El llamado Comité de Memoria Histórica de la Comarca de Celanova (situada en Orense y con unos 17.00 habitantes) ha reclamado que se derribe una cruz que fue erigida en el Monte de la Obra, un cerro situado a unos 600 metros de la plaza mayor de la localidad del mismo nombre.
Dicha cruz fue levantada en 1939 como homenaje “a los combatientes de la parroquia de Celanova caídos por Dios y España” y aún conserva algunos símbolos vinculados al anterior régimen.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraLa Asociación de Abogados Cristianos ha puesto en marcha una campaña para que el alcalde de la localidad se limite a retirar los símbolos que la ley determina proscritos, pero para que no derribe la cruz como tal, símbolo cristiano de reconciliación que está protegido por la libertad religiosa.
A pesar de que la asociación de juristas defiende que «esta cruz no ha molestado a nadie en más de 80 años», los miembros del citado «comité» aseguran que «ha alimentado el miedo durante más de 80 años».
Se da la circunstancia de que dicho comité, que dice estar constituido en el año 2020 pero que «bebe de una amplia experiencia del movimiento memorialista en la comarca» no es sino una agrupación de vecinos sin mayor entidad jurídica aparente que no explicita los nombres de sus dirigentes o de los expertos que les puedan asesorar en su página web.
Según detallan los propios comisarios el alcalde de la localidad, el abogado independiente Antonio Puga que gobierna con el apoyo del PSOE y del BNG, se comprometió a que pudieran defender su propuesta en el pleno del Ayuntamiento a través del llamado escaño ciudadano.
Al tiempo, Puga se habría comprometido a pedir un informe oficial sobre el monumento. En su comunicado, el citado comité -que no revela sus nombres ni cualificación- se queja de que el regidor de la localidad «no indicó ni la institución ni los investigadores que se ocuparán de redactar el encargo».
En la moción que han registrado en el Ayuntamiento de Celanova se explica que la inauguración del monumento tuvo lugar en agosto de 1929 por el coronel Rios Capapé, que estaba al frente de la 18ª División del Ejército Nacional. En su discurso, el militar invitó a «perpetuar esta cruz que nosotros os legamos como recuerdo de nuestros muertos».
La Asociación de Abogados Cristianos recuerda que «el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha dejado claro que la presencia de símbolos religiosos en espacios públicos es totalmente legítima en un Estado aconfesional (sentencia Lautsi contra Italia).
Cerca de 20.000 ciudadanos se han sumado a una campaña impulsada por la asociación de juristas que informa al alcalde de Celanova de que «esta decisión no tienen ningún tipo de justificación jurídica. Si quiere cumplir con la Ley de Memoria Histórica, bastaría con eliminar los símbolos políticos que contiene la cruz».
«Si derriba la cruz supondría una acción talibana que atentaría contra los derechos fundamentales. Y, llegados a esa situación, le informo que interpondría las acciones legales necesarias a través de la organización que represento», concluye el mensaje.
