, hasta que le dijo que el vientre le había dado un golpe. Fueron de inmediato al ginecólogo y descubrieron que estaba en el sexto mes de embarazo.

«Fue increíble, no nos lo podíamos creer. Mi hija llevó todo el proceso con mucha calma y estaba muy feliz. Y dos meses después ya tenía a mi nieta», ha recordado Laurinda.

Valentina nació a los ocho meses, fue un embarazo de mucho riesgo, dada la discapacidad de los padres. Pero contra todo pronóstico, la pequeña no ha heredado ninguna discapacidad.

Un año después del nacimiento de Valentina, sus padres se casaron

Los problemas llegaron por parte de la justicia brasileña. Debido a la discapacidad Fabio, el Tribunal Civil de Sao Paulo no quería reconocer su paternidad sobre Valentina porque consideraban que no tenía el raciocinio suficiente para poder criar a una niña.

Tras semanas de batalla judicial finalmente se logró cambiar el dictamen del Tribunal y aceptaron la paternidad de Fabio.

Un año después del nacimiento de Valentina, sus padres se casaron. La pequeña llegó a la ceremonia del brazo de sus padres y vestida de blanco, como su madre.

Pasada la boda, Gabriela se sometió a una ligadura de trompas para no tener más hijos.

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