Varios cientos de personas han solicitado este fin de semana en Logroño el fin del adoctrinamiento sexual LGTBI en las escuelas y han apoyado así la iniciativa de la asociación ‘Los niños son intocables’.
Durante el pasado viernes 12 de abril y hasta el sábado 13 un vehículo de HazteOir.org, que ha apoyado esta iniciativa en defensa del derecho de los padres a educar a sus hijos según sus propios valores, circuló por varias localidades de La Rioja, entre ellas Calahorra, Nájera, Haro o Logroño, invitando a los ciudadanos a acudir a la manifestación del sábado
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahora“Con esta campaña queremos que los padres sean conscientes de que en los colegios se están introduciendo grupos y personas del movimiento LGTBI que sin el conocimiento y consentimiento paterno, están adoctrinando en ideología de género a sus hijos”, ha manifestado Salvador Martí, impulsor de la iniciativa.
“Los talleres de educación ‘afectivo-sexual’ que reciben los niños pequeños en los colegios de manos de activistas LGTBI son perjudiciales para el desarrollo de los menores, les llenan la cabeza de ideas inadecuadas para su edad y además, lo hacen sin consultar con los padres», ha insistido Martí.
Proposición no de ley por la libertad educativa
El mismo viernes, Salvador Martí acudió a la sede del Parlamento de la Rioja junto a Francisco Gabarri, representante de los padres de la comunidad evangélica de La Rioja, y con Mourad Bettache Bouali, representante de padres de la comunidad musulmana, a entregar a los grupos parlamentarios un escrito para que promuevan una proposición no de ley que impida el adoctrinamiento en las escuelas.
Pese a que en las redes sociales grupos de intolerantes y radicales amenazaron a los organizadores de la iniciativa, cientos de padres de familia acudieron a la manifestación a solicitar el derecho a educar a sus hijos y a criticar la incursión silenciosa de personas del entorno LGTBI en las escuelas para adoctrinar sin el conocimiento ni el consentimiento de los padres.
También durante el trayecto del vehículo por las calles riojanas hubo amenazas e insultos, e incluso alguna pedrada contra el vehículo aunque sin mayores consecuencias y no hubo que lamentar heridos.