En Campanario, (Badajoz), como en tantos otros lugares de la geografía española, en los días previos y una vez desatada la Guerra Civil de 1936, no fueron pocas las personas de todas las edades que fueron asesinadas por motivo de su fe.
En recuerdo de algunos de ellos, muertos a manos de partidarios del Frente Popular, una inscripción recoge sus nombres en la fachada de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraLa Diputación de Badajoz está impulsando un proceso para eliminar sus nombres, su memoria, haciendo uso de la Ley de Memoria Histórica. Uno de sus familiares es Francisco Javier Morillo-Velarde que ha iniciado una campaña como «víctima de la desmemoria histórica»a través de HazteOir.org.
«Necesito confesarte el gdrama infinito que está viviendo mi familia y los familiares de las víctimas de la represión llevada a cabo por el Frente Popular», reconoce en un mensaje enviado a los socios y simpatizantes de la plataforma.
Morillo-Velarde lamenta que «80 años después, cuando las heridas habían cicatrizado… la Diputación de Badajoz quiere resucitar la guerra en nuestro pueblo destruyendo sus inscripciones fúnebres en la parroquia».
Entre los nombres que se quieren borran figuran los de dos sacerdotes y un seminarista beatificados y en proceso de canonización, por lo que la pretensión de las autoridades contradice la propia ley que invocan ya que en su preámbulo se asegura que su objetivo es «reparar a las víctimas y proteger el derecho a la memoria personal» y que la norma «quiere contribuir a cerrar heridas odavía abiertas en los españoles».
Por otro lado, Francisco Javier Morillo-Velarde recuerda que la iglesias en cuestión está inscrita en el catálogo de edificios protegidos, por lo que cumple con lo dispuesto en el artículo 15 de la ley, que impide la retirada de símbolos o placas cunado se «comprometa artística, escultórica o arquitectónicamente la estructura que los acoge».
Campanario «sufrirá amargamente si se reabren las viejas heridas que víctimas, verdugos, delatores, encubridores, hermanos, hijos y esposas decidieron perdonar»
La petición ciudadana, que ya han firmado más de 20.000 personas, está dirigida al presidente de la Diputación de Badajoz Miguel Ángel Gallardo. En ella se denuncia que esta institución «está amenazando a los vecinos de Campanario» con retirar los nombres de los mártires y subraya que tal medida constituye «una contradicción flagrante del espíritu de la ley recogido claramente en su preámbulo».
«¿Cómo se puede preservar la memoria personal y trabajar por la reparación de las víctimas de la Guerra Civil borrando los nombres y apellidos de estas personas represaliadas en la retaguardia de uno de los dos bandos? Es injustificable, rectifique», reprochan al presidente del a Diputación de Badajoz.
Los firmantes consideran que, de seguir adelante con este plan, se va a «dividir a un pueblo que convive en paz y que sufrirá amargamente si se reabren las viejas heridas que víctimas, verdugos, delatores, encubridores, hermanos, hijos y esposas decidieron perdonar».
