
‘Ciempozuelos antifascista’ ataca al párroco del municipio madrileño, Julián Lozano, después de que este haya denunciado y alertado a los padres sobre la ideología de género que se impone a los menores en los colegios de Madrid.
Y es que gracias a Lozano a partir de ahora muchos padres exigirán a los colegios en los que tienen matriculados a sus hijos que les informen y notifiquen sobre las charlas LGTB antes de ser impartidas.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
Suscríbete a Actuall y así no caerás nunca en la tentación.
Suscríbete ahoraEsto ha motivado la reacción de la extrema izquierda bajo el sello del colectivo ‘Ciempozuelos antifascista’, que acusa al sacerdote de tener «un carácter retrógrado y homófobo y de gozar de total impunidad».
El pecado de Lozano ha sido, según los radicales, oponerse a los postulados de género. «El sacerdote se ha posicionado como un acérrimo opositor a que el alumnado de los colegios públicos del municipio pueda tener acceso a charlas informativas sobre libertad y diversidad sexual».
Señalar al enemigo
En declaraciones a Religión Confidencial, el sacerdote afirma que algunas de las expresiones que entrecomilla este colectivo en su post en Facebook no las ha dicho él «sino otros en su muro de esta red social».
«No vamos a permitir que la doctrina dictada por esta institución arcaica y medieval (la Iglesia) se pretenda imponer en los centros de estudio públicos»
Los antifascistas abrazan la ideología de género y sostienen que «tener un aparato reproductor femenino o masculino no determina tu identidad. De hecho, es imposible separar estos conceptos de otros que Julián Lozano ha preferido ignorar, como la expresión de género y la orientación sexual, los cuales en conjunto nos hacen entender y expresar libremente nuestra sexualidad».
Por último y en plena tradición comunista de señalar públicamente al adversario, Ciempozuelos Antifascista acusa a la Iglesia de institución «medieval» y «arcaica». «No vamos a permitir que la doctrina dictada por esta institución arcaica y medieval se pretenda imponer en los centros de estudio públicos, dado que éstos no son espacios para discursos autoritarios y segregacionistas. Queremos unas aulas libres de intolerancia e ideas reaccionarias en las que se impongan el respeto y la comprensión en detrimento del fanatismo exacerbado de las religiones».