Emiliano Medina no ha visto a su hijo en cuatro años porque se lo llevó su ex mujer a Perú /Actuall
Emiliano Medina no ha visto a su hijo en cuatro años porque se lo llevó su ex mujer a Perú /Actuall

Tras hacer lo imposible durante cuatro años por recuperar a su pequeño, retenido ilícitamente en Perú por su madre biológica, nada para a Emiliano: ni la costosa batalla legal, ni las amenazas, ni perder su libertad. “Sin ti no soy nada”, le dice en una emotiva carta en Actuall. España acumula unos mil casos similares, con 171 menores afectados.

Emiliano Medina, vigilante de seguridad pacense de 46 años residente en Alcobendas (Madrid), sólo vive por y para su hijo Hugo, de diez años, a quien intenta recuperar a costa de una dura, larga y costosísima batalla legal, desde que Elena, su madre biológica, lo sustrajera y trasladara ilícitamente a Perú cuando el  pequeño tenía cinco años, impidiendo desde entonces cualquier contacto con su progenitor.

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Según afirma Emiliano a Actuall, “por encima del inmenso dolor que siento como padre por esta separación de mi hijo, me mueve el interés de Hugo” “Conforme pasa el tiempo, aumenta gravemente el daño que se le está haciendo, incrementando el desarraigo que le están fomentando hacia mí, ya que Elena no me deja ni hablar con él y le habla mal de mí constantemente”, sostiene.

Como  él mismo escribe en su blog Vuelve con papá, Hugo y declara a este diario, ni sufrir su propia detención por una denuncia falsa de su expareja por malos tratos, ni las amenazas de muerte, ni los gastos del procedimiento legal que debe seguir en España y en Perú -que ha podido sufragar en parte gracias a la solidaridad, por ejemplo a través del concierto Rock for Hugo, celebrado con el apoyo del Ayuntamiento de Alcobendas.-, ha detenido a Emiliano. En su infatigable lucha por su hijo, tampoco le falta el apoyo de su actual mujer, con quien tiene otro pequeño, deseoso de recuperar también a su hermano.

Emiliano Medina no ha visto a su hijo en cuatro años porque se lo llevó su ex mujer a Perú /Actuall

El proceso se encuentra actualmente en casación ante la Corte Suprema de la República de Perú, última instancia que puede revisar infracciones normativas a sentencias anteriores, según explica a Actuall el letrado de Emiliano en Perú, Carlos Monroy. “La restitución del menor se basa precisamente en una retención ilícita por parte de la madre, de conformidad con el Convenio de La Haya de 1980, teniendo en consideración que el padre había obtenido la custodia mediante sentencia emitida en España”, añade.

Paralelamente, según anuncia, se acaban de adoptar dos importantes decisiones en favor de Emiliano: por un lado, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha admitido su denuncia; por otro, la Cancillería peruana (Ministerio de Exteriores) ha informado a favor de revisar su caso, precisamente por incumplirse  el citado convenio dada la excesiva demora -el máximo es seis semanas- y por haberse enjuiciado como si se tratara de un caso nacional de familia, en vez de seguir el procedimiento indicado por el Acuerdo de La Haya y centrarse en la restitución, resultando improcedente entrar en otras cuestiones de fondo.

Calvario por una falsa denuncia

“En 2004 inicié mi relación sentimental con Elena, de nacionalidad peruana, fruto de la cual nació Hugo. A partir de ahí comenzaron los problemas, basados sobre todo en la total desatención que mostraba hacia nuestro hijo, afirmando que nunca había tenido un sentimiento de maternidad”, explica el padre.

“Usó el mejor recurso legal para ganar su custodia: los abusos a los que se presta la actual Ley de Violencia de Género

En el  verano del 2010 la situación era insostenible. Tanto, que por el bien de nuestro hijo, le indiqué a Elena mi intención de separarme. Conocedora de la existencia de pruebas acerca de su falta de cuidado hacia Hugo, reafirmada por numerosos testigos y los informes de los peritos psicológicos y sociales que se practicaron, usó el mejor recurso legal para ganar su custodia: los abusos a los que se presta la actual Ley de Violencia de Género, acusándome falsamente de malos tratos”, prosigue este padre.

“Tuve que soportar la amarga experiencia de ser esposado y detenido, de estar en los calabozos y pasar por un juicio en el que finalmente juez y fiscal, por ende mujeres, coincidieron en que la denuncia carecía de fundamento alguno. Incluso apercibieron a Elena de la seriedad de incurrir en este tipo de acusaciones falsas, penadas por el artículo 456 de la Ley Orgánica 10/1995”, detalla Emiliano, quien va mostrando a nuestro diario los documentos que acreditan todas estas afirmaciones.

Privado de su hijo y amenazado

“Sin embargo, pensando siempre en el bienestar de Hugo, decidí no dificultar la relación del pequeño con su madre y le permití, pese a esa falsa denuncia, que pasara parte del verano con ella”, refiere. “Pero al ir a recoger a Hugo a la vivienda de su madre, descubrí que Elena se había fugado con él de España, violando las leyes españolas que exigen que la madre tenga una carta de consentimiento del padre para sacar a un menor del país”, recuerda el progenitor.

Inmediatamente, interpuso ante los tribunales una denuncia por sustracción y traslado ilícito de un menor y presentó la solicitud de custodia total en el juzgado de familia, que se le concedió de forma definitiva el 28 de junio de 2011. “Lamentablemente, a pesar de tantas resoluciones favorables, éstas siguen sin aplicarse y ni siquiera he podido volver a hablar con mi hijo”, denuncia  Emiliano.

“Solo lo he visto una vez, en agosto de 2012, por la vista del juicio de restitución celebrada en Perú. Solicité ver a mi hijo, el juez dio la orden favorable pero, cuando fui a besarle, su madre nos separó, llevándoselo de la Corte abruptamente, ayudada por más de 30 personas que la acompañaban, en claro desacato a una orden judicial y sin ser penalizada”.

“Tras evidenciar su mala fe con su denuncia falsa, mi ex pareja inició además una guerra de acusaciones y amenazas físicas hacia mí, usando a nuestro hijo como moneda de cambio”, lamenta Emiliano mostrando a Actuall su denuncia policial por amenazas, vía  teléfono y mail. Entre ellas: “Si vienes a Perú te vamos a quitar de en medio, que la vida en Perú es muy barata y cualquier sicario por poco dinero haría el trabajo”. “Para mí, el nino es un cargo, pero voy a hacer lo imposible por quedármelo, voy a mentir lo que haga falta, ya lo hice con los malos tratos. Voy a hacerte la vida imposible”.

Emiliano Medina no ha visto a su hijo en cuatro años porque se lo llevó su ex mujer a Perú /Actuall

Sin afán de victimismo, insistiéndonos  en que nada importa más que su hijo, es consciente del peso de estas amenazas que preocupan a su familia. Recuerda así casos como el de su amigo de lucha  Domingo Exposito Moreno, camarero malagueño asesinado a  tiros  por un sicario en Argentina en junio de 2014, cuando, tras ganar una larga batalla legal de cuatro años y medio, viajó al país  para recuperar al fin a su hija África, de 7 años, retenida allí por su madre biológica desde que la sustrajera ilícitamente en 2010.

El asesinato se cometió delante de su actual pareja y de un hijo de cuatro años, que lograron librarse de las balas refugiándose detrás de una furgoneta.  La Policía detuvo a los siete implicados, entre ellos, el pasado octubre, a la expareja de Domingo, acusada por la Fiscalía argentina de ordenar su asesinato.

Grave violación del Convenio de La Haya

Volviendo a su caso, Emiliano relata cómo su lucha legal por  los derechos de su hijo le llevó a la vía internacional: “Se trata de una clara violación del Convenio Internacional de La Haya  de 1980 sobre los Aspectos Civiles de la Sustracción Internacional de Menores. Y teniendo yo concedida la patria potestad, con todas las sentencias y dictámenes de expertos favorables, se está privando a un menor de sus derechos fundamentales, según la Convención Internacional  de la ONU sobre los Derechos del Niño”, denuncia este padre.

En agosto de 2012, Emiliano ganó en Perú el juicio en primera instancia, al fallarse que el nino volviera con él a España; pero tras la apelación de su expareja, el juez en segunda instancia, aun con el informe de la Fiscalía a favor de la restitución, ordenó volver a primera instancia, “en flagrante demora e incumplimiento de lo establecido en el citado Convenio internacional suscrito por Perú y por España y en detrimento de los derechos del menor”, observa a Actuall la asistencia letrada del progenitor.

Emiliano lamenta que “la madre biológica siga tratando de paralizar o ralentizar el procedimiento judicial en Perú utilizando toda clase de argucias legales para impedir que se ejecute la sentencia que ordena la restitución de mi hijo menor ”.

“La complejidad del caso reside en la demora en el trámite y en que se observe que el menor ya se encuentra habituado a su nuevo ambiente, si bien no compartimos este hecho, que ha sido generado por la propia demora del proceso”, indica a Actuall  el abogado.

“La propia Sala Civil se ha pronunciado sobre este punto en la resolución materia de casación, indicando que el proceso se ha demorado tras haberse decretado en un primer momento la nulidad de la sentencia de primera instancia”, añade Monroy. “Nosotros discrepamos de esta opinión, ya que no es atribuible al justiciable la demora del poder judicial, y menos que este hecho pueda ser motivo para sustentar una sentencia o la adquisición de derechos generados por el transcurrir del tiempo”.

Emlinao y Hugo 7

Hasta 171 menores afectados en 2015

Por muy crudo que resulte, el caso de Emiliano no es único. En 2015 se tramitaron en España un total de 132 solicitudes reclamando el retorno de ninos trasladados ilegalmente a los países de origen de uno de sus padres tras una separación o divorcio, según  los datos  del Ministerio de Justicia.  En ocasiones, estas solicitudes de restitución incluyen a varios hermanos. Con ello, en 2015 hubo 171 menores afectados.

No deja de ser relevante que se trate de un problema que ya han sufrido al menos un millar de padres en los últimos diez años. Del mismo modo, a nuestro país también llegaron 109 solicitudes, que afectaron a 140 ninos.

Pese a que Justicia publica de forma clara la cooperación jurídica  internacional que, al menos sobre el papel, debe regir en estos casos, así como la asistencia que se debe prestar a los demandantes y  la ayuda para sufragar las costas legales, la realidad es bien distinta: “Lamentablemente, la colaboración administrativa es escasa”, nos refiere Carlos Monroy. “Prácticamente litigamos solos en el caso. Las autoridades centrales deberían estar más involucradas; su apoyo es necesario para solicitar, por la vía gubernamental, que se agilicen este tipo de casos”.

Por ello, ante estos casos de sustracción ilegal de menores, el letrado advierte: “Lo relevante es el tiempo: es muy recomendable iniciar cualquier trámite de restitución a la máxima brevedad desde que se haya producido el traslado ilícito del menor. Hay que tener en cuenta que la restitución de un menor, pasa por una valoración de los tribunales internos de los países en que se encuentra retenido el menor, por lo que deben estar preparados para las demoras propias del sistema de justicia”.

“No obstante, ello no es óbice para que estas demoras impliquen un proceso muy largo, por lo que es imprescindible presionar a la autoridad central del país solicitante para que tome cartas en el asunto y se denuncien de manera rápida los casos de demora o incumplimiento del Convenio”, puntualiza el letrado peruano.

Carta a Hugo: “Confío en Dios y sé que algún día, cariño, hará que podamos volver a abrazarnos”

En conclusión, un padre que no se resigna a perder a su hijo: “Es mi vida, el único que importa en todo esto. Lo único que suplico es que las autoridades ordenen acelerar el proceso y que acabe esta separación, que está dañando tan gravemente a mi hijo”. Emiliano expresa su amor por Hugo en esta breve carta que remite a Actuall ante la imposibilidad de hablarle directamente:

Mensaje para mi hijo Hugo:

Hola “mi ratón” (aunque como eres casi un hombrecito, lo mismo ya no te gusta que te llame así, pero para mí siempre lo serás).

¡Tengo tantas cosas que decirte! ¡Tantos sentimientos que me embargan, ante la emoción de que estas palabras puedan llegarte, que no sé ni por dónde empezar….!

Sólo sé  que ese 17 de agosto de 2005 mi vida cambió, desde el mismo momento en que te tuve entre mis brazos: tu corazón pegado al mío, para no separarse nunca. Tan puro y lindo como tu madre te trajo al mundo. La matrona, preocupada porque me iba a manchar;  recuerdo que le dije: “mi hijo no me mancha, me da vida y alegría”. 

Eres lo mas bello que ha pasado por mi vida, sólo por eso le tengo que dar las gracias a la vida y a Dios. No creo que recuerdes todos esos momentos que compartimos juntos, cada mañana cuando desayunábamos, hablando de Dora la Exploradora; cuando llegaba la noche, Los Lunnis nos recordaban: “a la cama”. Y te bañaba. Y al dormir rezábamos nuestro Jesusito de mi vida… O cuando íbamos al estadio de fútbol a ver a nuestro Madrid…

Todos y cada uno de esos momentos se han repetido en mi pensamiento cada día, desde ese momento en el que, por una razón que desconozco, con la distancia  de estar a miles de kilómetros, impidieron que lo siguiéramos haciendo. Pero en mi mente y en mi corazón ha estado siempre cada uno de esos momentos que hemos compartido y que nadie nos podrá arrebatar.

No quiero que, ni por un segundo, pienses que tu padre te abandonó o simplemente ha dejado de pensar o quererte.

Al contrario, Mi Vida: tú has sido mi alimento para querer seguir viviendo; eres la estrella que guía mis pasos; como a los Reyes Magos les guió hacia el Niño Jesús, tú me guías. Sin ti no soy nada.

Por eso jamás dejaré de buscarte ni de luchar por tus derechos: derecho a tener madre y padre. A pesar de que creas que la distancia me impide poder sentir, te puedo decir en voz bien alta que TE AMO y que estoy orgulloso de tener un hijo como tú. Y como bien me decías, «Papá, te quiero más allá del infinito», hijo: te puedo decir que ni el infinito, ni ninguna barrera ni frontera, impedirán que luche por demostrarte mi amor incondicional.

RECUERDA QUE NADA, NI NADIE PODRÁ ANTEPONERSE AL AMOR QUE TE TENGO COMO PADRE. Y seguro que la vida nos compensará por el tiempo perdido. Y  aunque nunca podremos recuperarlo, confío en Dios y sé que algún día, cariño, no muy lejano, hará que podamos volver abrazarnos otra vez y decirnos ¡¡¡TE QUIERO!!!

Emiliano y Hugo 6

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