Los miembros de la religión Falum Gong simulan la extración de órganos como protesta por las granjas humanas en China/FalomGong
Los miembros de la religión Falum Gong simulan la extración de órganos como protesta por las granjas humanas en China/FalomGong

Si en la vieja URSS había gulags, como los que denunció Alexander Solzhenitsin, en la China de 2016 existen granjas humanas donde se extirpan órganos a presos vivos.

El gigante asiático tiene dos caras. Ante los inversores occidentales, es un nuevo El Dorado de los negocios, con su look cosmopolita o el skyline de urbes como Shanghai que rivaliza con las grandes capitales de Europa o Estados  Unidos.

Algunas personas creen que La Sexta da información.

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Pero tras la lujosa fachada de prosperidad y apertura al mundo se esconden las viejas desigualdades propia de un régimen sanguinario como el maoismo.

Poco tiene que envidiar la China del presidente Xi Jinping y los grandes magnates que cierran tratos con los países capitalistas a la China de Mao y sus terribles matanzas. Lo ocurre es que Occidente apenas se entera. 

Por ejemplo, el caso de las granjas humanas.

«China secuestra a personas, les encierran en granjas y les extirpan los órganos mientras siguen vivos». Este es el relato de Jinato Liu de 36 años, un preso que fue encarcelado por el gobierno chino después de convertirse al ‘Falum Gong’, una religión derivada del budismo y del taoísmo. Durante su cautiverio, Liu fue enviado a un campo de trabajo forzado donde sufrió todo tipo de abusos y torturas.

Dos años después de su cautiverio logró escapar y a pesar de que padece estrés postraumático, Liu ha decidido contar el horror que vivió. “De camino al trabajo que me obligaban a hacer siempre pasaba por una zona que parecía un hospital, había gente en bata que conectaba a los prisioneros a máquinas, les sacaban sangre constantemente y una vez oí como uno decía que tenían que tener cuidado para no dañar los órganos”.

Así humillaban y exhibían a los católicos durante la Revolución cultural china /AsiaNews
Así humillaban y exhibían a los católicos durante la Revolución cultural china /AsiaNews

«Me resultó impactante que cuando se dirigían a los prisioneros les llamaban por su órgano: ‘el del corazón’ o ‘el del pulmón’ y nunca les hablaban de ‘él’ o ‘ella'», relata el exprisionero.

A estos prisioneros les sacaban sangre y muestras de orina a la fuerza. Se trataba de una ‘granja humana’ propiedad del Partido Comunista chino.

Para el régimen, el cuerpo de una persona es propiedad del gobierno, sus órganos son un “bien común”, al igual que el bebé que porta una embarazada.

La realidad de los campos de trabajo chinos es aterradora. Las minorías religiosas y los disidentes políticos son encarcelados sin razón a veces durante años. En ese tiempo son torturados y a algunos les llevan a instalaciones quirúrgicas donde les extirpan sus órganos mientras aún están vivos.

“En un año puede haber más de 10.000 órganos en circulación»

Según recoge LifeNews, un informe presentado por el expolítico canadiense David Kilgour apunta que los trasplantes de órganos en China se producen 10 veces más que el resto de países. “Creemos que en un año puede haber más de 10.000 órganos en circulación, los cuales más de la mitad han sido extraídos a la fuerza”.

El New York Post ha informado recientemente que en los dos últimos años el grupo perteneciente a la religión ‘Falum Gong’ está siendo el principal objetivo para alimentar al negocio de la venta de órganos.

La Organización de Médicos contra el Tráfico de Órganos (Dafoh) ha condenado las prácticas que se están llevando a cabo en China y asegura que todos ‘los presos de conciencia’ están en peligro de caer en el mercado del tráfico de órganos.

La presidenta de la organización, la doctora australiana Sophia Bryskine, asegura que su organización está trabajando especialmente en China porque, a diferencia de cualquier otro lugar del mundo, «este país asiático es el único que todavía trafica con los órganos de sus presos».

El régimen de Pekín tiene una ley que permite utilizar a los presos ejecutados como donantes de órganos

“China es un país corrupto, donde no hay leyes que protejan a los ciudadanos, el Partido Comunista Chino te puede encarcelar sin motivo y tienen una ley que les permite utilizar a los presos ejecutados como donantes de órganos”, afirma Bryskine.

La presidenta de la organización contra el tráfico de órganos ha pedido a la comunidad internacional que actúe ante esta barbarie. “Dedemos tener una posición más fuerte con respecto a China, no se puede permitir que en pleno siglo XXI todavía existan granjas humanas”, sentenció.

Sin embargo, la extracción de órganos en personas vivias también se está empezando a dar en países occidentales. Actuall informaba como en Holanda han propuesto que los médicos puedan extraer los órganos de pacientes vivos que hayan solicitado la eutanasia, legal en países como Bélgica y Holanda, a fin de asegurar los trasplantes.

Y esta también es otra realidad de China, las mujeres y los bebés son otro de los principales objetivos. Según la ONG “Derechos de la mujer sin fronteras”, dedicada a acabar con el aborto forzado, las mujeres embarazadas corren peligro de ser obligadas a abortar.

Si una mujer se niega a abortar, será encarcelada y obligada a abortar incluso hasta el noveno mes de embarazo

“Para el gobierno, los bebés son suyos incluso antes de que nazcan y depende del Partido Comunista si una mujer tiene un bebé o lo aborta, sin que ellas puedan decir nada”, asegura su presidenta Reggie Littlejohn.

Mao Zedong, sanguinario dictador chino (1893-1976)
Mao Zedong, sanguinario dictador chino (1893-1976)

Si una mujer se niega a abortar puede ser encarcelada y obligada a abortar incluso durante el noveno mes de embarazo. Su familia, reputación y en general su vida estará amenazada.

«En los países democráticos tenemos los derechos inalienables dados por Dios que el gobierno no puede quitar», dijo Littlejohn. Sin embargo, en China, -añade- el Partido Comunista considera que tiene la habilidad de otorgar o prohibir derechos según les plazca. Las personas no tienen derecho a menos que el gobierno se los dé”.

Del tráfico de órganos de bebés bien sabe el gigante abortista Planned Parenthood. A través de los vídeos de cámara oculta del Centro de Progreso Médico, los propios médicos confesaban que traficaban con órganos de bebés abortados.

Actuall publicaba la conversación de Jennifer Russo, directora médica de Planned Parenthood en Orange County (California), cuando ofrecía cerebros intactos de bebés abortados.

La diferencia es que Estados Unidos es un régimen democrático basado en el Estado de Derecho. Al menos en teoría…

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