
Nunca es fácil conciliar estudios y maternidad, pero se complica más la cosa si es la propia universidad la que pone impedimentos a la estudiante. Ese es el caso de Mireia Cabanillas, de 24 años, que estudia Pedagogía en la Universitat de Barcelona.
Cabanillas, con una hija de once meses, ha estado acudiendo a clase con su hija desde que se reincorporó a la universidad, una situación que han apoyado sus compañeros que consideran que es «su derecho» como madre.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraPero desde la universidad le han enviado una carta a Cabanillas para que deje de llevar a su hija a las aulas porque la niña no está cubierta por un seguro en caso de accidente y por respeto al derecho de los otros alumnos a recibir clases en condiciones óptimas.
Unos argumentos que contrastan con la defensa de la madre quien defiende que cualquier persona puede acceder a la facultad sin tener seguro, según informa La Vanguardia.
Seguiré hasta que me pongan un cordón policial y no me dejen entrar”, afirmó.
Hasta ahora este ha sido el primer y único aviso que ha tenido Cabanillas, pero ya avisado que no piensa dejar de hacerlo. “Seguiré hasta que me pongan un cordón policial y no me dejen entrar”, afirmó.
La universidad le ofreció como alternativa a su situación la evaluación única, pero ella lo descarta y reivindica un cambio radical en su política, no sólo un parche para su situación.
“En vez de ayudarnos por ser madres jovenes, nos lo ponen más difícil que a los otros estudiantes”, lamentó. “Me sentí discriminada cuando estaba embarazada y no cabía en la silla”, añade.
Además, esta joven madre ve necesario abrir un debate y reivindicar que haya un espacio en la facultad para los ninos, atendido por personal cualificado. “En la clase de al lado hay una chica con un bebé de tres meses que no puede traerlo y otra embarazada que en dos semanas tendrá a su hijo. Para mí no va a llegar esa solución, pero espero que para ellas sí”.