Si Ayuso declara el Valle Bien de Interés Cultural lo blindaría frente a la Ley de Memoria Democrática
Si Ayuso declara el Valle Bien de Interés Cultural lo blindaría frente a la Ley de Memoria Democrática

En la antigua Grecia se le daba una especial atención al origen y raíz del conocimiento y en especial a la memoria. Ésta se consideraba que era un don divino, fuente de sabiduría y de historia. De todos es sabido el abanico de dioses mitológicos que acompañan sus relatos. Entre ellos tenemos a la diosa Mnemósine, la cual representaba a la memoria. En las leyendas se narra, que esta titán, tenía el poder de recordar todo el pasado, el presente y el futuro. Ella era la guardiana de la historia y el conocimiento, capaz de preservar y transmitir información a través de las generaciones.

Siglos después, son otros, ansiosos de poder y control, los que han querido ocupar el lugar de esta diosa, ellos son los nuevos dioses de la memoria, queriendo transmitir información de la historia pasada para inculcar unos conocimientos a las futuras generaciones.

Algunas personas creen que La Sexta da información.

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A finales del año 2007, gracias al impulso del que fue presidente del gobierno en España, José Luis Rodríguez Zapatero, al que algunos aún recordamos, no sin dolor de cabeza, se aprobó la ley de Memoria Histórica que pretendía reconocer a los que padecieron la persecución y la violencia durante la guerra Civil y la época posterior durante el mandato de Franco. En su esencia se vislumbra, tal y como aparecen en los documentos oficiales, su intención antifranquista. 

Ni que decir tiene, querido lector, que, con esta ley, lo que se hizo fue reavivar el dolor que supuso esa época oscura ya prácticamente olvidada y volver a abrir las heridas de una división de ideologías que llegó a máximos extremos. Pero lo más inverosímil de esta situación generada, quizás no es esto, sino el hecho de que, desde entonces, se ha introducido en la educación una visión inclinada a mostrar a unos como los buenos y a otros como los malos, malísimos. Y paradójicamente en los libros de texto no encontrarás que se les explique a los alumnos, por ejemplo, que miles de religiosos fueron asesinados o sus conventos incendiados. Esto, como podremos comprender, es un adoctrinamiento deliberado perpetrado hacia las nuevas generaciones.

Sin embargo, estas mentes sucias que han ideado esta tergiversación de la historia, no dan puntada sin hilo, y lo mismo pueden afirmar que los conquistadores de Hispanoamérica fueron unos asesinos, hablar de las bondades del multiculturalismo que está arrasando con nuestras raíces culturales o como adoptar medidas urgentes ante el cambio climático o las futuras pandemias que vienen. Lo único que están consiguiendo es una sociedad engañada y sometida al miedo.

Actualmente, la ley de Memoria Democrática, aprobada en el año 2022, ha supuesto una radical actualización de los contenidos de los libros de texto de Historia. 

En los centros educativos se adoctrina, sí, se manipula a los niños y adolescentes, que, inocentes y sin criterio de juicio, creen ciegamente lo que sus modélicos profesores les enseñan. Si tenemos en cuenta que las personas somos quienes somos, gracias a lo que vamos aprendiendo y recordando, la educación debería situarse en primer plano, como una prioridad de toda sociedad que se precie desea un futuro próspero y bien preparado. El aprendizaje puede transformar nuestro pensamiento y manera de sentir y actuar.

Milan Kundera afirmó hace unos años que “la lucha contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido”.

Querido lector, luchemos contra el olvido de la historia tal y como fue. Quizás nos enfrentemos a mentirosos patológicos que se creen dioses de la memoria, pero si queremos definir quiénes somos, si queremos preservar nuestras raíces y mantener el sentido de la continuidad de nuestra historia, de nuestro legado español, no nos queda otra que defender a las futuras generaciones con las armas de la verdad.

Alicia Beatriz Montes Ferrer, Colaboradora de Enraizados

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